10: Lalastra – Pobes

La tarde transcurrió tranquila en Lalastra. Eso sí, la terraza del bar siempre animada con una mezcla de lugareños y foráneos. Las moscas, también muy participativas, se hacían notar. Después de la colada, paseo hasta el parque recreativo y por la carretera que sale hacia Lahoz, en el fondo del valle. Y ahí en esa carretera descubrimos una curiosa procesión de hormigas que con sus huevos a cuestas parecían estar cambiando de domicilio. Tremenda la comitiva, que cruzaba el asfalto y se introducía entre la hojarasca para terminar junto a una gran piedra. Ya veis en qué pasamos las tardes…

Otro asunto que tuvo su gracia fue descubrir cómo un señor mayor en silla de ruedas eléctrica se levantaba rápido para ir a jugar la partida de cartas. Discapacitado, pero sin exagerar. Cuando hace falta se aprieta el paso.

El día ha amanecido espléndido. Poco después de las siete ya estábamos pedaleando para subir hasta la ermita de San Lorenzo haciendo una gran curva. El sol de esta primera hora del día nos dejaba ante un espectáculo grandioso. Los verdes de la hierba y los árboles se daban la mano con el gris de las moles rocosas.

Todavía había que subir algo más. El suelo de pura roca no hace fácil el pedaleo. Y peor aún si el camino se empina. Por fin toca bajar. Un senderito peligroso con mucha piedra suelta. Por favor, ni se os ocurra veniros con alforjas. No es un tramo largo pero hay que hacerlo con cuidado. La primera parte se puede hacer montado pero la segunda es sólo para muy habilidosos.

Ya abajo, fuera del parque, la ruta conduce hasta Herrán desde donde se coge el desfiladero del río Purón en sentido ascendente. En Herrán hubo fiestorro ayer y nosotros a eso de las nueve nos hemos topado con los típicos despojos humanos aun sin acostarse. Ahí me enterado de que el Cola-Cao no sirve para subir cuestas tras una profunda reflexión científica de botellón.

Desfiladero para arriba donde no hemos visto alma alguna caminando. Eso sí, las vacas hacían tapón en el sendero porque habían bajado a beber. Ellas también tienen derecho a su parte de sendero, faltaría más.

A partir de Villafría predomina el pino. Pistas y algo de carretera para acercarnos poco a poco a Espejo donde Alberto se vuelve para Orduña por carretera. En Barrio un pintxo de tortilla de patata recién hecha que se ha merecido repetición. Menos mal, porque el cuestón que venía después se las traía.

En Espejo el último refrigerio con Alberto en el típico bar-tienda de los de antes. Eso sí, las cosas juntas pero sin mezclarse. Cuando le he preguntado al señor de la barra si tenía plátanos me contestado muy digno que la tienda estaba cerrada. O sea una parte del mostrador abierta y la otra cerrada.

Ya en solitario desde Espejo la Tib toma el GR-1 hacia Salinas de Añana. Sube baja para acumular más desnivel. Por cierto, que me he confundido en una actualización de la altura y en vez de 500 le he puesto 5.000 metros. Debía ser el calor que ya me tenía un poco pallá. Así que hoy el desnivel acumulado que anotó aquí debajo es aproximado. De Salinas a Pobes he venido por la carretera; así que otro pedacín de Tib que me queda pendiente.

A ver si mañana paso por una consulta médica (la tengo al lado de donde me alojó aquí en Pobes) o bien por una farmacia. La rodilla derecha sigue molestándome mucho al andar aunque no encima de la bici. Ya se verá. Colada hecha, ropa seca, helado vespertino y post a punto de terminar. Tarde de domingo. Domingo de Transibilbideak. Todavía queda algo más de la mitad de ruta. Suave suave.

Distancia recorrida: 65,6 km. Desnivel acumulado: 1.650 m. Tiempo de pedaleo: 5h 21m.
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Enlaces con material complementario

• Datos completos de esta etapa en Garmin (error en altura)
• Todas las crónicas de la Tib en este blog
• Mapa con las fotografías geoposicionadas

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