Warning: Undefined variable $post_id in /home/consult2/public_html/wp-content/themes/soledad-child/header.php on line 50
Big Data: relájate y disfruta mientras te violan – Consultoría artesana en red

Big Data: relájate y disfruta mientras te violan

by Julen

Requiem for analogic lab 2Big Data está de moda. Ya que lanzamos al ciberespacio toneladas de información digital de todo tipo, alguien tiene que aprovecharse de ello, ¿no? Ahí, en ese estercolero digital, hay máquinas especializadas en escarbar y separar el grano de la paja. Los datos son de tal volumen que si hay capacidad para analizarlos, échate a temblar por lo que van a saber de ti y de mí. Por cierto, antes de seguir, muy buenos los dos artículos que José Luis Rodríguez ha escrito en Territorio Creativo al respecto: Big Data, la galaxia de los datos y Big Data (2): el nuevo combustible de la era digital. Eso sí, yo no vería solo el lado maravilloso y los beneficios que reporta esto del Big Data. También hace falta otra mirada, mucho más crítica. Porque hay un lado oscuro en todo esto.

Hace ya unos años que leí Smart Mobs, de Howard Rheingold. Allí recogía ideas, entre otra gente, de Cory Doctorow y en uno de los capítulos introducía esa idea de las «ovejas que cagan hierba«. Traducido a humanos representa la idea de que somos personas que comemos información y la defecamos. Pero, siguiendo con el símil un tanto escatológico, el problema es que la defecación se ha licuado. Se ha convertido en una diarrea que parece no tener fin. Hay quien quiere medirla, pero en realidad, la avalancha es tal que no sé si merece realmente la pena.

Big, bigger, the biggest. Va a haber que buscar nuevos adjetivos para la hipérbole, para la desmesura, para lo descomunal. Pero, ¿de qué datos hablamos? De todos, de todos. Se juntan datos de sensores de todo tipo que se pegan a los objetos y hacen omnipresente la internet de las cosas con lo que tú y yo vomitamos en twitter, facebook o por cualquier otro orificio de la web social. Y a esto le añadimos todos esos artilugios pensados para que cada acto de compra tenga traza digital.

¿Qué podemos hacer? Creo que hay tres opciones. Una primera es aprender mucho de cómo funciona ese mundo y con tecnología tratar de generar armaduras digitales que te protejan. Claro que eso es para una élite comprometida y tecnófila al ciento por ciento. Una segunda opción es la del sentido común. No te pases en tu extimidad; no hace falta que sepamos tanto de ti. Esta opción también pasa por ser consciente de dónde compartes tus cosas, porque no es lo mismo en tu casa o en casa ajena. Y una tercera opción es la de relajarte y disfrutar con todo esto viendo más oportunidades que amenazas: cuanto más sepan de ti mejor servicio puedes recibir. De hecho esta es la gran paradoja.

Un pequeño asunto delicado de todo esto es el para qué se quiere extraer información de los datos. Los datos, datos son. Medirlos y hacer estadística es asunto neutro. Lo que no es tan neutro es el uso para el que estés extrayendo información de esos datos. Por ejemplo, analizar los datos sin cuestionar el origen. Resolver problemas de tráfico contando con no reducir, por ejemplo, el número de coches que circulan. Renunciar a que sea la intermediación humana la que resuelva un conflicto sino que sean las máquinas quienes lo hagan, tirando de estadística.

El volumen de los datos cambia, me temo, el enfoque que debamos aplicar. Más sensores, más tweets, más actualizaciones de estado en cualquier red social, más transacciones económicas vía tarjeta de crédito: todo esto no es neutro. Es la mierda que cagamos los humanos y que las grandes máquinas empresariales aceptan como materia prima para su eficiencia. Me temo que todos estamos enmierdados. Unos por difundirla sin pudor y otros por un afán económico que crece en avaricia a cada instante al capturar mejor nuestros deseos.

Somos estadística. Y aquí el asunto delicado es quiénes y para qué utilizan los datos estadísticos de lo que somos y hacemos. Porque si continuamos en busca del santo grial de la ultraeficiencia, a lo mejor hay que eliminar a los elementos menos competitivos del sistema. Y estas cosas, si avanzas por ese camino, te ponen la piel de gallina. ¿Miedo? No, miedo, no; pavor es lo que puede producir.

Pero no pasa nada. Mete la cabeza bajo tierra, levanta el culo y disfruta. Es una opción. Perdón si hiero sensibilidades.

 

Artículos relacionados

4 comentarios

Antonio Galindo 09/08/2012 - 09:37

Pues la verdad es que no sé con cual de las visiones quedarme, si con la de José Luis o con la tuya. Pensándolo detenidamente tus palabras dan pavor, si a esto añadimos la indefensión que la ley nos proporciona, además de que siempre va por detrás de la tecnología, el futuro no pinta muy bien, en lo que a este tema se refiere. Como siempre las élites sacaran provecho, tecnológicamente mejor preparadas, o cuanto menos sabrán reaccionar, siendo él y de los mortales pasto de los datos.

Responder
Julen 10/08/2012 - 04:49

Es que me temo, Antonio, que estamos ante una paradoja: hagamos lo que hagamos vamos a acabar pensando si es correcta nuestra postura. Argumentos los tenemos para refugiarnos en diferentes rincones 😉

Responder
Capas y capas de información… que ¿ocultan el producto? | Consultoría artesana en red 26/11/2012 - 06:04

[…] economía de servicios El futuro se llama Big Data y ya he comentado por aquí que hay que andarse con ojo. El futuro se escribe con “i” de información. Más allá de las personas son los […]

Responder
Relájate y disfruta: te controlan | Consultoría artesana en red 10/06/2013 - 04:56

[…] que, relájate y disfruta mientras leen tus correos. ¿Y en nuestra empresas? Pues más de lo mismo. Podrán acceder a lo que cruzamos en […]

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.