Management a la deriva

by Julen

ignoranciaFueron clásicas las alabanzas que se hacían de los modelos descentralizados en las grandes corporaciones allá por los 80 y los 90. Unidades autónomas, minifábricas, unidades de generación de valor. Siempre la idea de hacer más pequeña la unidad de referencia para quienes trabajaban dentro de la gran empresa. Y llegamos a los equipos autogestionados y al «tú eres gerente de tu puesto». Siempre en busca del santo grial: del significado. El trabajo, en cuanto tuviera significado, proporcionaría a la persona -mejor, al equipo- el sentido de su vida.
Pero poco a poco las personas, seres hoy que vagan con su individualidad retorcida en pleno siglo XXI, empezaron a perder la conexión emocional con su actividad profesional. Las generaciones anteriores habían enlazado con el mundo laboral en una extraña simbiosis. Quienes conocieron el 41 pasaron hambre, quienes conocieron los 60 supieron de la masificación, quienes conocieron los 80 se enteraron de que los japoneses eran sinónimo de calidad y productividad.
Pero ahora muchas personas que no llegan a los 30 deambulan en busca de una identidad imposible. La macdonalización del mundo es el escenario que esconde laberintos personales repletos de trampas. Las empresas han sido capaces de mostrar su lado más cruel: te quiero cuando todo va bien, pero te echo a la basura cuando las cosas vienen mal dadas. Y llevábamos tiempo en que las cosas no venían mal dadas. La gente se ha ido incorporando a la actividad laboral en los últimos años provista de una individualidad líquida que se diluye en modelos empresariales que no hacen sino alimentar el desconcierto. Se juntan el hambre con las ganas de comer. Personas y empresas han roto vínculos. El delicado hilo que une a ambas partes no ha podido soportar tanta tensión. Ha reventado.
Nadie sabe nada en el momento actual. Ni Davos ni Obama ni los reyes de la estadística. Cada predicción es una farsa que continúa el juego del PDCA. Como no puede vivir sin P de planificación ni sin P de previsión, pues la invento, ya está. Elimino incertidumbre y creo una ficción jugando a las profecías que tratarán de autocumplirse. Es la extensión del juego del tarot al mundo empresarial: échame las cartas pero dime lo que quiero oír. Así parece que estamos jugando. El yo niño arrasa con el yo adulto y con el yo padre. Lástima que el juego sea tan cruel y lleve a tanta gente a la cola del INEM.
Mientra tanto, el estado se enroca y pide consumo nacional: el ministro correspondiente lo dice y Obama también. Impresionantes afirmaciones en el mundo glocal del siglo XXI. Si no lo veo y no lo oigo, no lo creo.
El management vaga a la deriva. No entiende, no sirven las reglas de siempre, no sirven las reglas de la innovación, no sirven las reglas del mercado, no sirven las reglas del esfuerzo y el trabajo duro. No hay reglas que sirvan. Las personas están desnudas frente a las empresas que han creado. Parece que hay que volver al principio. Pero ¿qué principio?
Lo único que tengo claro es que las personas necesitan colaborar con sus semejantes para que las cosas salgan adelante. Ahora es cuando adquiere pleno sentido la enorme paradoja con la que vamos a tener que salir a flote: realización personal y sentido del procomún. Y las empresas van a necesitar un propósito digno. Si no, va a resultar todo muy complicado. Quizá demasiado.

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La foto está tomada del fotolog de Naiara. Una preciosidad de fotos, por cierto.

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10 comentarios

Adolfo 31/01/2009 - 13:02

Curioso. Tu reflexión me ha llevado a pensar que las reglas del Management son como las de un Monopoly dentro de un gran Juegos Reunidos. Aplican un rato. Mientras nos divierten. Ahora ha tocado cambiar de tablero y ya no sirven para nada. Surgen las más clásicas y menos sofisticadas: estamos en un parchís o en una oca rudimentaria. Los padres de los demás divertimentos.
No sé cuanto más nos retrotraeremos en ese proceso. Pero, gracias por ofrecerme unos minutos de reflexión.

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Ion 31/01/2009 - 15:42

Ahora que el viento ha dejado de soplar y nos encontramos en medio del océano toca remar sin rumbo hacia quién sabe dónde. Pero eso sólo lo pueden hacer aquellos que han aprendido a remar. Todos aquellos que no lo hayan hecho se mantendrán en la bodega, esperando al siguiente golpe de viento, si llega…

