Mesa limpia para empezar el día

by Julen

despejadoA medida que uno va cumpliendo años necesita, me temo, más rutinas para sentirse a gusto. Sí, ya sé que debería autocultivarme una mayor flexibilidad, pero también es cierto que hay que convivir con las manías que se han quedado a vivir con la persona que cada cual somos. No conviene estar en guerra con ellas. A mí, por ejemplo, me gusta comenzar la mañana con la mesa limpia. Ese vacío me transmite tranquilidad.

Es curiosa la relación con el desorden que cada cual mantenemos. Siempre digo que me tengo por persona capaz de convivir con él. Bueno, más que convivir con el desorden lo que acepto es la impredecibilidad de muchas de las cosas que acontecen. Pero eso no está reñido con una actitud de «limpieza» e «higiene mental» ante esa realidad que se impone.

De hecho, de los mejores consejos que he leído sobre organización del trabajo personal es ese que recomienda dedicar los diez últimos minutos de cada jornada a repasar lo que vas a hacer el día siguiente. Asegura que llegas por la mañana con un trabajo ya realizado y que sabes por dónde empezar. Pues bien, acompañar a esa rutina de los últimos diez minutos con dejar limpia la mesa de trabajo es la guinda del pastel.

Sí, por supuesto que mis manías se extienden también a lo digital. También necesito ver el escritorio vacío. Nada de accesos directos, aplicaciones o lo que sea. Nada, conjunto vacío. Bastante se suelen complicar las cosas para que regale a la habitual larga lista de tareas más munición con la que agobiarme. Si el panorama está despejado, si no hay tráfico en las inmediaciones, me parece que tengo más aire para trabajar con mayor relajación.

Ya, claro que esto son manías de gente mayor. Ya te digo que sí. Lo voy notando porque el inmisericorde fuego enemigo de aplicaciones y más aplicaciones para hacer lo cotidiano me tiene reventado. Llevo años suscrito a Genbeta, que es como mi periódico de cabecera para repasar de forma rápida qué va saliendo por ahí. Diossss, qué locura, no hay forma de encontrar la paz.

Por eso, quizá por eso, me empeño en simplificar. Mesa vacía, cabeza despejada. Paz, sin prisa. Nada en el horizonte que presione. Al menos es el espejismo con el que me gusta jugar cada mañana. ¿Tú también tienes truco?

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3 comentarios

Eveline Rodríguez Cuesta 15/05/2013 - 07:11

Buenos días, Jule. Reveladora tu reflexión. Comparto tu respeto por las manías, y coincido en tu recurrente, mesa limpia. Concluí hace tiempo que la lucha diaria contra las manías, cosas de la edad, era batalla perdida y respetar el impulso que te lleva a ellas, salud emocional. Saludos desde la Ría de Huelva.

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Eveline Rodríguez Cuesta 15/05/2013 - 07:12

Ups!. Perdón, Julen, te cambié el nombre.

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Josu O. 18/05/2013 - 10:47

No tengo truco y creo que cada vez me hace falta más alguno.

Voy a hacer Copy & Paste del tuyo. A ver que pasa.

Por cierto, recibido tu saludo a través de Pilar. Eskerrik asko! Eta goraintziak zuri ere!

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