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Balance de 6 años de Consultoría Artesana en Red (VI) – Consultoría artesana en red

Balance de 6 años de Consultoría Artesana en Red (VI)

by Julen

Sobre el tiempo y la gestión de proyectos

3072006292_f46b5015e1Recuerdo que al principio abrí una hoja de cálculo para hacer «control de proyectos». A fin de cuentas, un proyecto se mide en tiempo o, lo que es lo mismo, en dinero. ¿Cuánto cuesta un proyecto? Pues… espera, son más o menos tantas horas… luego será tanta pasta. Más horas, más facturación. Una lógica perversa, pero muy lógica.

Hoy en día el único control de horas que más o menos llevo a cabo es el que tiene que ver con mi dedicación a la uni. No sé si es por ellos o por mí, pero el caso es que llevo una hoja de cálculo donde contabilizo horas. Creo que lo comenté el otro día. Eso me sirve para hacer fluctuar la facturación entre un mínimo -como por ejemplo sucede en este mes de diciembre- y un máximo. Es decir, que para percibir que hay un cierto control, puede ser útil. También para marcar límites.

Ahí se acaba el control horario que hago de los proyectos. Sí que es cierto que siempre barajo estimaciones de cuánto tiempo puede llevar algo, pero el precio habitualmente lo pone el mercado. Por supuesto que hay excepciones, por arriba y por abajo. Hay proyectos que puedo hacer gratis o casi gratis y otros por los que cobraría un pastón. De la misma forma que hay clientes con precio/hora alto (sobre todo cuando impartes formación) y otros con quienes no parece lógico mantenerlo. Diferentes clientes, diferentes precios.

En consultoría cobramos una pasta gansa. A veces indecente. Porque facturar 120 ó 150 euros la hora ya es suficiente indecencia. Podemos argumentar todo lo que queramos: que asumimos riesgos, que hay muchas horas que metemos y no son facturables, que tal cosa y que tal otra. Pero lo cobramos. También es verdad que otras veces no llegamos a esas tarifas, pero de todas formas, se cobra bien. A veces, por supuesto, se cobra aún más. No nos engañemos. Sobre todo cuando lo comparas con el ejército de jóvenes que acceden a primeros empleos o con gente de taller. Así que mejor no llorar.

Claro que en estos seis años he ido trabajando… creo de menos a más. Hoy trabajo mogollón, demasiado. ¿Con intensidad? Ni yo mismo lo sé debido a la multitarea y la fragmentación. Eso sí, el tiempo de trabajo se ha ido desvaneciendo e impregna muchos más días de mi vida. Por eso me he ido «defendiendo» de él, porque ataca aplicando teoría de los gases: se expande hasta ocupar todo el espacio disponible. Cierto que en parte se lo he permitido.

Por cierto, comparto algo que quizá os extrañe: en 2009 serán casi 100 días entre vacaciones, travacaciones y trabacaciones. Que si BCNegra, vacaciones de Semana Santa y Navidad, el clásico puente en mayo para ir a Las Landas, 5 días en Santa Pola en junio, los 18 días de la TransAndalus en bici, las casi tres semanas de agosto en Azores, los 8 días en El Hierro…

El tiempo de trabajo y el de ocio se han juntado. No cabe duda. Intento separarlos cuando puedo: entre el 15 de julio y el 31 de agosto es más fácil que se queden en vacaciones-vacaciones, pero nunca son limpias. En estos seis años puedo recordar proyectos que han llegado mientras andaba en bici, en la sala de espera del dentista (uno de los más importantes) o en una terraza de un bar en Santa Pola. Quien llama no sabe de tu tiempo.

Soy de los que pienso que hay que colocar límites al tiempo. En mi caso la agenda funciona igual para temas de trabajo que para temas de ocio o personales. (Casi) todo va a allí: clases de spinning, ir al cine o continuar dando pedales en la TransAndalus esta próxima semana santa de 2010 junto a la reunión con un cliente o un curso que hay que impartir. Para los temas personales hay que colocar vallas. Luego la información se las saltará, pero las vallas sirven para marcar zonas de no proliferación laboral.

