12: Otxandio – Maturana

La tarde se pasó lloviendo. Cielo cerrado gris oscuro. Enfadado, el tiempo por aquí es lo que tiene: llueve en julio como lo haría en abril. Eso sí, nada de frío.

Cuento lo anterior porque se me ocurrió dar un paseo desde el agroturismo hasta el pueblo en el peor de los momentos. Parecía que el cielo me regalaba un claro pero nada más lejos de la realidad. Menuda chupa que pillé en apenas un kilómetro. Así que al llegar a la plaza de Otxandio cayó un Cola-Cao bien caliente. Y otra timba de ancianitas al lado. Deberían tener campeonatos interpueblos, como en pelota.

Tras aprovechar otro rato sin lluvia para pasear por el pueblo, acabé por comprar pan y embutido, además de fruta, y volverme para el agroturismo a cenar, esta vez sin llover. Resultó que hablando con los dueños de la casa, habían alojado en varias ocasiones a ciclistas. El año pasado tenían muy buen recuerdo del equipo belga que participó en la Emakumeen Bira. Claro que una de ellas era modelo. Y me enteré de que Galdós, un ciclista de cierto nivel de la época de Ocaña, Fuente y compañía, era pariente del dueño.

La gente de las casas de turismo rural se interesa por la ruta. Me pasó ayer y hoy también aquí en Maturana. Necesitan clientes y se nota. Frente a las dificultades que tuve para encontrar alojamiento de calidad en la costa, por el interior parece que la situación es diferente. No sé cómo acabará Transibilbideak (que parece que definitivamente se va a denominar TransEuskalherria) pero hay alojamientos que serían buenos colaboradores.

En fin, vamos con la etapa de hoy. Subida a Urkiola por pistas y senderos. Arriba el santuario y un paseo hasta el mirador. Y después camino del Anboto, para dejarlo a la izquierda emprendiendo otro bajadón hasta Oleta. Bonito, pero mucho barro.

¿Dije barro? Nada comparado con la fiesta que me he comido en apenas cuatro kilómetros camino de Legutio. Lo que prometía ser un paseo agradable junto al embalse se ha convertido en una bacanal de barro. Ni sé las veces que me habré bajado de la bici. Los pasos con barro se habían rellenado casi siempre con ramas colocadas transversalmente en el suelo, pero nada que hacer. Eran una auténtica trampa. En más de uno casi caigo en el lodazal. Este tramo en tiempos de lluvia tiene que ser casi imposible.

En Legutio sigo camino hasta Landa donde espero con tranquilidad mientras como. Espero a ver si se abre el día porque estamos todo el tiempo entre chaparrones. Por fin reanudo la marcha con cierta pereza. Lo que queda es puro paseo verano azul junto al pantano. Aprovecho una zona de servicios de acampada para lavar un poco la bici porque va coronada de barro.

Un último asunto. Hoy ha vuelto un nuevo «viejo» problema físico: se me carga el tibial anterior de la pierna derecha. Ay, qué pupas estoy hecho. Si no es una cosa, es otra. Me he puesto hielo y antiinflamatorios. A ver qué tal. Os dejo. Ya os enterareis mañana.

Distancia recorrida: 65,73 km. Desnivel acumulado: 1.167 m. Tiempo de pedaleo: 5h 00min.
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