Seth Godin publica Expertise and Passion. En el artículo muestra su opinión acerca de lo que supone mezclar «pasión» y «saber hacer» en una actividad profesional. De ahí podemos derivar un montón de intersantes reflexiones, no cabe duda. El tema da para mucho. Entre otras cosas, dice allí:
It’s more important that you be passionate about what you do all day than it is to be passionate about the product that is being sold.
Give me someone with domain expertise and the passion to do great work any time. Belief in the mission matters (a lot!), but it doesn’t replace skill.
Best of both worlds: someone who has passion (and skill and insight) about their task and passion about the mission. The latter can never replace the former. Organizations staffed with sports fans or true believers worry me, because they often use their passion as an excuse for poor performance. What worries me more are the employees who have neither expertise nor passion.
Desde luego que encontrar gente que «conecte» con su trabajo es fundamental. Pero, «conectar» es una decisión personal. Cada cual conecta con lo que le interesa. ¿En cuántas ocasiones sucede que las personas tienen el trabajo que quieren y están «conectadas» con él? Inmersión en la realidad: ¿un 1%?, ¿un 5%? Vale, vale, ya sé que me veis optimista. Dejadme que me explique 😉
La «conexión», desde mi punto de vista, necesita cuatro condiciones a la vez. Ninguna de las condiones puede obviarse. O se dan las cuatro o adiós a la conexión emocional.
- Lo que tu empresa hace -su objetivo, misión, visión o como lo quiera llamar- te gusta, te atrae. Puede tener que ver también con el producto o servicio que aporta a la sociedad. Hablamos del «qué» de tu empresa.
- La forma en que tu empresa hace las cosas te gusta. Hablamos de sus sistemas de gestión y toda esa parafernalia. Es el «cómo» de tu empresa. Lo ves interesante y sintonices con esa manera de hacer las cosas.
- El trabajo en sí que llevas a cabo te gusta. Percibes tu contribución al conjunto, te das cuenta de que tu trabajo sirve, que hace falta para que las cosas salgan adelante. Se trata del «qué» de tu actividad profesional.
- La forma en que haces tu trabajo te gusta, te sientes bien con los métodos, con el campo de juego del que dispones. Esto tiene que ver con aspectos personales, ya que diferentes personas se sienten cómodas con diferentes formas de hacer las cosas. Hablamos, por supuesto, del «cómo» del trabajo que llevas a cabo.
Así pues, mi tesis es que las cuatro condiciones son necesarias. Por tanto, si consideramos esos cuatro ingredientes, ¿en cuántas casos va a ser posible la conexión? Seamos realistas: el supuesto del 1% es optimismo desenfrenado por mi parte.
11 comentarios
¿Y cómo te sientes tú? ¿Estás conectado con tu trabajo de consultor artesano? Te lo pregunto porque cuando intento aplicar esos conceptos a mi actividad de consultor, veo que existe una cierta conexión irregular, como la de un canal de radio que te gusta pero es difícil de pilar bien. En la medida en que conectar es voluntario, ¿no basta con esa voluntad recompensada con unos eventuales momentos de conexión total? Porqué una conexión plena y continua, entonces, ni al 1% alcanza.
Y perdona las preguntas impertinentes del comienzo, pero quiero creer que existe cierta conexión entre tú y tu trabajo y serviría para ilustrar la tesis.
Buen año, Julen.
No hay que ponerse tan exigente. Es como el sexo, que está muy bien aunque los orgasmos apenas duran unos segundos. A veces basta con un lugar «donde la vida deponga sus espinas».
Yo creo que las personas, por naturaleza somos de apasionamiento fácil. Pero el paso de los años nos va «puliendo» y finalmente tiramos la toalla y nos conformamos con situaciones de vida gris («la vida es así» – es la frase que más me enfurece-).
De todas formas, me parece que los que escribimos y leemos por aquí, somos algo rebeldes. Queremos ir más allá. La vida es también como la escribimos. No sé en qué porcentaje mkl, pero no dedicaríamos tantas horas a contar y compartir lo que hacemos y cómo lo hacemos, si no nos apasionara. Y tú eres uno de los mejores ejemplos de la tesis.
Me da la impresión de que cuando entramos en las arenas movedizas de las pasiones y las motivaciones y otros conceptos difusos, la conversación se vuelve intensa pero imprecisa. Esto cercano a las opiniones de Miguel y Alberto: el interés y la implicación por nuestro trabajo cotidiano, como casi cualquier otra faceta vital, viene determinado por esas satisfacciones discontinuas o reforzamientos intermitentes, como queramos llamarlo.
Creo que el análisis motivacional tendría que hacerse a unos niveles más concretos y menos conceptuales. Muchos trabajadores están a gusto en sus empresas simplemente porque lo que aportan recibe valor en esas empresas, como tú dices, perciben su contribución al conjunto, y eso pequeño gran elemento de satisfacción influye positivamente en todo lo demás, por poner un ejemplo.
Dándole la vuelta a tu tesis, creo que a veces un 1% de satisfacción relacionado con un determinado factor puede ser más que suficiente para crear una cierta pasión o implicación generalizada.
