El Carrusel Deportivo y la radio de los obispos

by Julen

Seminaristas jugando al fútbol - Ramón MasatsDesde luego que el trasvase de profesionales de la SER  a la COPE da mucho juego, más allá del que tiene que ver con el fútbol. Es un interesante observatorio para analizar hoy en día el sentido de la persona profesional, del equipo, de la marca, de un producto concreto, de lo que pesa o no pesa una «empresa». Cierto que todo ello mediatizado, valga la redundancia, por el poder mediático de un producto tradicional y de éxito como era el Carrusel Deportivo de la SER.

Antes de comentar nada en general, diré que a mí particularmente el formato del Carrusel me parece bastante casposo. Pero no cabe duda de que ha sido todo un fenómeno, punto y seguido lógico de ese deporte que es cosa de hombres. No hacen falta los anuncios de Soberano, porque la filosofía es la misma. Pasa el tiempo, pero hay cosas que sólo mudan la forma, no el fondo. Y el rollo Carrusel, con esas joyitas de macho macho man… pues, en fin. Y conste que de vez en cuando oigo el programita de furbo, cómo no. ¡Pecadorrrr!

Pero lo interesante del asunto es tener en cuenta qué pinta una empresa (emisora de radio en este caso) frente a un producto ya elaborado que incluye un ramillete de profesionales ya creciditos. Claro, la COPE ha atraído por sus valores, su misión y su visión a esta gente. Ha sido una cuestión de atracción fatal. Mejor con los obispos que con cualquier otro. Así que los del Carrusel allá que se van, imantados por la luz divina a su nueva casa.

Fíjate que me da que no. Que lo que pasa es que hay un producto, un equipo, un formato. Y claro que para rodarlo en antena necesita una plataforma. Llámese empresa. Pero no empresa en sentido tradicional. No. Aquí se trata de «empresa» como sitio donde una vez colocado el producto puede que resulten beneficios. Vamos, la empresa-instrumento, la empresa que hoy es una y mañana otra. Y sus valores o lo que sea… mejor los dejamos a un lado y hablamos de dinero, que es a lo que vamos.

O puede que no, que en el fondo sea una cuestión todavía más idiota, de gente que de repente se mosquea entre sí y: ¿Cómo?, ¿que no hay cojones? Pues te vas a enterar. Pues cojo y me voy con mi producto y mi gente a otra parte.

El equipo de profesionales juega por sí mismo, con sus filias, fobias y liderazgos. El producto viaja de un lado a otro en busca de quien quiera dar soporte. ¿No podría ser el antiguo Carrusel de la SER una empresa en sí misma? Eso sí, en su ecosistema necesita de otros agentes más arriba en la cadena de valor. Alguien tiene que tener tecnología y soporte para que la empresa-carrusel salga a antena. Pero no te olvides, que esa empresa (la SER, la COPE, EITB) sólo será un instrumento. Algo que uso porque no puedo tenerlo todo. Me hace falta, pero no creas que voy a defender tu ideario. Bueno, digo yo. Porque lo mismo el Poli Rincón o los hombretones del Carrusel se sienten más a gusto con los obispos. Que Dios los cría y ellos se juntan.

El Carrusel Deportivo de la SER se queda con ¿una marca vacía? Bueno, si no vacía, si medio vacía. O, casi vacía al completo, ¿no? Porque el producto «carrusel» no mantiene una forma tangible sino que resulta de conversaciones y gritos y testículos. Cosas de esas que juntas y revueltas conforman un producto difícil de repetir. La copia en este caso me temo que costaría lo suyo. Así que la marca, con perdón, lo mismo se va a la mierda.

¿O sea que ahora todos los furboleros del Carrusel se van a la COPE? Gran invento derivado de choques personales, según parece. Hay que joderse. Me temo que esto no figuraba en el plan estratégico. Ni en el de la COPE ni en el de la SER. Cosas que pasan, cenizas de un volcán islandés que modifican el escenario radiofónico. Pero no demasiado previsible, ¿no?

Tengo a medio escribir un artículo sobre la organización paradójica, tras el informe que hemos realizado sobre la economía abierta. Es lo que se me ocurre tras tanto asunto inesperado e incomprensible. Un día de estos lo publico. Pero es que no hago sino encontrar casos contradictorios  que surcan las turbulentas aguas de los negocios. Mejor reír mientras la SER denuncia a la COPE y los obispos corren tras el balón con la sotana. Ver para creer. Amén.

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La imagen es la famosa foto de Ramón Masats titulada «Seminaristas jugando al fútbol» y data del año 1959. Fue Premio Nacional de Fotografía en 2004, aunque quizá en la memoria reciente quede más cerca de La Mala Educación de Pedro Almodóvar, ¿no?

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2 comentarios

Ricardo_AMASTE 30/08/2010 - 21:39

Realmente, escuchando Carrusel, siempre pensaba que había cambiado el dial a la COPE (poli Rincón, Paco González y Guach deben estar encantados con el cambio). En la SER ahora ha quedado el sector mas jesuitico. Porque eso si, todos hijos de Dios, bien machistas y con un sentido hispánico ultra.

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Consultoría artesana en red » Matar la historia 06/09/2010 - 06:22

[…] Es moneda corriente la de negar el pasado. Pero también resulta imposible que no sucediera lo que sucedió. ¿Por qué empeñarse en no reutilizar lo que viene de atrás? Según comenta Nati, MQP continúa con Almudena Cacho. Mantienen el nombre del programa. Y Javier Vizcaíno parece que también lo va a seguir usando, esta vez en una colaboración para el diario Deia. Personas, marcas y empresas de por medio. Otro carrusel en marcha. […]

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