Los seis años de consultoría artesana en red también me han hecho más pesetero. Creo que antes lo era menos. El dinero -increíble- parece arrastrar a por más dinero. Qué triste. Por eso hay que poner límites. Porque más horas, más dinero. Pero, ¿para qué? Por eso me viene tantas veces a la cabeza el cuento del pescador:

Esto era un pescador que salía todas las mañanas a pescar junto a la orilla, pescando lo necesario para vivir. Hacia el medio día había terminado y se reunía con los amigos a tocar la guitarra y beber cerveza hasta altas horas de la noche. Al día siguiente vuelta a empezar.

Un día cuando estaba pescando se le acercó un consultor.

Consultor – Oiga, ¿usted por qué no pasa más horas pescando?

Pescador – ¿Para qué?

Consultor – Así podría vender el pescado en el mercado y ganar más dinero.

Pescador – ¿Para qué quiero más dinero?

Consultor – Bueno, con ese dinero podría comprar una barca y salir a pescar a alta mar. Así podría pescar mucho más y ganar mucho más dinero.

Pescador – ¿Y por qué habría de hacer eso?

Consultor – Quizá con el tiempo podría comprar un pequeño barco pesquero, crear su propia empresa y contratar a 2 ó 3 personas más.

Pescador – No me interesa. ¿Qué gano con eso?lanco

Consultor – Con una buena estrategia de ventas y distribución podría en pocos años aumentar sus beneficios y crear una verdadera flota pesquera para poder pescar en mares de todo el mundo. Incluso con el tiempo crear una gran empresa conservera. Llegaría a ser multimillonario.

Pescador – ¿Para qué quiero yo ser multimillonario?

Consultor – Podría entonces dejar de trabajar.

Pescador – ¿Y a qué dedicaría mi tiempo entonces?

Consultor – Pues… hombre…, a lo que quiera… salir a pescar, tocar la guitarra, beber cervezas con los amigos hasta altas horas de la noche…

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La foto en Flickr es de SpejoBlancoNegro.

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6 comentarios

Paco Camarasa 29/12/2009 - 11:38

Muy interesantes las reflexiones sobre el tiempo de ocio y de trabajo. Jodido es esto de no tener una división clara, impuesta desde fuera, entre tiempo de ocio y tiempo de trabajo.
Por ejemplo, cuando un librero lee ¿es ocio, estrabajo?.
Pero sobre todo organizate para volver a estar en BCNegra 2010, que está quedando muy interesante..

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Asier 29/12/2009 - 16:38

Esto me recuerdo que hay gente que se dedica a sumar y a sumar y otros se dedican a vivir y preguntarse porque otros piensan solo en sumar y sumar … 😉

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ortuellatik 30/12/2009 - 01:14

¡Jo, esta pagina engancha mas que el pornotube! zorionak bene-benetan hemen egiten ari zareten lanagatik, amets egiteko bi erreferente levando anclas eta consultorartesano

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Julen 30/12/2009 - 07:48

@Paco, ya están reservados cuatro días, del 5 al 8 de febrero. Pasaremos por Negra y Criminal. Por cierto, ¿dónde puede consultarse el programa de BCNegra?, ¿está en algún sitio disponible?

@Asier, ¿sumar? los hay que no piensan sino en… ¡¡multiplicar!!

@ortuellatik, ¿¿?? por favor, pornotube seguro que engancha más jajajaja

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Consultoría artesana en red » ¿Se pueden medir los proyectos en horas? 05/09/2011 - 07:02

[…] Balance de 6 años de consultoría artesana: sobre el tiempo y la gestión de proyectos […]

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Sostenibilidad y Equilibrio en Consultoría Artesana | Óptima Infinito | Innovación en Productividad y metodología GTD 17/01/2014 - 08:03

[…] que compartía Julen en su análisis de sus primeros seis años como consultor artesano. Este post en concreto no tiene desperdicio y a mí me llegó especialmente cuando decía: “Porque más horas, más […]

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