Google, Facebook y Twitter: el mismo capitalismo moderno

by Julen

¿Te acuerdas de las grandes empresas del siglo XX? Edificios que rendían culto a la transformación excelente de productos. Materia prima convertida en elementos tangibles que aportaban valor al usuario. Quieres desplazarte, aquí tienes tu coche; quieres estar cómoda, aquí tienes tu mobiliario; quieres embutir chapa, aquí tienes tu prensa; quieres hacer las cosas deprisa, aquí tienes tu robot.

El siglo XXI ha mutado. Grandes edificios sólo como imagen de marca y cuando interesa. Empresas que rinden culto a la persona que somos, a la que podemos o queremos ser. Un océano de confusión construido sobre outsourcing y offshoring. Empresas huecas que sólo son «plataformas». Lugares que sólo siguen teniendo un hilo común con el siglo anterior: ganar dinero. Pero eso ahora tiene que ver con nuestros corazones, con nuestro discurso, con nuestras emociones, con lo más hondo de nuestro ser, con nuestra alma. Y aunque no quieras, la estás vendiendo cada día.

Y la Administración se funde en una orgía multicolor con la empresa. La Administración también es hueca. Un lugar donde la clase política necesita vender sus logros para que cada cuatro años el pueblo los aclame vía votos. Nada que ver con una red distribuida. Sólo hay dos o tres colores y la lucha por el prime time es espectacular. La solución está en saber vender bien lo que hace. «Vender» es un término inherente a la política. Yo pensé que eso pasaba en los mercados.

Porque todo se construye sobre un mismo cimiento: sea lo que sea, no te lo puedes callar. Si no hablas, estás muerto. Google, Facebook y Twitter son lo mismo: enormes espejos que reflejan tu vida. Da igual que no hagas nada. Los espejos están dispuestos para que observemos tu imagen reflejada en ellos. Prueba a salir de la escena. No puedes. Estás encerrada, disfrutando de la libertad de compartir y decir quién eres. Cada vez que hablas, llevas megáfono incorporado. Y si callas, también. Porque alguien dirá que estás callada.

Los espejos son quien eres. No es ficción; es realidad. Ahora incluso es realidad aumentada. Eres el objeto de consumo, quien hace ganar dinero al nuevo capitalismo. Internet fue una red distribuida. Hoy es una arquitectura que favorece el gatopardismo.

Pero hay que vivir ahí, ¿no? Por eso tienes que dibujar el paraíso. Para convencerte de que eres feliz: compartes conversación, haces amistades, descubres oportunidades, expandes tu personalidad, recibes y das recompensa emocional, eres mejor persona. Este es el motor del capitalismo moderno. Ya lo dijo la revista Time hace unos años: You. Eso sí, olvidaron añadir algunas cosas por delante y por detrás, las que tenían que ver con el negocio, pero eso se daba por supuesto. No hace falta insistir en lo que ya es. Disfrútalo.

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La imagen en Flickr es de Loretahur y está aquí al lado; no hay que ir muy lejos.

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1 comentario

Comparatives de les configuracions de Facebook « Cristian Sánchez – Social Media 08/03/2011 - 14:21

[…] hi ha cap dubte. Com deien a Consultoría artesana digital estem davant del capitalisme modern que es nodreix de les nostres històries. Nosaltres contem una […]

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