Transgredir las normas para innovar

by Julen


Es evidente que, hecha la ley, hecha la trampa. Es evidente que donde hay normas, hay transgresores. Es evidente que la ley está, en buena parte, para no cumplirla. Los ejemplos más simples de que esto es así tienen que ver con las huelgas de celo. El estricto cumplimiento de la norma paraliza el sistema, lo hace inoperante.

El antídoto frente a la transgresión es la permisividad social. Y este es un terreno cenagoso donde no es fácil moverse, donde el riesgo de caer por un precipicio de sinrazón está ahí al lado. Pero no cabe ninguna duda: las leyes y las normas necesitan transgresión. La forma en que se transgrede define en muchas ocasiones un servicio excelente.

Ayer cuando escuchaba a Javier Currás explicarnos el caso de Galfor pensé muchas veces en que las empresas generan normas que saben positivamente que se van a incumplir. El sistema exige la norma, aunque no sé muy bien qué sistema. Las personas las transgredimos porque es la única forma de ser eficiente. Y el propio sistema tolera la transgresión porque la necesita.

Todo parece indicar que el pensamiento, la acción, la sociedad, si quieren ser realmente innovadores no tienen otro remedio que soportar una cierta vulneración de las reglas, una transgresión de lo acostumbrado. Cabría suavizar esa paradoja si añadiéramos que esa vulneración puede tener lugar dentro de unos límites, con el fin de asegurar la flexibilidad del conjunto. En ese caso se podrían definir unos corredores para la excepción que, como suele decirse, confirmarían la regla: carnavales ocasionales que subvierten el orden y las jerarquías, que incluyen el caos en el reino del orden y de ese modo lo estabilizan, desviaciones localizadas e inofensivas, espacios de rebeldía que no inquietan en exceso al conjunto…

Es una reflexión de Daniel Innerarity con la que no podía estar más de acuerdo. No sé hasta qué punto nuestras organizaciones están preparadas para aceptar las zonas de desviación y de marginalidad. Parece que definimos estructuras para reducir la incertidumbre, pero en el fondo, son estructuras que ahogan las posibilidades de innovación.

Necesitamos las normas y necesitamos transgredirlas. Lawrence Lessig en su mediático Free Culture afirmaba que una sociedad no puede sentirse constantemente transgresora de la ley (refiriéndose a la vulneración de derechos de copyright). Su propuesta tiene que ver con modificar la norma. Son dos opciones: entrar en la ley porque ésta se modifica o vivir fuera de ella con suficiente grado de aceptación social. La primera opción parece lógica, la segunda ilógica. La primera es lo que hay que hacer. La segunda es lo que hacemos. Me temo que no hay solución.

Quizá sea una cuestión de recursividad: normas que conducen a la transgresión como camino para generar nuevas normas que serán transgredidas. Es el cartel que invita a lo que no quiere que suceda. ¿O sí?

El cartel, claro está, es un pequeño guiño a mi amigo Telémaco.

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14 comentarios

M@k, el Buscaimposibles 16/04/2008 - 13:40

Delincuente…

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xabi 16/04/2008 - 18:56

me ha encantado el post… 🙂

da qué pensar…

…y no sé por qué pero me viene a la cabeza ‘lost’:

‘Don’t tell me what I can’t do!!’

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Telémaco 16/04/2008 - 19:18

Aunque en mayo del 68 era sólo un niño, por lo que cuentan, los estudiantes parisinos ya pintaron en muchas paredes una posible solución: «prohibido prohibir».

Pero yo estoy más cerca de tu opinión y la de L. Lessig. Son necesarias las leyes para mantener la estabilidad y su transgresión para no bloquear la adaptación a los cambios en el medio.

Al fin y al cabo la naturaleza hace exactamente eso (en la mayoría de los casos las mutaciones son letales, pero en promedio, contribuyen a la diversidad genética de la especie).

Lo que es paradójico y absurdo es que el punto de vista del sistema sea: «Tú transgrede tranquilo, que si sale bien nos haremos los suecos, y si sale mal ya nos preocuparemos nosotros de cortarte la cabeza» (frase prácticamente literal escuchada personalmente por un servidor de los labios de «la parte contratante» )…. aunque ahora que lo pienso… eso es exactamente lo que hace la naturaleza. 🙁

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Juanan Ruiz 17/04/2008 - 13:02

Excelente reflexión. Aunque lo parezca, no creo que en el fondo haya tanta contradicción en todo esto. La sociedad necesita la norma, mucha gente necesita la norma, pero la norma, como todo, se gasta y se queda obsoleta. Entonces hay que cambiarla, los primeros que lo intentan lo pagan caro, pero crean una corriente imparable, hasta que la norma cede, entonces cambiamos de norma y vuelta a empezar. Progreso y estabilidad, ambos son necesarios.

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Anonymous 17/04/2008 - 13:08

¿subliminal apología del anarcoliberalismo empresarial?

Huele mal..

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Julen 19/04/2008 - 06:20

m@k, y con qué gusto.
xabi, gracias. Decirle a alguien que no puede es provocar conductas muy diferentes. No es la frase, es la persona que reacciona.
telémaco, la parte contratante ha perdido el norte hace mucho tiempo por lo que comentas.
juanan ruiz, suena lógico lo que planteas. La cuestión es por qué tantas veces insistir en la norma si la innovación viene de su transgresión.
anónimo, mí no entender.

