3: Mojácar – San José

Día de bastante calor. Así que la costa se agradece porque aporta una brisa algo más fresca. Los kilómetros que hemos rodado por el interior desde Agua Amarga hasta Rodalquílar han sido de una chicharrina considerable. No sé si hacerle mucho caso al termómetro del GPS, pero ha llegado a los ¡40 grados!

Bonita la etapa de principio a fin. Mucha carretera pero sin excesivo tráfico. El primer tramo hasta Carboneras nos lleva por el interior donde la orografía se retuerce en barrancos que terminan en el mar sin aportar una gota de agua. Desde un alto se divisa la impactante mole del hotel que se ha querido levantar en la playa del Algarrobico. Hemos bajado para verlo de cerca. Pues si esto es progreso, me bajo en la próxima.

Carboneras vive pegado a su enorme planta de producción de energía térmica. Industria y calas paradisíacas bien cerca. Porque tras un breve repecho se llega al mirador de la playa de Los Muertos. Rectilínea, solemne, apartada. Allí está accesible por un caminito. A ver si aguanta de esa guisa.

Desde el acceso al mirador hemos subido hasta Mesa Roldán, donde una fortaleza y una antenas vigilan la costa. Agua Amarga queda abajo aunque no llega a verse. Regresamos por una pista rota hasta la carretera y desde allí a Agua Amarga. Avituallamiento líquido en una terraza junto al mar. Otro sitio con un encanto especial aunque se aprecia ya cierto movimiento de turistas. La Semana Santa cada vez más cerca, claro.

Continuamos ruta por una rambla para acceder a una zona de minas ya abandonadas. Desde una amplia planicie a doscientos metros de altitud se divisa a la derecha la imponente crestería de Sierra Alhamillla adonde iremos en un par de días. Seguimos hacia Fernán Pérez y el cortijo del Fraile, el que servía para ubicar la tragedia de Bodas de Sangre, de Federico García Lorca. Allí está abandonado a su suerte. Triste y solitario.

Por Rodalquílar y sus minas nos acercamos de nuevo a la costa. Se sube hasta el Mirador de la Amatista y ohhhhhh, ese mar azul inmenso ahí abajo. Vemos el saliente de la costa tras el que se esconde nuestro final de etapa, San José. Pero aún queda un bonito tramo tras Los Escullos, pegado a la costa por sus acantilados. Estupendo fin de etapa.

Parece que Miguel, nuestro compañero de ruta también anda por aquí. A ver si nos vemos…

Distancia recorrida: 81,6 km. Desnivel acumulado: 1.172 m. Tiempo de pedaleo: 5h 40min.

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Enlaces con material complementario

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