Aprender a fracasar

by Julen

fracasoUna de las incoherencias en el management de moda es la constante alusión al error como fuente de aprendizaje y, al mismo tiempo, la escasa tolerancia al fracaso. El éxito está encumbrado en la literatura de gestión. En las baldas de las librerías se reparten libros acerca del éxito: éxito personal y éxito empresarial. Sea lo que sea, pero éxito. Y mira que la palabra ya resulta es sí misma delicada de definir porque va pegada a felicidad. Pero no importa: a por el éxito. Google te devuelve 41 millones de páginas de resultados si buscas «éxito». Elige el que mejor te convenga.

El caso, además, es que el éxito o el fracaso viven sujetos a nuestra percepción. Aplicamos el filtro que proceda en cada momento y decidimos en qué habitación pasarán a vivir. Interpretamos la realidad.

Muchas personas y organizaciones desarrollan, además, un elevado grado de intolerancia al fracaso. La sensación de fracaso provoca sentimientos negativos que minan la moral. Nadie parece sentirse cómoda/o con el fracaso. ¿Cómo es posible?, ¿qué hice mal? Cae como una losa y dibuja sombras sobre nuestra competencia. Quizá no seamos tan válidos. ¿Qué van a pensar los demás de mí?

La parodia que ahora comienza en la televisión mira al éxito como referente cultural. Lo santifica a base de grandes audiencias, con potentes luces de neón que iluminan la oscuridad de nuestras sosas y aburridas existencias. Valores de esfuerzo y ambición colocados en la carrera hacia el éxito. Y, sin embargo, no cabe duda de que en nuestra vida serán muchos los fracasos que conoceremos. Fracasar forma parte de nuestra construcción personal y colectiva. Convivir con el fracaso, ejercer la crítica feroz, hurgar en la divergencia, ahondar en lo que no funciona, son ejercicios que se destierran porque incomodan. Vivimos en una sociedad hedonista que no acepta el fracaso y prefiere la morfina del éxito edulcorado. Si hace falta, la cosmética transforma fracaso en éxito.

La aceptación y gestión de nuestros fracasos nos hace más resilientes. Y nadie dice que sea fácil. Apuntar constantemente a la felicidad desde el éxito es irreal. El mundo normal está lleno de personas fracasadas y de empresas que hacen las cosas mal. Aceptar la realidad es un primer paso. Pero hay que sentirse relativamente a gusto en el fracaso porque la tensión de no conseguir lo que queremos nos hace demasiado daño. Y no conviene abonar ese oscuro jardín de dolor.

——

Actualización.- Disculpas, había olvidado citar la referencia de la fotografía: es de Heart Industry en Flickr.

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16 comentarios

Miguel de Luis 29/09/2009 - 07:18

Completamente de acuerdo, con tanta gente tratando de decir que el fracaso no existe, es refrescante ver que sí que existe, pero que tampoco es un monstruo del que estar escondido. La actitud de muchos ante el fracaso me recuerda a la que tienen los magos ante «Quien-tú-sabes» en Harry Potter.

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José Ignacio Familiar 29/09/2009 - 07:48

Hola Julen. No creo que haya tantas acepciones permitidas de la palabra éxito. En realidad todo lo contrario. Están perfectamente definidos lo que son éxito y fracaso. Estamos colonizados por ese discurso tan anglosajón de ganadores y perdedores. Los gurús del management hablan de la libertad para equivocarse y aprender, pero es un mito. El error difícilmente se perdona y la etiqueta de perdedor flota sobre nuestras cabezas. La autoayuda nos quiere convertir a todos en triunfadores: ten objetivos claros, actúa sin titubeos para alcanzarlos y cuando los consigas pon objetivos más ambiciosos. Ya sabes, aquello que decía Pink Floyd «Run, rabbit run, dig that hole, forget the sun …». Un disparate. Al final casi todos somos perdedores. Ansiedad por vivir persiguiendo metas estériles, frustración porque casi nunca las alcanzamos. Pero todos corriendo como locos, dejándonos la vida en algo que en el fondo ni siquiera nos gusta. Le llamaba Pink Floyd «the english way». Yo creo que hoy ya es el camino de todos. ¿Seremos capaces de pararlo?