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alycie 20/04/2008 - 14:24

No hay normas.
Entonces, lo que hace la gente, es lo normal y ya está hecha la norma, por defecto.
Hay dos extremos en la norma: el privilegiado que no la sigue, por ser privi-leg-iado, por atender a sus propia norma, como la nobleza; y quien la supera, las hace inaplicables, como es la aviación y la gravedad, de la que se sirve para vulnerarla.
EStá claro que cuando cae un avión, como en el caso Whisky, Romeo, Zulu la gravedad reclama su quebranto, como dice Telémaco
Os recomiendo la película realizada e interpretada por el mismo piloto de LAPA.
¡Salud!

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alycie 20/04/2008 - 14:29 Responder
GUILLERMO DIAZ 21/04/2008 - 16:08

Las normas se dictan en los estados democráticos, en busca del interés común y con el propósito de que sean cumplidas.

Cuando unos pocos las incumplen han de ser sancionados y por suerte para el sistema, es un porcentaje pequeño de ciudadanos el que incumple.

Cuando esas normas empiezan a ser transgredidas en mayor número, quizá lo que está ocurriendo es que necesitan una adaptación a las nuevas situaciones sociales y entonces lo que hay que hacer es denunciarlas y provocar el necesario cambio.

Transgresir porque sí, seguro que nos llevaría al caos total.

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arnes64 06/05/2008 - 06:15

En mi país (COLOMBIA), la realidad supera la fantasía (realismo mágico),la necesidad hace surgir la creatividad… hasta hace unos años, los repuestos de algunas máquinas eran caros o de difícil consecución, en una zona de la ciudad los fabricaban completos a buen precio, solo se necesitaba la pieza dañada.
Acá la informalidad y el no cumplimiento de las normas es una forma de vida, el colombiano promedio vive en el desempleo o en el sub empleo… del popular rebusque, con hambre el respeto de las normas y las leyes se vuelve «RELATIVO»…o comes o respetas las normas, un ejemplo (de muchos) compramos en los semáforos películas de estreno a 2000 pesos (como 1.30 dolares) a personas que sobreviven con esta actividad, usadas por los piratas que de verdad se lucran), si eres afortunado y tienes un trabajo no calificado ganas mensualmente un salario mínimo (500.000 pesos, 250 dolares aprox), con 3 o 4 niños (poca planificación familiar)… compras un peli, sientas a los niños en casa… si vas al cine gastas: 90.000 pesos en entradas, 15.000 en trasporte y habrías gastado el 20% del salario mensual???…
los dilemas morales, el ser transgresor por pilatuna no va…
las normas sirven con igualdad y bienestar… en el tercer mundo todo es mas difícil, pero no nos quejamos y vamos para adelante contentos y con la cabeza en alto… los buenos somos mas…

el colombiano inventa todos los días como llegar a mañana dignamente…

Responder
Anonymous 21/08/2008 - 23:49

¿subliminal apología del anarcoliberalismo empresarial?

Huele mal…
…………………………….

dice un forista, yo tengo la nisma percepción y mi generación lo ve desde los ’60, (antes no tengo recuerdos), pero es empresa en mi experiencia el 85% de los casos es liderada x el estado, como en Argentina desde los ’70, y hoy, más que nunca, no olvidemos uno de los últimos discursos del presidente «Chasman».
«jóvenes…transgredan…transgredan…transgredan…» él sabe muy bien, que quienes podemos tener inquietud por informarnos no somos aceptado en su «Ejército», de ahí que además del tema de la droga, sumó, entre otras cosas como mantener siempre el país al vilo de la locura, meter lo más posible «púa» con el tema del «proceso», con el que los jefes montoneros fueron aliados encubiertos, y él directo, no olvidemos que de gobernante «nada», es un empresario usurero, que cobra los cheques de personas que después van a poder girar en descubierto.

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Anonymous 21/08/2008 - 23:52

¿subliminal apología del anarcoliberalismo empresarial?

Huele mal…
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dice un forista, yo tengo la nisma percepción y mi generación lo ve desde los ’60, (antes no tengo recuerdos), pero es empresa en mi experiencia el 85% de los casos es liderada x el estado, como en Argentina desde los ’70, y hoy, más que nunca, no olvidemos uno de los últimos discursos del presidente «Chasman».
«jóvenes…transgredan…transgredan…transgredan…» él sabe muy bien, que quienes podemos tener inquietud por informarnos no somos aceptados en su «Ejército», de ahí que además del tema de la droga, sumó, entre otras cosas como mantener siempre el país al vilo de la locura, meter lo más posible «púa» con el tema del «proceso», con el que los jefes montoneros fueron aliados encubiertos, y él directo, no olvidemos que de gobernante «nada», es un empresario usurero, que cobra los cheques de personas que después van a poder girar en descubierto.

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Anonymous 21/08/2008 - 23:54

¿subliminal apología del anarcoliberalismo empresarial?

Huele mal…
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dice un forista, yo tengo la nisma percepción y mi generación lo ve desde los ’60, (antes no tengo recuerdos), pero es empresa en mi experiencia el 85% de los casos es liderada x el estado, como en Argentina desde los ’70, y hoy, más que nunca, no olvidemos uno de los últimos discursos del presidente «Chasman».
«jóvenes…transgredan…transgredan…transgredan…» él sabe muy bien, que quienes podemos tener inquietud por informarnos no somos aceptados en su «Ejército», de ahí que además del tema de la droga, sumó, entre otras cosas como mantener siempre el país al vilo de la locura, meter lo más posible «púa» con el tema del «proceso», con el que los jefes montoneros fueron aliados encubiertos, y él directo, no olvidemos que de gobernante «nada», es un empresario usurero, que cobra los cheques de personas que después van a poder girar en descubierto.

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Consultoría artesana en red » El poder de la ilógica 27/11/2010 - 06:40

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