Acertar con la idea de negocio por aproximaciones sucesivas

by Julen

Dardos 2Mi experiencia profesional me dice que son las conversaciones la mejor manera de ir moldeando un buen proyecto empresarial. No me cabe ninguna duda de que solo incorporando ideas de las demás personas el proyecto se hace más robusto. ¿Cuántas de esas ideas puedo decir que «poseía» por mi propio análisis? Unas pocas, la verdad es que unas pocas. El resto, la inmensa mayoría han surgido al poner en contacto el proyecto con oídos ajenos.

¿Pueden copiarte la idea? Por supuesto, pero la complejidad es tal en la oferta de un servicio de valor añadido que la copia, lo siento, no va a ser perfecta ni mucho menos. No se nos aplica la ley de la copia perfecta. Estamos protegidas contra esa copia que quiere «robarnos» la idea. Claro, hablo de servicios, de contacto directo entre personas, de pasión colocada en una actividad, de sonrisas, de afecto, de disfrutar con lo que hacemos. ¿Te parecen buenos sistemas anti-copia?

Creo firmemente que el mejor laboratorio es el que tiene las puertas abiertas. Más que laboratorio es el mercado, son nuestros grupos de interés, nuestros clientes y proveedores. El laboratorio sale de sí mismo porque el testeo de producto/servicio sucede… ¡en la realidad! Esa idea amasada durante días y días dentro de las cuatro paredes de oficina corre riesgo de gangrenarse. O le da el aire o enfermas con ella.

Muchas veces tengo la sensación de que la gente se autopresiona por tener éxito con el lanzamiento del producto o servicio al mercado. Yo también estaría así si no tengo testeos previos. Si el día D es el día en que, por primera vez, le da el aire a mi gran invento, yo también -lo reconozco- estaría como un flan. Me la juego, vaya si me la juego. Tanto tiempo cociendo el guiso como para que ahora me digan que me he pasado con la sal.

Por eso me gusta mucho más abrir el proyecto desde el principio y buscar conversaciones naturales. Eso incluye a competidores u organizaciones que podrían serlo. ¿Suena raro? Bueno, ¿con quién vas a hablar? ¿Con quién no es como tú?, ¿con quién no ha pensado tener un negocio bastante parecido al tuyo? No queda más remedio: hay que hacer que corra el aire desde el primer día. A veces, por cierto, encuentras gente que -como tú- se enamoran de la idea.

¿Ciencia ficción? Compartir es salud, es higiene, es aire fresco. No compartir por el miedo a que se apropien y te roben la idea es una presunción que pudiera no ser cierta. Es como un control final sobre un producto en una cadena de fabricación. ¿Y si el producto ya ha sido testado a lo largo del proceso? ¿Para qué necesitamos una inspección final? Si esa inspección me dice que el producto es conforme, ¿no he desperdiciado recursos? Cada inspección final de un producto aceptado es dinero tirado a la basura.

Vivimos de juntarnos con gente con la que hacemos química. Y la química es un poderoso pegamento… que solo tiene efecto cuando dos elementos quieren contactar. Si los elementos no se aproximan no hay pegamento que pueda unirlos. Yo me fío de las sensaciones. Vas hablando de tu proyecto y vas encontrándote con gente a la que le brillan los ojos cuando te escucha. Ahí hay química. Tú verás cómo la usas. Las empresas que montamos lo son por personas que tenemos una forma de hacer las cosas. Encontrar a quien las hace de manera similar es una subida de adrenalina. Pero hay que contar lo que hacemos.

Es el principio de todo. Si no compartes, tú te lo pierdes. ¿El qué? Puede que competitividad. Puede que pierdas competitividad.

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15 comentarios

Juanjo Brizuela 11/04/2013 - 06:28

Amén…

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Alberto 11/04/2013 - 08:29

¿Y por qué no es así?, ¿será la formación?, ¿será la (falsa) idea de la individualidad?, ¿será el miedo a compartir y mostrarse?, ¿será ….?

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Julen 15/04/2013 - 05:31

Yo creo, Alberto, que nos han enseñado a proteger demasiado nuestras ideas empresariales. En general, creo que se vende en exceso la idea de que la competitividad pasa por esconder su saber hacer y ponerlo solo (teóricamente) al servicio de tus clientes. Cualquier otro enfoque suena extraño. Pero ahora, en los tiempos actuales, la pregunta es ¿no ganamos más por compartir que por proteger? Cada cual tiene que responder y ver qué gana y qué pierde. Yo tengo claro que en mi caso particular, por ejemplo, compartir es lo que me ha hecho salir adelante. Al menos, una de las grandes razones.

