Apuntes en torno a la idolatría al dato y la tecnología

by Julen

idolo

Leo como botón de muestra un artículo en El País: Los trabajos que no te quitarán las máquinas. Tiene su tiempo, de finales de marzo pasado. Podría ser cualquier otro de los cientos que se empeñan en explicarnos qué futuro es el que debemos encarar para conservar el trabajo y no acabar tirados en la cuneta del empleo, expulsados por estas máquinas que cada vez hacen las cosas mejor que los humanos. Para que la zanahoria funcione su autora, Carmen Sánchez Silva, lo subtitula con lógica: Estos son los perfiles que reclama la digitalización de la economía y que tanto cuesta encontrar. Prepárate para cubrirlos.

Tengo la sensación de que el dato mueve ficha y gana. En realidad son humanos los que están por detrás de la jugada maestra. En busca del santo grial de la eficiencia máxima, las máquinas aportan, según parece, mayores garantías. Son el medio para el fin, el mejor recurso para que la cuenta de resultados luzca como merece. Entre tanto, máquinas son datos y la analítica y todo lo que la rodea se convierte en nicho de empleo. Eso nos dicen.

En el artículo que cito al comienzo de este artículo nos explican que el empleo de todos los empleos, el centro de la diana del futuro asegurado es eso de ser Chief Data Officer. Igual que tuvimos una dirección de marketing, comercial, de producción, financiera o lo que fuera pertinente, ahora vamos a tener una dirección de datos. Y la clave, por supuesto, está en llevarse bien con las máquinas que los analizan. El humano y su máquina, la mejor amiga del hombre. Olvida a tu perro, lo que vale es la máquina.

No hay más que ver el reciente estudio de EAE Business School, que asegura que los perfiles más buscados por las empresas han sido los comerciales, los ingenieros industriales y los expertos en big data. Pero los directores de recursos humanos que han participado en este informe sostienen que a dos o tres años vista la mayor oferta de empleo procederá del big data, la ingeniería informática y el marketing digital.

Data everywhere. No hay otra verdad. Todo es analítica y cualquier cosa que ayude en esa dirección tiene el éxito asegurado. Las humanidades supongo quedarán a la zaga de este nuevo cóctel. Bueno, conste que el mismo Castells escribió hace muchos años un alegato de defensa (en su caso) de la antropología frente a la propuesta ingenieril. Lo argumentaba diciendo que al final hay que entender la psicología y las pautas de comportamiento de las personas porque ahí es donde radica el negocio: en interpretar lo que la gente quiere y transformar esas necesidades en consumo.

A mí tanta insistencia en idolatrar el dato como nuevo maná de la eficiencia me tiene mosca. Desde luego que hay que andar atento a lo que viene de ahí. Pero hay que mantener activas las alertas y desarrollar una mirada crítica ante toda esta avalancha. Me suena a medios y no a fines, me suena a una conversación que necesita una visión política en el más noble sentido de esta palabra. Nos hace falta encontrar el sentido porque si no a lo mejor somos capaces de suicidarnos laboralmente con esta nueva colección de puestos de trabajo donde parece que está el futuro.

Sí, cada vez me queda más claro que vivimos con un exceso de idolatría hacia el dato. ¿Quién mueve los hilos? Nadie en particular, ¿verdad? A lo mejor hay que volver a leer Comunicación y Poder del señor Castells. Claro que esto te pone de los nervios porque como te creas solo la mitad de lo que cuenta…

La imagen es de felipe bascuñan en Flickr.

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2 comentarios

Amalio Rey 21/06/2017 - 21:17

Hola, Julen:
Como siempre, me lees los pensamientos y te me adelantas. Pronto voy a escribir un post sobre este temita tan recurrente de los datos y de las competencias más demandadas. Ahí hay mogollón de pensamiento-rebaño. Unos pocos dicen algo y el mundo mundial lo repite. Yo coincido contigo en que la aportación diferencial, el verdadero valor, va a estar en la capa cualitativa y humanista de la interpretación humana de los datos. Tendremos algoritmos para automatizar buena parte de la extracción y procesamiento de los datos, que se irán trivializando en forma de apps. Así que la clave estará en esa «capa humana», y solo humana, que es capaz de interpretar la complejidad desde una combinación de experiencia y conocimientos. Prontito escribo algo sobre eso.

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Julen 28/06/2017 - 06:35

Pues espero tu artículo, Amalio. Vamos en sintonía 🙂

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