Demos la bienvenida a la industria de la transparencia

by Julen

Hace ya mucho tiempo que las organizaciones  desarrollaron la función de comunicación. Cualquier entidad que asuma que la sociedad tiene que aceptar sus mensajes, aplica fuertes dosis de cosmética a sus productos y servicios. El pueblo consume productos elaborados, no carne o pescado sin cocinar. Quien comunica está pensando que con la cosmética va a influir en quien recibe el mensaje. Eso es el principio de todo y, por tanto, la empresa, privada o pública, se dedica a colocar recursos en torno a esa actividad. Nada nuevo bajo el sol, hasta ahora.

¿Qué ocurre si la sociedad aprieta y exige transparencia? Hace poco argumentaba en artículo que podemos estar asistiendo a un espectáculo de gatopardismo. El caso es que el brazo armado de la ley comienza a trabajar con nuevas reglas. No pasa nada. Es un reto que desafía las formas. Ahora hay que transparentar y con ello comunicar. Y, como siempre, no me vale tirar la piedra y esconder la mano. Yo, también. Con este blog, por ejemplo. Pero sigamos con el razonamiento.

O sea que: transparencia = confianza = posibilidad de clientes más enganchados = $$$$$. Tirando del último elemento, cualquier empresa va a pensar que sí, que hay que invertir en el nuevo maná. Así que diseñemos la transparencia. Que nadie piense que esto es algo así como «ponte en bolas y el mundo juzgará». No, el asunto es que la transparencia se diseña:

  • Quien más, quien menos va a comenzar por lo mismo que decidió colocar en su web-presencia de toda la vida: transparentará sus maravillas (si no las tiene, más cosmética de producto tendrá que hacer, no hay problema). Las miserias van al fondo. La responsabilidad social corporativa cuenta lo bueno, no lo malo.
  • Convendrá una cierta campaña mediática que prepare al público objetivo a «consumir transparencia». Rodearla de valores positivos, de compromiso social, de «somos buena gente, fíjate qué cosas hacemos». En definitiva, la transparencia necesita de emociones positivas. Pues nada, esto se arregla con un buen un equipo creativo al frente, faltaría más; necesitamos ideas para que la gente consuma felicidad. A fin de cuentas, ¿quién quiere transparencia para las miserias? Si no de enteras de la mierda, ¿no quiere decir eso que nos preocupamos por tu salud mental y te protegemos de la escoria que te rodea? Agradecido deberías estarnos.
  • Al final, el diseño de la transparencia es tal que podemos no ver lo que está delante de nuestros ojos. Es ciencia, es saber de percepción humana, es psicología. Así que sí, no lo dudes: la transparencia servirá también para ocultar los asuntos turbios. Sólo hay que encontrar formas de que la atención se dirija a determinadas partes de esa supuesta transparencia que tenemos ante nosotros. Es el famoso experimento del gorila.

No cabe duda de que, en líneas generales, mejor que una Administración o una empresa sea transparente a que no lo sea. No voy a ser tan cenizo de decir que no a la posibilidad de enterarme de lo que pasa. Pero también tengo que reconocer que vamos a asistir -supongo que ya está aquí- al despegue mediático de la transparencia. Y entonces nos pasará lo que más de una vez he comentado por aquí a cuenta de la lectura de Storytelling, el libro de Christian Salmon: la realidad acabará inscrita en un marco de ficción y la ficción rodará por los reality shows. El magma de la transparencia se difuminará y la confusión será transparente. Jugarán con la complejidad para simplificar la transparencia en la línea que más convenga a los intereses de quien comunica.

Cuando Google ha derribado el tabique entre la habitación número 1 y la número 4, es cierto que es ha supuesto un cambio en las reglas. Pero a nuevas reglas nuevas herramientas. Empresas, Administraciones y gobiernos intentarán que sepamos lo que ellos quieran, lo que convenga a sus objetivos. Prepárate para dar la bienvenida a la industria de la transparencia.

