Las modas del managament

by Julen

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Bueno, aquí estamos de nuevo para escribir un post. Tras darle un par de vueltas, finalmente he decidido escribir un post semanal, los miércoles. Esto, además de los posts de los domingos y los que lleguen cuando hagamos rutas en bici. Así pues, el «barbecho» que anunciaba se queda de momento en esta programación. Dicho esto, vamos con el artículo, hoy centrado en las modas que giran alrededor del management, que haberlas haylas y tienen sus consecuencias.

En buena parte, todo tiene que ver con colocar en el mercado una serie de propuestas que actúan en parte como elemento renovador de la gestión pero que, en parte, muestran también un lado oscuro. Me explico. De sobra es sabido que este mundo de constante bombardeo mediático, hay que conseguir captar atención y esto cuesta lo suyo. De ahí que las nuevas propuestas, los avances e innovaciones, no solo deben serlo sino parecerlo. Y como detrás de la gestión de las organizaciones (el management) hay negocio, la escena es siempre la misma: alguien propone, otro huele a negocio y aparece el boom mediático que comentaba.

Fijaos en términos como:

  • Modelo de negocio, con el canvas de Osterwalder y sus miles de derivados presentes hasta en la sopa
  • Industria 4.0, como quintaesencia del futuro y que distingue a quien tiene esperanza de quien está proscrito: o presentas algo en línea 4.0 o estás acabado.
  • Coaching y todo su elenco de subproductos lanzados a captar emociones, sensibilidades y todo lo que huela a desarrollo personal y de equipos.
  • Transformación digital, como manera de intentar captar todo lo que implica la irrupción de lo digital en su más amplio sentido en las organizaciones.

Podíamos seguir con una lista que se nos alargaría sin dificultad. Para saber qué es moda y qué no bastaría con echar un vistazo a las propuestas de las grandes consultoras transnacionales (o las que aspiran a reproducir su modelo en escala más pequeña). Ahí hay materia para extraer conclusiones, como supongo que también podríamos hacer echando un vistazo a la oferta de las escuelas de negocio. En estas dos cazuelas hay carnaza para consumo masivo: sí, no queda otra, para decir que gestionas tienes que introducir en tu esquema mental algo de lo que se cuece ahora mismo. Todos lo hacemos, vivimos del momento y el mercado nos conduce a una cárcel de la que vivimos.

Las modas van pegadas al negocio. Y supongo que el negocio se puede enfocar desde diversas actitudes, siguiendo la famosa curva de difusión de la innovación popularizada por Rogers: habrá lead users que proponen los nuevos conceptos, early adopters que enseguida los siguen, una mayoría que después se apunta al carro porque no queda otra y un grupo de rezagados, que llega cuando (casi) todo el mundo participa ya de la fiesta. Ley de vida.

Entiendo que las modas sirven. Insisto en que se pueden leer en positivo como divulgación de ciertos aportes que casi siempre encierran algo de positivo. Pero también muestran el lado más vacío de las propuestas de gestión: basta con llenar el panfleto de turno de las propuestas calientes del momento y tira millas. Por eso hay que mantener cierta distancia crítica.

Termino recordando un caso, el de Mol-Matric, una cooperativa catalana con la que colaboró Alfonso Vázquez y sobre la que escribía esto (el subrayado es mío):

¿Dónde está el secreto? MOL-MATRIC es una de las experiencias más impactantes que he vivido. Con Ester Vidal, participé con ellos en un proceso de reflexión estratégica y transformación organizacional, que culminó en una nueva estructuración de la organización y el trabajo. Pero todo era diferente a lo habitual: en MOL-MATRIC no se utilizan las herramientas de gestión habituales, el concepto de estrategia es completamente diferente al habitual, al tiempo que se toman decisiones de enorme importancia con una asombrosa fluidez.

Lo que estaba detrás era la deconstrucción (esta palabra también está de moda, por cierto) de muchos de los esquemas con que se suele complicar el management. Disfrutar, hacer las cosas de un modo natural o «igualar» poder eran las claves del éxito de esta empresa, de la que se habían apropiado sus trabajadores. Quizá sea todo más sencillo de lo que pensamos y las modas solo emergen al servicio del negocio de la artificial complejidad del management. Por cierto, con relación al caso de Mol-Matric también os recomiendo la lectura de este artículo de Borja Lastra: Poder, deseo y capacidad de decisión.

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2 comentarios

Venan 25/01/2017 - 16:46

Vaya, pues resulta que no te podías aguantar sin compartir tus pensamientos, me alegro y estoy encantado de tener al menos una pildorita los miércoles.

Yo adopté el «acompañamiento» de marca personal de «coaching digital» gracias a mi amigo @Ray allá por 2009 que me dijo que él me veía así, que era el término que definía el trabajo que yo realizaba en mi día a día.

Desde entonces me ha venido acompañando, pero como bien dices, se ha convertido en una moda dentro del mundo de la consultoría, pero como nosotros vamos independientemente de las modas, me voy a tomar la libertad de mantener mi «lema» acompañando a mi orgullo de lucir el «aprendiz» junto a él.

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Julen 25/01/2017 - 18:44

Esa relación profesional que establecemos con gente que se mueve a nuestro alrededor es necesaria y muy sana. Que lo llamemos «coaching», bueno, da lo mismo. El fondo de ese tipo de vínculos es algo para nada asociado a una moda. Ha sucedido, sucede y seguirá sucediendo. Porque nos define como humanos.

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