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Amalio A. Rey 29/09/2009 - 08:04

Julen:
Yo negaría la mayor: desterrar de nuestro vocabulario las palabras «fracaso» y «éxito», ¡¡las dos!! por exageradas y rotundas. Personalmente ya no las uso cuando me refiero a personas. Me hice ese proposito.
Si algo ha salido mal, hablo de «errores», «fallos», «imperfecciones», «equivocaciones», pero me niego a usar una palabra tan tajante como «fracaso», con esa connotación tan frustrante y absolutista que tiene.
Y pienso que hay que hacer exactamente lo mismo con la palabra «éxito», porque es igual de falsa y engañosa. El «éxito» no es difícil de definir = apariencia externa de que algo se ha hecho cojonudamente bien. Pero es, en definitiva, la proyección externa, lo que se ve desde afuera… y eso muchas veces no tiene nada que ver con lo que esa persona siente por dentro, que es lo importante.
No quiero «éxito», sino «satisfacción» y «felicidad», que son sentimientos internos y auténticos. Lo que pueda parecer me importa un pimiento. ¿para qué quiero ser «exitoso» (puff… que empachoso me suena) si por dentro estoy lleno de insatisfacciones?
Esos palabros (éxito y fracaso), de los que tanto se abusa, son dos caras de la misma moneda, que se necesitan mutuamente. No los usemos, y listo…

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Yoriento 29/09/2009 - 08:04

Incoherencia, sin duda, pero últimamente en el mundo de los emprendedores el discurso se basa en la sobrevaloración del error, a pesar que hace mucho que la psicología descubrió que no se aprende de los errores sino de los éxitos, es decir, de los intentos que alcanzaron el objetivo propuesto.

Otra cosa es que haya que entender y aceptar los intentos fallidos como parte de nuestra naturaleza y como peaje de cualquier tránsito hacia una meta.

El éxito está sobrepublicitado y genera frustración porque no muestra la necesaria cara B, pero la importancia del fracaso con relación al aprendizaje también ha sido llevado al extremo por los discursos de management que quieren atraer a todo el mundo.

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Juan Martínez de Salinas 29/09/2009 - 08:42

Hola Julen,

Felicitarte por este post.

Yo pienso como bien dices que el fracaso o el error es algo subjetivo a lo que cada grupo de personas entiende lo que le parece según su criterio.

Ahora ves miles de artículos y recomendaciones sobre que no es buen momento para emprender y eso es una falacia porque con una buena idea y orientación al mercado para plasmarla se puede tener éxito. La crisis no puede justificar que la gente deje de regar su jardín de ideas hasta que pase la tormenta.

Saludos,

Juan

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gallas 29/09/2009 - 10:02

Para mi tus reflexiones me ayudan y los comentarios también. Relativizar la parte externa de algo que si es importante y material para aprender. A las personas que nos programaron para bailar las más extrañas musicas con el fin de intentar agradar nos son palabras llenas de significado. Algo escribí sobre esto seguro que cayendo en los errores que acentuas… http://korapilatzen.wordpress.com/2009/06/11/el-fracaso-apuesta-de-futuro/ Más material para la reflexión Un abrazo

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ekonomus 29/09/2009 - 11:49

Interesante post y comentarios. Creo que el aprendizaje es continuo, se aprende de los errores… del ensayo-error y también se aprende de los aciertos. Lo que creo que es incuestionable es que se aprende de la acción, y la acción lleva consigo aciertos y errores.