Algunas referencias más sobre la cuestión:

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6 comentarios

Amalio A. Rey 15/01/2010 - 09:32

La «industria de transparencia» viene de la mano de la transparencia, estamos de acuerdo. Nada nuevo en la viña del señor, como la industria 2.0 lo ha hecho con el boom de la Web Social. Basta que algo se asuma mal, como una moda, para que tengamos esos efectos colaterales. Está bien tu llamado a permanecer alertas, e incluso, a educarnos en la lectura critica de lo que nos cuentan.
Al mismo tiempo, como ya te comenté en tu post anterior sobre el mismo tema, me importa más la buena noticia: ser más transparentes ya no es una opción, es un imperativo. Si no quieres serlo, ya te harán, porque herramientas ya tiene la gente para reducir opacidad.
En cuanto a la formula que pones mas arriba: «transparencia = confianza = posibilidad de clientes más enganchados = $$$$$». Bueno, a mi no me parece mal si eso se hace bien, no se manipula. No veo mal que una empresa se plantee ser mas transparente para generar confianza (lo de clientes «mas enganchados» es una forma muy especial de decirlo) y como resultado de ello, cultivar una comunidad de clientes y usuarios más estable y comprometida. Todo eso va a repercutir en mas dinero, que tampoco es malo. Es un Win-Win. La clave de todo, y siempre lo digo, es que la empresa entienda la transparencia como un deber, que se la crea de verdad, y la practique como una cultura genuina, y eso es posible. Insisto, es posible!!
Pero… ¿Transparencia absoluta? Por supuesto que no. Ni tu, ni yo la practicamos, así que no se lo exijamos a las empresas… ¡¡y menos mal!! porque no hace falta, ni es buena. Hay espacios íntimos, propios, de crecimiento interno, que se corrigen y resuelven mejor sin ventilarlos fuera. Es ley de vida.
Pero, aplaudamos tambien (y con más vigor, si cabe) la buena noticia: que esté creciendo el porcentaje de cosas que salen a la luz y que con ello aumente el ratio Transparencia/Opacidad, como está ocurriendo.
Además, la «industria de la transparencia» no lo tiene tan facil como aquí cuentas. Porque tiene que lidear con la transparencia genuina (la no «industrial») que se gestiona bottom-up o out-in, por gente que aprende a observar y que tiene utencilios cada vez más afilados para cortar la tarta que separa la mierda de la verdad. Eso es indudable.
Lo mismo soy un idealista de mucho cuidado, pero tal como vamos, la transparencia pisa lento pero progresa, y nos hará a todos mucho mejores. Mi lectura es más optimista (o más ingenua, tambien es posible).
De todos modos, coincido contigo en que mas vale que sepamos distinguir la transparencia de la manipulación, y rescato esa idea como el leiv motiv principal de tu post.

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Iván 15/01/2010 - 12:13

Julen,siempre en estos post me quedo con la duda,de localizar el punto o camino del medio,es decir cuando se ve que es real o es chamusquina.
recuerdo hace tiempo la charla de Fernando de la CAN en Vitoria,el seminario charla de Open Innovation,y recuerdo que alguna persona le preguntaba eso,si eran solamente transparencias o marketing
al final es obvio que a veces las empresas necesitan hacerse lavados de cara ,pero a veces ese cambio esa actitud es real,creo que sabes por donde voy
buscar el camino del medio o de la autenticidad no parece sencillo o puede que si
un abrazo desde Melbourne

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Iñaki Pérez 15/01/2010 - 19:11

Siempre he creido que lo que no sale de la ACTITUD, es sólo marketing (Que nadie se ofenda) y una vieja forma de negocio con nomenclatura nueva.
Si la transparencia es una actitud que sale del individuo y del equipo bienvenida sea,… si es un nuevo argumento de venta yo paso, gracias.

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Joan Gou 16/01/2010 - 20:38

Empresa, transparencia, clientes, dinero….. es hora de releer «la meta» tal vez nos resitue de nuevo en el camino.
saludos y feliz fin de semana desde la Costa Brava

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Consultoría artesana en red » Espectáculo global 22/09/2010 - 05:55

[…] a hacerse norma sin que ni tú ni yo nos demos cuenta. La narrativa bien construida cala porque es transparente. ¿Te ha gustado la película? Ah, pero… ¿era una película? Truman no es consciente del […]

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Consultoría artesana en red » Trabajar en Internet, un hábito quizá no tan natural 26/11/2011 - 07:39

[…] el fondo creo que sentirse cómoda en Internet tiene que ver con gestionar la sobreexposición en la que estamos viviendo. Por supuesto que si aprendiste a trabajar con la ofimática de toda la […]

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