Facebook, ese sitio donde las empresas pagan

A estas alturas de partido parece claro que conseguir impacto en tu público objetivo a través de Facebook implica pasar por caja. Si para un usuario de a pie la zanahoria sigue siendo la gratuidad, para la empresa se ha transformado en: llegarás a tu público objetivo… ¡pagando! Y lo coges o lo dejas. Pero eso de trabajar para disponer contenidos bien elaborados y capaces de atraer la atención por su calidad se ha convertido en blablabla. Vamos, que hay otra forma: publicidad y pagar lo que corresponda. Entonces Facebook te tratará -siendo empresa- como cliente de verdad.

Ayer lo escuchaba en una presentación de proyecto fin de máster en la universidad. Un chico que ha estado trabajando de forma intensiva con Facebook durante nueve meses lo tenía bien claro. Sí, se pueden hacer cosas. Hay que trabajar con contenido visual bien elaborado pero, al final, la triste conclusión es que hay que pagar publicidad. Así de simple.

El ecosistema Facebook se decanta por este modelo convirtiéndose en lo que antes fue la televisión o la radio o las vallas publicitarias. La diferencia puede estar en que esas vallas forman parte de la cotidianidad de la gente. Nos levantamos con ellas encendidas y nos acostamos viendo sus últimos rayos en las pantallas de nuestros smartphones. Ahí, en ese universo ¿paralelo? nos enteramos de lo que las empresas quieren vendernos. Junto a ello, con algoritmos que filtran la realidad, lo que que ciertas amistades publican.

El centro comercial Facebook reúne a nuestras amistades y los anunciantes. Quizá en el fondo se han mezclado pautas de comportamiento similares en unos y otros. Todo el mundo suplica sus migajas de atención. Quienes publicamos en Facebook y las empresas que necesitan vender para tirar hacia delante. Ahí nos damos la mano por captar atención. Eso sí, jugando con reglas diferentes, el usuario embelesado con la gratuidad de la herramienta -al margen del pago en especie que suponen nuestros datos- y las empresas pasando por caja.

¿Tanta historia para que las pautas de consumo se repitan como siempre solo cambiando el medio? Las vallas publicitarias de antes parecen ser el Facebook de hoy. Tremendos los avances de la sociedad en que vivimos.