Lo que si desterraría de la práctica diaria empresarial es el concepto de culpa, cuando algo sale mal en una empresa es relativamente común la búsqueda de culpables. Eso sin duda bloquea el aprendizaje, porque se volatilizan las responsabilidades y no se practica una revisión del proceso buscando el eslabón o eslabones del error.

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Aitor Bediaga 29/09/2009 - 23:14

Hace poco he leído por ahí que alguien decía: «Algún día me reconocerán mis grandes errores.» Y me ha parecido muy sugerente.

Yo también desterraría las palabras «éxito» y «fracaso» como proponía Amalio. También estoy de acuerdo con la sobrevaloración de los errores… Errar es casi imprescindible para poder hacerlo bien, y en el camino se va aprendiendo a hacerlo cada vez mejor…

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Carme 30/09/2009 - 07:55

Gran incoherencia, sí, con lo bueno que es compartir las «lecciones aprendidas» y nadie quiere 🙂

De pronto me he acordado del vídeo que colgaste de Virginia y su expresión cuando decía lo sano que va a ser el arroz integral ( 😀 ) Me la imagino diciendo «Compartir lecciones aprendidas, ayyyyyy, qué sano va ser estooooo).

¿Que es cuestión de percepción y de interpretación de la realidad? ¡Qué duda cabe!
En eso tenemos mucho que aprender de los científicos «de pura cepa», ellos se lo miran todo de otro modo… The Difference.

🙂

Buenos días y saludos

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Julen 01/10/2009 - 05:55

@Miguel de Luis, exacto, el fracaso no es ningún «monstruo».

@José Ignacio Familiar, espero que seamos «perdedores» con dignidad, ¿no? Hay muchas formas de perder y no todas son dañinas.

@Amalio A. Rey, de acuerdo, me quedo con nuestra interpretación personal de lo que acontece. Eso es lo que vale.

@Yoriento, pues la psicología dirá que no se aprende del fracaso, pero no hay que olvidar el aspecto emocional. Muchas veces supone un estímulo para buscar una forma de hacer las cosas mejor.

@Juan, gracias. La coyuntura parece que se nos presenta como un elemento que facilita o dificulta el éxito/fracaso. De todas formas, hay muchas varas de medirlo. La que importa de verdad es la tuya.

@gallas, no había leído tu artículo. Ya ves que navegamos por aguas cercanas. Disfruta de tus fracasos 😉

@ekonomus, sacas otro gran asunto: la culpa. Bufff… cuánto daño hace. Porque esa sí que se queda a vivir en lo más profundo de nosotros, ¿verdad? Sí, habría que buscar la forma de no entrar en ese territorio de culpabilidad.

@Aitor Bediaga, ya te diremos entre David y yo unos cuantos de tus «grandes errores» jajajajaja

@Carme, bonitas las dos opciones que nos presentas en la imagen. ¿Volvemos a apretar el botón?

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Ivan 01/10/2009 - 12:29

Chapeau al post
yo creo que debemos cambiar eso,tener tolerancia al fracaso,me gusta eso,intentar hacer cosas,aunque se fracase,eso quiere decir que muchas veces se arriesga.
sin tolerar el fracaso es imposible innovar de verdad
admiro a los que hayan fracasado,al menos ellos lo han intentado decia Mikel Urizarbarrena
salu2
Ivan

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antonio angel 01/10/2009 - 18:38

En linea con tu disertación; menos miedo a lo que salga mal y ojo con el concepto de exito de esta sociedad que ya sabemos a lo que equivale.
Si lo pensamos bien, pocos fracasos tenemos en la vida y completamdo las aportaciones de Yoriente y Amalio (nuy bien), cometemos errores y «triunfamos» en la vida; fracasamos cuando no aprendemos de unos y otros.

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Julen 04/10/2009 - 07:41

@Iván, fracasos, tantos como ayuden a un éxito final, ¿no?

@antonio angel, «menos miedo»: eso es en el fondo lo que estamos buscando. Un escenario donde aceptemos mejor algo que forma parte inherente de nuestras vidas.

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