Senderos oficiales y caminos tradicionales

by Julen

Trilho Lagoinha8Bueno, se ve que estoy de vacaciones, ¿no? El blog también se ha tomado un respiro. Tiempo hay para todo. Ahora disfruto de un paréntesis aquí en una isla de Azores, Terceira, lugar algo perdido de los caminos habituales, supongo.

Entre la TransAndalus y los trilhos (senderos) de Terceira, hay una curiosa conexión: la que tiene que ver con el uso de los caminos tradicionales. Aquí en Azores se «explota», como en Canarias, el senderismo. Caminos balizados y catalogados de acuerdo con su grado de dificultad, suponen una oferta para los turistas que queremos conocer el terreno que pisamos de una forma más tranquila y detallada.

La TrasnAndalus también recupera el trazado de vías pecuarias y senderos. Y es que los caminos son para transitarlos y no hay mejor forma de mantenerlos que pisarlos día sí y día también. Pero es curioso el enfoque tan diferente de ambos proyectos. El sendero «oficial» ha recibido bautismo de la Administración y forma parte de la oferta turística. Aquí en Angra do Heroismo, capital de la isla, la oficina de turismo te «agasaja» con un potente cuestionario de satisfacción acerca de los trilhos que has recorrido. Supongo que las cosas tienen que ser así, pero aleja cualquier tipo de emoción, a no ser que sea para quejarte de algo que de veras no te ha gustado.

La red de senderos aquí es bastante potente. Folletos descriptivos de cada uno de ellos, señalización a través de paneles informativos, marcado bien mantenido y específico de color rojo y amarillo: todo para que no te pierdas, todo para que sea predecible, todo para que desarrolles una buena experiencia. Y, en parte, así es.

Trilho Lagoinha18Hace un par de días recorrimos un sendero precioso (pdf en inglés accesible). Una parte a través de auténticos túneles entre la laurisilva y otra parte entre hortensias que delimitan el sendero. Arriba un lago espectacular perdido entre la vegetación… hasta que oyes voces y descubres a un grupo de unos 30 senderistas franceses con un cierto alboroto que se gritan cosas entre ellos cual adolescentes desbocados. El tránsito solitario desemboca en una pequeña multitud allí donde te resulta más extraño.

Por eso puede ser que los caminos tradicionales pierdan encanto al convertirlos en senderos oficiales. Pero estas contradicciones forman parte de nuestra vida a principios del siglo XXI. Los senderos oficiales te ayudan a conocer mejor el terreno que pisas, pero no son la única forma de acceder al medio tradicional. Claro que aquí somos simples turistas y es nuestra vitola oficial, la que portamos por la forma en que llegamos y el tiempo que vamos a pasar aquí. Somos simples turistas.

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6 comentarios

m@k el buscaimposibles 16/08/2009 - 10:56

Y encima te quejas,ainss… Felices vacatas

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Julen 16/08/2009 - 13:12

@Mak Es que hay que ver cómo somos, no nos da gusto ni Errol Flynn jajajaja
De todas formas, de veras que es espectacular llegar a un sitio perdido en el monte, entre la niebla, lago oscuro entre vegetación desbordante… y ¡zas! jauria humana vociferante. Ya me gustaría verte en Monroy con ese sarao 😉

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M@k, el Buscaimposibles 25/08/2009 - 13:19

Pues eso es lo que pasaba todos los primeros días de la visita… cuando vnían visitas a ver a mi abuela…

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Iñaki 27/08/2009 - 22:27

Este año nos hemos decidido por Madeira para nuestras vacaciones. Curioso lo que se parecen en este sentido a las Azores: paisaje parecido (esas hortensias podría encontrarlas en Ribeiro Frio); levadas en lugar de trilhos; mucha gente en los puntos clave de los senderos más transitados… y una cierta decepción por buscar un cierto desencanto al encontrarse a 25-30 personas en algunos lugares incomparables.

Está claro que es inevitable, cuantas más facilidades se den, más gente accedera a recorridos a píe (tradicionales o no). Esperemos que no se acaben convirtiendo en Pamplona en sanfermines.

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Julen 28/08/2009 - 10:13

@Iñaki, Madeira me pareció «mucha» isla. Me gustan cosas más entrañables 😉

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Consultoría artesana en red » 10 días en una isla para querer ir a otra 14/11/2011 - 05:34

[…] La isla a pie es otro asunto. El tamaño se agranda sobremanera. La orografía contribuye a que las distancias sean más largas que la simple línea recta. Además, los caminos se retuercen entre la laurisilva y bordean los muretes de piedra siguiendo lógicas extrañas. Pero a pie la isla adquiere aspecto más humano. […]

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