Hemos empezado el año apasionados, a fe mía 😉 Qué bien¡
I agree
Estuve mucho tiempo conectada. Lo malo fue la desconexión, (no la de ahora, una mucho anterior)
[…] Pasion y trabajo (tags: motivación trabajo) Share This […]
Hoy comentaba con un compañero de trabajo, y sin embargo amigo, de los antiguos como han cambiado las cosas.
Pese a que teníamos que salir a las 3, por no se todavía que razón nos han dado permiso los pocos jefecillos que estaban (los jefes de verdad ya se habían ido o ni siquiera habían venido) para marcharnos sobre la 1.30
Nos ha salido a los dos el abuelo cebolleta que todos llevamos dentro y me ha preguntado, te acuerdas cuando empezamos (lo hicimos casi a la vez y en mi caso coincidiendo con los inicios de la empresa aunque con otra directiva) de como días como hoy nos teníamos que ir a ultima hora de la tarde y casi a escondidas, con nocturnidad alevosía y una especie de vergüenza por irnos.
Lo realmente increíble es que los dos lo decíamos con añoranza.
@mkl, siempre creo que me marché de una gran empresa para tener más control sobre lo que hacía. Cuando bajas a persona=profesional entonces todo es más sencillo. Y, como todo en la vida, vamos pasando por momentos valle y momentos álgidos. Pero sí, creo que estoy enchufado. Y no sólo depende de mí. Hay mucha gente a mi alrededor a la que le debo mucho, muchísimo.
@alorza, llevas razón: cada cual se marca niveles de exigencia diferentes y ensalza o no su actividad profesional. Amplia es la campana de Gauss.
@odilas, es evidente que nos gusta compartir. Si no, no escribiríamos en blogs ni abriríamos nuestro trabajo como lo hacemos. Y esto no obvia para que haya otras personas que se sienten cómodas con otros comportamientos. De todo hay en la viña del señor, que diría mi madre.
@Yoriento, es evidente que al hablar de personas, hablamos de diferencias individuales. No hay vuelta atrás. Pero también es cierto que el afán de muchas empresas de «enganchar» a sus trabajadores pasa sobre ellos como un rodillo: todos a una como Fuenteovejuna. Y claro, ahí hay problemas. Si alguien se contenta con ese 1%, bienvenido sea, pero, como decía antes, que cada cual asigne al trabajo la importancia que quiera. A partir de ahí, quizá mi artículo no tiene mucho sentido. Sería una simple generalización.
@Lula, la desconexión es una fase. Luego las cosas siguen avanzado y aquella desconexión queda como un vago recuerdo y se va diluyendo como un azucarillo. No conviene dejar zonas de nuestro disco duro para ese tipo de miserias.
@Mercurio, creo que quienes escribimos por aquí, llevamos todos un abuelo cebolleta dentro 😉
Teniendo en cuenta que llevo ya varios años desconectado de mi verdadera pasión y trabajando en otro campo totalmente lejano a ésta, puedo decir, así y con todo, que estoy contento con mi trabajo (aunque haya días en los que me tiraría por la primera ventana que encontrara abierta, claro -je, je-).
Hubo un día en el que, dadas las circunstacias, me decidí a aplicar aquello del «quiere lo que haces, aunque no hagas lo que quieres» que decía Sartre. Creo que es un factor a tener en cuenta: la actitud con la que afrontas tus obligaciones/responsabilidades.
Al fin y al cabo, con todo lo que nos queda por aprender en esta vida, el hecho de encontrarte, de repente, trabajando en un campo en el que todo es nuevo y diferente debe ser considerado como un reto verdaderamente apasionante.
Creo que hay que ser perseverante y seguir buscando,aprendiendo de todas las etapas,creo que a la primera de cambio es (casi)imposible dar con la diana y apasionarse,pero hay que seguir insistiendo,creo que tarde o temprano aparecen( las personas y los proyectos que pueden apasionar a una persona),aunque esto choca bastante con el conformismo,y lo ve + ligado a emprender retos,proyectos etc
me identifico mucho con esa palabra,pasión,que he oido entre otros a Antonio Cancelo y a Koldo Saratxaga,el caso es que a veces esa pasión es muy complicada poder trasladarla a números y encuadrarla en los standards tradiconales de una organización jerarquica y al uso
ayer de cervezas por mi Oviedo natal, un viejo amigo hizo la pregunta,¿ te gusta lo que haces,en lo que curras ?eramos 3 chicos y una chica con formación universitaria los 4, pues me atreví a decir que me motivaba lo que estaba haciendo,lo que hacía y lo que iba a hacer,y dije que no me guiaba por la pasta en eso,pero que echaba el resto y me apasionaba lo que estaba metido,no ha sido siempre así,pues en el pasado he estado bastante puteado y tenía que aceptar siempre lo que un jefe me mandará hacer( obedecer porque si ),pero les dije que en las pasadas semanas me quedaba hasta las 12 o 1 de la madrugada elaborando y pensando en el proyecto del 2009,quizá me guiaba una Pasión y una visión ,ni idea
[…] Pasión y trabajo […]