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Iván 31/01/2009 - 16:01

Me gusto escuchar cuando Cancelo nos dijo en el MBA que los libros de Management caducaban muy rápido,al igual que sus teorías

voy viendo que mucha razón tenía,con el paso de (poco )tiempo las teorías ,muchas de ellas vistas como verdades absolutas,teorías que antesfu eron aplaudidas por todos en presigiosas escuelas de negocios,firmadas por gurus del Management de reconocido prestigio y comandantes en jefe de la estrategía y las finanzas de miles( millones?) de organizaciones ,de repente pasa que en el siguiente suspiro,en la etapa siguiente al bajar el puerto y empezar el siguiente( a veces hasta entra la pajara en el llano)no valen para nada,que todo o algo no encajaba en esa supuestas leyes perfectas

así que de repente cuando miro esas teorías,a veces encuentras que personas o emprendedores no siguen ninguna de esas leyes del Management , dejan llevarse sus impulsos,emociones,pasiones,y surgen prodigios empresariales que aparecen de la pasión de jóvenes imberbes en un garaje o habitación de Universidad etc,y esos son los que de verdad calan en mi

Barrabés,Ferrán Adría,o los tipos de Silicon Valley o de cualquier parte del planeta

como dijo alguno que leí en un libro( creo que de Gary Hamel) nuestro Plan Estratégico se llama HACER COSAS….

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Jaime Cuesta 31/01/2009 - 19:50

Que sean necesarios nuevos paradigmas de management no quiere decir que no sea necesario conocer y recurrir los antiguos. Cada cosa vale para una cosa diferente.

En estos tiempos que corren, como en todas las crisis, toca volver a las esencias que nos hicieron fuerte.

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Julen 01/02/2009 - 20:29

@Adolfo, creo que nos han cambiado de juego. ¿O lo habremos cambiado nosotros mismos?
@Ion, parece que el viento ha estado soplando fuerte, ¿verdad?
@Iván, pues venga, que hay mucho por hacer; no se hable más.
@Jaime Cuesta, pero a veces al volver a esas esencias descubres que lo que servía ya no sirve. A veces pasa.

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Jaime 01/02/2009 - 23:41

Julen,

No siempre coincido contigo, pero hoy no tengo más remedio. La gente «tiene» que desatarse de las empresas, y eso requiere autorresponsabilidad. Hace unos días comenté en otro blog que no creo que eso esté ocurriendo, ya vamos por tres millones de funcionarios, lo considero un síntoma de cómo la gente acepta y defiende la dependencia del Estado-papaíto como defensa ante la incertidumbre.

Diría que hay que empezar a pasar incluso de los sindicatos, que hoy más que nunca demuestran que no son más que la voz de su amo (cada uno tiene un amo identificable).

No, no y no, ésa no es la vía. Los ingredientes son valentía, conocimiento, voluntad para participar y ganas de mejorar el mundo. Y si el juego cambia, no importa. A lo mejor así tenemos más oportunidades de ganar…

Un saludo

Jaime

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Jaime Cuesta 02/02/2009 - 15:13

@Julen En efecto, darse cuenta de que vale y que no vale es hacer parte del camino para encontrar lo nuevo y de paso vacunarte para no repetir (o al menos bajar el riesgo) errores del pasado.

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María 06/02/2009 - 10:54

Hola Julen, estoy contigo y con los que te han hecho comentarios. Lo que comentas me hace pensar que cuando tenemos problemas, buscamos el «paraiso perdido», es decir, miramos hacia atrás, hacia lo que funcionó en el pasado (¿proteccionismo?).
Yo soy de las que piensan que cualquier tiempo pasado fué peor, creo en el progreso y no creo que hallamos perdido ningun paraiso (es un constructo mental que nos hemos creido). ¿por qué seremos tan cabezotas y en lugar de inventar nuevas reglas para los problemas nuevos, volvemos la vista a trás a buscar lo que funcionó? ¿ es que no somos conscientes de que lo que funcionó fué porque las circunstáncias eran otras?
Supongo que esto liga con otro artículo que escribiste sobre la incertidumbre, ante la incertidumbre, busquemos cosas que ya estan probadas. ERROR!!
Un besote a todos y hasta pronto.

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Lula Towanda 08/02/2009 - 12:35

Tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover a cántaros en el management (ponle música de Pablo Gerrero)
Preciosa la foto

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El Bar de Yoriento, un 1 de febrero: enlaces y blogs de la semana (441) | Yoriento 02/02/2014 - 21:10

[…] Obviamente, la crisis continua. Como dice Loretahur, parece que hasta está evaporando la nube (cloud computing). En FORMACIÓN Y TALENTO afirman que las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) podrían ayudar, pero la viñeta de Forges que acompaña el artículo parece mostrar lo contrario, o al menos hace pensar que la precariedad en el empleo vino para quedarse. La Bloguía de Empleo se ha presentado en el Search Congress de en Barcelona, y por allí estuvieron Senior Manager, Miguel y Juan. Si aún no lo sabes, incorporarse al proyecto es muy fácil, sólo tienes que pasarte por la Wiki de la Bloguia. Hablando de trabajo, leo las recomendaciones sobre cómo enviar el curriculum por email elaboradas por AGRUSAM, un blog sobre salud mental. Y es que corren tiempos confusos. Por ejemplo, para Julen, el Management va a la deriva: […]

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