catosfera11

Digno de encomio el esfuerzo de las 2es Jornades de la Catosfera. Programa, ponentes, movimiento, todo un impulso colectivo. La catosfera, según la viquipédia, es «el món de blocs o univers de blocs de la comunitat o xarxa social catalana«. Se añade también: «La Catosfera la formen el conjunt de blocs escrits en català i la comunitat virtual que hi ha al voltant d’aquests blocs. El terme va ser inventat per Toni Ibàñez, blocaire català.»

¿Imposible el intento de contención del diálogo en torno a una geografía política? ¿Qué pegamento relaciona a un blog con otro y le confiere «sentido de pertenencia» a una entidad superior? Quizá son esquemas del pasado que cuesta aplicar a la participación en Internet. Pudiera ser que la única forma de detectar la pertenencia sea mediante la participación y que, por tanto, Alorza forme parte de la catosfera, como Enrique Dans, Odilas, Marc Vidal, Ramón Sangüesa, Dolors Reig o Cink. Sólo debieran cumplir un requisito: que ellos lo digan.

Reconociendo la realidad de redes heterogéneas donde la naturaleza de los nodos es diversa (personas, blogs, empresas, objetivos, tecnologías, administraciones y un largo etcétera) cuesta amalgamar una definición de identidad común que no parta de la libre adhesión de cada uno de esos nodos. ¿Formo parte de la euskofera? Pues la pregunta se diluye en un continente cuya geografía política es líquida, como lo son las conversaciones que delatan la presencia de una comunidad. Me siento más parte del sur de Islandia.

¿Qué une a las personas que están participando en las jornadas de la catosfera? Tremenda complejidad de motivaciones personales. Desde quien se sienta obligado a «figurar», hasta quien busque profundizar en una identidad colectiva que le genere bienestar consigo misma. El espectro de implicación es amplio y queda traspasado por varios ejes de interés, incluyendo incluso el de las leyes de mercado. ¿Es una feria donde dar la razón a Bauman cuando nos dice que nuestra sociedad ha endiosado hasta tal punto el objeto de consumo que nosotras, personas, nos hemos convertido también en sujeto de consumo?

¿Cuántas blogosferas existen?, ¿cuantas comunidades en Internet?, ¿con qué grado de cohesión? Tienden a infinito. Pero en ese viaje hacia la dotación de sentido colectivo, la geografía política es una referencia, no cabe duda. Por eso hay jornadas como la de Granollers. Un lugar donde las personas se desvirtualización, donde fluyen químicas particulares, donde surgen proyectos derivados de intereses comunes. Y todo ello a través de una paradoja que genera movimiento: la imposible catosfera.

Que la disfrutéis quienes andáis por allí. Os seguimos, cómo no, a un click de distancia.

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3 comentarios

Odilas 28/03/2009 - 16:18

Yo es que soy de la república independiente de mi blog y ministra de asuntos exteriores con la catosfera, la valencianosfera, la euskofera, la mundoesfera y todas las imposibles bendiciones que nos inventemos para (pobres mortales) sentir que trascendemos a nuestra insignificante individualidad.
«y tú de quien eres?», que decían en mi pueblo ;-), allí era fácil contestar, ahora, buff, qué pereza.

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Julen 29/03/2009 - 09:19

@Odilas, en cuidado que la república indendiente puede acabar ikeizada 😉 Por cierto, yo soy el hijo de la Nieves. Fácil de entender en el barrio.

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Alorza 29/03/2009 - 22:06

Hay una forma sencilla de entender la Catosfera, y muchas complicadas. La sencilla, tal como lo expresa Marc Vidal, es más o menos así:

La catosfera es un evento acerca de lo dospuntocero que se celebra en Catalunya. Siendo en Catalunya, su lengua vehicular es mayoritariamente el catalán. Forman parte del evento personas catalanas y no catalanas, que quieren aprender juntas.

Han sido días muy intensos. Ahora tengo que coger fuerza y distancia para hacer una crónica. Como siempre, lo que falló fue la wifi. Qué cosas.

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