El problema es no dar información

by Julen

CandadoEl viernes y sábado pasados he seguido con mis clases sobre empresa abierta en otro MBA, después de las que impartí el fin de semana anterior. Algo que suelo comentar como característica de nuestro tiempo es la sobreexposición a la que estamos sometidas, personas y empresas. La irrupción de Google como gran intermediario ha cambiado las reglas. Hoy en día no coger una multa que te llega a casa es darle la opción a Google para que te cace cuando publican en algún boletín oficial esa notificación que no has querido coger. No se entera nadie; solo Google.

Con todo, el estándar es racanear información cuando las cosas vienen mal. Por supuesto que si se trata de contar lo bueno, bonito y barato que somos capaces de ofrecer al mundo, entonces no se escatiman medios. Puertas abiertas y megafonía a tope: ¡pasen y vean!, ¡conozcan nuestros logros! En caso contrario, levantemos la alfombra y metamos la mierda allá abajo. Nadie se enterará. Ya, ¿y te lo crees?

Gestionar una crisis, afrontar un problema, asumir que no hacemos algunas cosas bien. ¿Cómo lo enfocamos? Sin luz ni taquígrafos. Pero es que la luz de los focos se cuela por todas partes y la taquigrafía ha avanzado a toda velocidad para registrar mediante huella digital cualquier cosa que digas o hagas. ¿No sería mejor empezar desde el principio con datos y tratando de mostrar la realidad? Un problema que se oculta y con el que luego te pillan con las manos en la masa está sujeto al efecto Streisand. Ojo con callar.

¿O sea que la lógica de los tiempos modernos es hablar y hablar? Tampoco hay que exagerar. Yo diría que es «hablar». Es decir, «no callar por sistema». Porque la gestión de un problema en privado y la gestión de un éxito en público, cuando son sistemáticas, mosquean. El éxito a escena y la miseria a quedar sepultada por toneladas de hormigón-olvido.

El problema es no dar información. La gente se mosquea. Pasa con la energía nuclear o con cualquier otro «susedido» que a los dirigentes -empresariales o políticos- les parezca que puede generar movilización social. Pero luego, cuando ocultan, el efecto es peor. Nos acabamos enterando y ese tipo de gente que (supuestamente) nos gobierna pierde crédito a marchas forzadas.

En mi ámbito cercano lo tengo claro, cuando hay problemas lo mejor es compartirlos. La gente suele ayudar cuando te ve vulnerable. Todas las personas nos equivocamos. Lo hemos hecho, lo hacemos y lo seguiremos haciendo. ¿Qué problema hay en abrir la caja de los truenos? Si no la abres cada vez meten más ruido allá dentro y pugnan con salir con más fuerza. Y cuando todo explota, adiós.

El problema es no dar información. Porque eso dice de ti que algo quieres ocultar. Y en el 99% de los casos, es algo que tú consideras que has hecho mal. Relájate y comparte problemas. El diván de psicoanalista del siglo XXI está, en buena parte, en Internet.

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4 comentarios

Alfonso Hermida 11/04/2011 - 16:02

Buenas tardes.

Personalmente, me encanta tocar este tema relacionado con la información porque tengo por costumbre mantener dos máximas relacionadas con él:
– A preguntas claras, respuestas claras.
Esto es, cuando la pregunta de mi interlocutor toca un tema determinado de una manera clara y concreta, intento que mi respuesta vaya en el mismo sentido en cuanto a claridad y concreción.
– No tolero jamás la mentira
Y esto venga de quien venga, porque parto de la base de que dos personas adultas pueden abordar cualquier tema sin necesidad de recurrir a ella.

Por supuesto, tanto en un caso como en otro impera la noción de confidencialidad que pueda existir en el tema tratado pero, en ese caso, siempre prefiero decir un “no puedo contestarte a esa pregunta” (en cuyo caso realmente se está respondiendo implícitamente en muchas ocasiones) que un “no lo sé” o una “milonga” que, tarde o temprano, demostraría que mi objetivo no era colaborar con mi interlocutor.

Creo que el intercambio de información (y hago especial hincapié en la palabra intercambio, porque creo que siempre que hay información de por medio se trata de un proceso bidireccional) es uno de los pilares del buen funcionamiento de toda organización y que ayuda sin duda alguna a la construcción del espíritu de confianza necesario para las consecución de metas cada vez más ambiciosas.

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Juanjo Brizuela 11/04/2011 - 17:07

Razón mucha razón… pero a veces cuesta tanto reconocer que te has equivocado más por el «qué dirán» que por la «solución» que puedes dar…
Qué difícil es admitir que no somos infalibles, ni que tenemos la verdad absoluta ni que ahí afuera hay más mundo que el tuyo…
Joder, cómo somos los humanos

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Imperdibles (abril 11th – abril 13th) » Hipertextos [desde La Plata] 13/04/2011 - 13:49

[…] El problema es no dar información – El problema es no dar información. Porque eso dice de ti que algo quieres ocultar. Y en el 99% de los casos, es algo que tú consideras que has hecho mal. Relájate y comparte problemas. El diván de psicoanalista del siglo XXI está, en buena parte, en Internet. […]

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Consultoría artesana en red » La información murió con las redes sociales en Internet 27/11/2011 - 10:00

[…] problema antes era no dar información. Hoy, cuando eso sucede, cuando la Administración calla o saca el cuentagotas para explicarse, la […]

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