A por la felicidad de la mano de las 5S, quién nos lo iba a decir

by Julen

Cuando aplicamos la metodología de las 5S en cualquier organización, sea en un taller industrial, en unas oficinas o en el soporte digital de la documentación, no hablamos de felicidad. Es evidente que no es el contexto para poner sobre la mesa esta cuestión. Preferimos hablar de eficiencia, de trabajar más a gusto, de desplegar una lógica que a veces con el paso del tiempo se va perdiendo. No, no hablamos de felicidad. No hablamos de que las 5S tienen que ver con tu felicidad. Quizá deberíamos.

Claro que cuando algunos conceptos del enfoque de 5S los trasladas a tu vida personal, las cosas cambian. Quizá ya conozcáis a Marie Kondo. En este mismo blog cité no hace mucho su bestseller La magia del orden para compararlo con otra propuesta superventas, El poder del desorden de Tim Harford. Ya sabes, en este mundo repleto de paradojas, te puedes aprovechar de una cosa y de la contraria. Todo depende del color con que lo mires.

El caso es que leía hace poco «El programa de Marie Kondo en Netflix me destruyó las vacaciones»: caos y orden en las redes sociales, un artículo de Santi Araújo en Genbeta, uno de mis blogs de cabecera. El texto comenzaba explicando lo siguiente:

Netflix empezó el 2019 estrenando el esperado programa de Marie Kondo, autora japonesa que ha vendido millones de copias de unos libros en los que propone vivir de una manera más organizada y rodeados solo de los objetos que importan.
En ‘Tidyng Up with Marie Kondo‘ acompañamos a Marie en su visita a diferentes casas de los Estados Unidos, en las que sus dueños necesitan un empujón para acabar con el desorden y tanto consumismo.

El artículo incide en las contradicciones a las que puede conducir una aplicación poco reflexiva de este tipo de metodologías. ¿Por qué? En el fondo de lo que se trata es de modificar hábitos. Y sí, se puede jugar con resultados espectaculares a corto plazo, pero la experiencia nos dice que lo difícil no es «implantar» las 5S (o como quieras llamar a esto de ordenar) sino mantenerlas. De ahí que haya quien, en pleno proceso de aplicar técnicas de Marie Kondo, se rebele contra la nueva lógica a la que conduce.

Creo que las 5S guardan cierta relación con movimientos como el decrecimiento. El punto de partida, al menos, es el mismo: nos sobra un número increíble de cosas. La primera de las 5S propone suprimir los innecesarios, esto es, aquello que no usamos o no prevemos usar en un determinado período de tiempo. Si echas un vistazo a lo que tienes a tu alrededor en tu casa o en tu lugar de trabajo te darás cuenta de que hay bastantes objetos que se han quedado a vivir contigo, pero que hace ya mucho tiempo que ni los has tocado. Pues bien, esos elementos innecesarios deben desaparecer. Los puedes tirar, vender, regalar o lo que quieras. Pero deben desaparecer de tu entorno. Solo están molestando.

Mari Kondo aplica ciertos conceptos de 5S pero, cómo no, le ha proporcionado un nuevo naming al asunto: ahora se trata del método Konmari. De hecho, asociado con estos estilos de vida consumistas en que nos movemos y que tienden a llenar todo nuestro espacio disponible, ha surgido una nueva profesión para luchar contra el enemigo. Es el caso, por ejemplo, de los servicios que presta Oihane Cantabrana desde su web Ordenatrix, en la que se presenta como organizadora profesional de espacios. Existe incluso una Asociación de Organizadores Profesionales de España AOPE: «los organizadores profesionales gestionamos la compleja relación entre elementos como espacio, mobiliario o tiempo, y los usuarios, para acabar con la desorganización y el caos que produce la falta de sistemas que los relacionen adecuadamente».

El origen de todo está, claro está, en Japón. Allí los estándares de limpieza y orden no tienen nada que ver con nuestro carácter. La distancia cultural es enorme. Toyota introdujo las 5S como una forma de incrementar la productividad en el lugar de trabajo. Todavía seguimos aplicando la metodología con la misma intención. Insisto, hablamos de «lugar de trabajo». Ahora bien, cuando cada vez hay más freelances y más coworkings y, además, cada vez vivimos en una vorágine de consumo tanto de información como de objetos materiales. Quizá hablar de felicidad tenga sentido si la sensación de caos y descontrol se ha extendido desde lo profesional a lo personal.

Ya veis, emerge un lado espiritual en las 5S o algo así. Un nuevo campo de trabajo. Tiempo al tiempo para ver si se consolida.

La imagen es de Newton grafitti en Flickr.

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5 comentarios

Iván 10/01/2019 - 05:14

Supongo que hay términos medios, pero lo que parece claro es que hay mucha gente que no está (estamos) al día de todo el sarao de las 5S. El otro día leí sobre lo de Marie Kondo en Netflix, y la verdad es que tengo curiosidad :). A veces, el estar en un medio como la televisión puede ayudar a la gente a ver cosas que le hagan hacer cambios que pueden serles de utilidad. Recibí durante las navidades el regalo de otro «método» en forma de libro, el método bullet journal, y la verdad es que aunque hay muchas cosas que parecen evidentes, a veces uno no se da cuenta de ellas hasta que las ve, las lee, o alguien se las muestra. Creo que en unos días me pongo a ver los capítulos de la amiga japonesa y a hacer mis 5S en casa, que siendo sinceros, creo que me hace falta 🙂

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Julen 13/01/2019 - 09:11

Las 5S o cualquier otra técnica para «administrarnos» siempre es útil. Yo soy de los que no comulga al 100% con casi nada pero sí creo que hay elementos en muchas de estas propuestas que nos pueden ser útiles. Cada cual tiene que encontrar las dosis adecuadas 😉

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David Sánchez 10/01/2019 - 14:01

La diferencia entre lo personal y profesional es cada vez más compleja de entender. Somos personas, no personas “personales” y personas “profesionales”.

Cada vez tiene más sentido hablar de integración de lo personal y lo profesional, en lugar de buscar la separación.

Por eso, las 5S, la efectividad, la organización,…, son aspectos (hábitos, aprendizajes, comportamientos,…) necesarios de integrar en nuestro día a día para ayudarnos, sobretodo, a vivir mejor

Como dices al final del post, veremos cómo evoluciona todo esto.

Un abrazo

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Julen 13/01/2019 - 09:18

Esa separación (o no) entre lo personal y lo profesional requiere un análisis profundo. Porque en un entorno económico que exige ultraeficiencia, lo profesional puede comerse lo personal. O, dicho de otra manera, lo personal puede acabar regido por criterios parecidos a lo profesional. Cierto que para quienes desarrollamos profesiones «liberales» (dicho en términos clásicos) quizá sea más sencillo entender que lo profesional viene de la mano de lo personal y viceversa. No sé, no es fácil. Quizá me haga falta escribir algo más a este respecto… para aclararme 😉

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Productividad en tiempos VUCA | Consultoría artesana en red 06/02/2019 - 07:16

[…] Ahora que el orden y la eliminación de objetos innecesarios ha ganado en popularidad de la mano de Marie Kondo, parece que se abre una ventana de oportunidad para dejar que se cuelen nuevos aires en torno a la […]

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