11: Pobes – Otxandio

by Julen

En Pobes tenía a mi disposición toda una casa de turismo rural de dos plantas y no sé cuántas habitaciones. El sol pegaba de lo lindo y secaba la ropa en apenas una hora. Los trenes de mercancías pasaban de vez en cuando, enormes, a toda velocidad. Anunciados, claro está, por el repiquetear de las barreras cerrándose. Pobes, en mitad de ningún lado, disperso, somnoliente.

Ninguno de los tres bares daba cena pero al final me arreglé con uno de ellos para comer un plato de spaghetti con tomate y queso rallado y un filete. Lo hice en una mesita clandestina fuera de la vista del público local. No entendí muy bien la jugada, pero acaté la propuesta y engullí mi comida bien asistido de wifi.

A las siete ya estaba dando pedales. He salido sin desayunar con la idea de hacerlo en Nanclares de Oca. El caso es que una vez allí he decidido seguir hasta el siguiente pueblo… y no había bar abierto… y he seguido al siguiente y tampoco. Y entre una cosa y otra me han caído 47 kilómetros sin desayunar. Hasta Murgia, a las once y cuarto, hemos aguantado. Moraleja: soy tonto.

El camino de hoy sigue siendo duro. Sin embargo hoy me he planteado ir despacio porque la etapa era larga. Los casi ochenta kilómetros hasta Otxandio había que digerirlos con precaución. Más si cabe después de la chapuza de venirme sin desayunar hasta Murgia.

La primera parte es zona de secano aunque enseguida se entra en zona de robledal y luego en terreno más despejado donde pastan ovejas, caballos y vacas. Y yo un poquito acojonado por si me encontraba con mastines. Pero no ha sido el caso.

En la bajada a Abornikano primeros hayedos. Magia, como siempre. Luego se sucederán más en las laderas umbrías. Secano, pino, roble, haya. La secuencia ha sido así.

En Murgia he repuesto fuerzas. Y he pasado por la farmacia. Tras preguntar a la dependienta y explicarle mi dolor de rodilla me suelta un «pues ni idea». Estupendo. Acabo comprando una rodillera sexy color carne para ver si funciona como placebo. Se me ha metido en la cabeza que no vendrá bien y ya se sabe cómo somos los humanos de tercos.

De Murgia quedan todavía 22 kilómetros hasta Ubidea y luego otros 8 a Otxandio. Paciencia y buena letra, suave suave. Subir y bajar y vuelta a lo mismo. Nada de pista facilona. Las bajadas exigen tanto como las subidas. No hay descanso. Así que la media final es de apenas 12 kilómetros a la hora y casi siete horas de pedaleo. Menos mal que iba suave.

Pizza en el bar de las piscinas en Otxandio porque la plaza está tomada por un montón de chicos que andan de campamento. De postre cerezas ricas ricas. Y así para las cuatro de la tarde ya estoy en la casa de turismo rural. Dos pastores alemanes se supone que vigilan. Deben ser buenos chicos pero sólo verlos intimida lo suyo. Vaya bichos.

Os dejo, que me estoy durmiendo mientras redacto el post. Mañana más. Ciao.

Distancia recorrida: 79,79 km. Desnivel acumulado: 1.692 m. Tiempo de pedaleo: 6h 41min.
< < Etapa anterior | Etapa siguiente >>

Enlaces con material complementario

 

Post generado desde smartphone.

Artículos relacionados

3 comentarios

Alberto Ibilbideak 29/07/2014 - 08:15

Estas en mi pueblo!
Te has librado, el domingo acabaron las fiestas.
Estoy mirando trenes para subir a Alsasua el 31 y acompañaros hasta Ataun.
Te voy informando.

Responder
Julen 29/07/2014 - 16:16

Ya se notaba el paso del ciclón por la plaza. Joder, qué miedo, me da que está fiestas son potentes jajajaja
Avisa si aterrizar por Alsasua. Me da que me he pasado con el etapón. No sé si no es excesivo sumar a la subidita a Aralar el entrante de Alsasua, miedorrrrr!

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.