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Mak 11/04/2013 - 09:20

¿Poseemos las ideas, o las ideas son islas a las que llegamos o llegan ellas a nosotros y nos poseen?

En Matemáticas hay conjuntos de cosas,que podemos entender como objetos sobre los que actúan «otras cosas», operaciones matemáticas. Pero a veces es legítimo y útil ver esa relación al revés (si son «espacios duales»): los objetos pueden actuar sobre las operaciones. Creo que con las ideas y nuestros procesadores internos de información pasa algo parecido.

Así que a lo mejor una posible respuesta a Alberto sería cambiar nuestro punto de vista, y dejarnos ser los objetos de las ideas 😉

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Alberto 11/04/2013 - 19:39

Pues siguiendo con tu comentario, Mak, sería pasar de poseedores (propietarios) a poseídos (instrumentos) lo cual significaría bajar el ego hasta el suelo, ¿verdad? o entenderlo de un modo diferente

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Mak 12/04/2013 - 14:42

Exacto, o pasar de un ego personal, ¿a uno colectivo? A ver, que seguro que leísteis a Jung… 😛

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Julen 15/04/2013 - 05:38

Eso fue en tercero de carrera, repasaré los apuntes… 😉

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Julen 15/04/2013 - 05:36

Sí, puede ser exagerado. Pero no está mal la propuesta en el sentido de relativizar nuestro supuesto poder…

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Julen 15/04/2013 - 05:34

Pues no sé, Mak, no sé si esa «objetivación» que propones puede ayudarnos a relativizar el peso que nuestro pensamiento tiene. Es un giro copernicano. Pero sin irme al extremo de que seamos la parte «pensante» únicamente, sí creo que hace falta relajar el supuesto poder con que nos vemos. No se si me explico…

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Ángel Millán 11/04/2013 - 15:13

Ciertamente Julen, el problema es cuando lo intentas una y otra vez pero la gente de este pueblo o tal vez esta zona es reacia a ello. Toda una carrera de obstáculos…

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Julen 15/04/2013 - 05:35

Ya, Ángel, es importante buscar los puentes que te unen con lo cercano. No me cansaría de intentarlo. Al final siempre aparece gente que sintoniza. Ahí también la hay. ¿No es mucha? Bueno, nadie dice que sea mayoritario nuestro punto de vista. Simplemente que es uno, quizá algo diferente al habitual. Pero necesitamos hacer las cosas junto a la gente que nos rodea. Ánimo 🙂

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Charo Marcos 14/04/2013 - 20:50

Estoy de acuerdo con lo que planteas Julen. Cuando hago encuentros con emprendedores, precisamente para hablar de idea de negocio, tomo como referencia esta frase de Bernard Shaw: «Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana, e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas.» Las ideas son importantes pero sacarlas adelante implica tanto esfuerzo y saber hacer que esa experiencia subjetiva finalmente es la que hace que esa idea salga adelante. Un abrazo y gracias por tu escribir

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Julen 15/04/2013 - 05:49

Charo, ahí está, para mí, una de las claves: no se puede comparar la transacción física de objetos con el intercambio de ideas. Las ideas no se pierden, se enriquecen con el contacto. Y esa es la clave: enriquecerlas para que nuestras empresas funcionen bien.

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Isabel 15/04/2013 - 11:53

Química, pasión, brillo en los ojos… Con tus ideas o con las de los demás, las ideas no son de nadie y sin esos brillos compartidos, probablemente no serían nada. Suelo encontrarme muy a gusto entre tus reflexiones pero en esta más aún si cabe. Lo grande nos tenía ideológicamente invadidos como sociedad pero entre todos vamos sumando (esos puentes que decías el otro día). Es la fuerza de lo pequeño de la que hablaba José Luis Sampedro con el ejemplo del drago. 🙂

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Conclusiones del taller sobre empresa abierta en el CADE Huelva | Consultoría artesana en red 17/04/2013 - 06:23

[…] tenemos más cerca y luego con territorios algo más alejados. Como comentaba hace unos días, las aproximaciones sucesivas hasta llegar a mejorar nuestra idea de negocio pasan por comentar en estos círculos nuestro proyecto. No puede ser que le trabajo sea en […]

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