La empresa, territorio inhóspito para la web social

by Julen


En la empresa, al menos de momento, todo es menos divertido. Quiero pensar que la alegría existe, pero cuesta encontrarla. Los trajes le dan seriedad, los objetivos tensan las relaciones, la retribución distancia amistades. La empresa no es habitualmente ese lugar donde uno se hace risas. No es el lugar donde uno se relaja, se divierte y ve la parte agradable de la vida. No. Con el sudor de tu frente (elige sudor físico o psíquico) te ganarás el pan. Maldita gracia.

La web social es ahora la superación de un primer momento lleno de tecnicismos. La web social democratiza contenidos, igual que Von Hippel consideró que la innovación se democratizaba por el acceso de los usuarios. Pero para entender por qué esto de la web social es bien difícil de hacer realidad en una empresa, planteemos algunos arquetipos en estas complejas relaciones entre usuarios, gente de sistemas de información y dirección. No pretendo suplantar la capacidad de Lula Towanda para captar prototipos humanos, pero dejadme hacer un pequeño ejercicio. Es sólo una sencilla cuestión de lógica.

En el lado de los usuarios podemos distinguir a los siguientes:

  1. El «no me funciona», que se siente atacado e injustamente tratado por la tecnología. A él no le funcionan las cosas que a otras personas sí les funcionan. Misterios de la cristiandad.
  2. El «no sé» es un espécimen en versión deteriorada del anterior. No sólo no le funcionan las cosas, sino que nunca sabe cómo salir del paso si no es con ayuda de la gente de sistemas.
  3. El delincuente, ese potencial enemigo al que le gusta vivir peligrosamente. Cree que sabe y es inconsciente de los peligros a los que se expone. Es capaz de hacer doble click en un fichero ejecutable recibido vía correo de un remitente desconocido.
  4. Nancy cacharritos, que pasa las tardes del sábado en el Media Markt, PC City o similar. No suele llegar a fin de mes, pero tiene smartphone, ipod y lo que se tercie. Además, mete chapa a los amigos que no veas. Pesao, que es un pesao.
  5. El dos punto cero, que se empieza a ver y que es una especie en observación. Todavía no se sabe cómo será su evolución en territorio empresa enemigo. Atentos a las pantallas.

Después tenemos a la gente de sistemas de información, donde suelo observar estos arquetipos:

  1. Los MS-DOS, que son personas muy dignas, que estudiaron Cobol y conocieron métodos prehistóricos de la informática de la segunda mitad del siglo XX. Sí, existen y están ahí. La web social es una creación del demonio, desde su punto de vista.
  2. Los felices, que viven al margen del sistema, en un lugar idílico donde la tecnología campa a sus anchas. Son incomprendidos por el poder, pero su ensimismamiento les permite rodearse de un cierto halo bonachón.
  3. Los del camino de ida y vuelta, que han desarrollado dos variantes. El «sí, pero en tu casa», que admite las buenas intenciones de los usuarios pero que con una sonrisa les dice que allí en la empresa no. Después está el «no, y deja de joder», a quien ya se le perdió la sonrisa hace mucho tiempo. No está para bromas, que bastantes incendios tenemos. Es la versión policía chunga del sistema. Represión. Perdió la ilusión de vivir.
  4. Los que todavía están de ida y que no han recibido suficientes varapalos. Es sólo una cuestión de tiempo hasta caer en la cuenta que allí en la empresa, mejor vas con cuidado y no te das tantas alegrías.
  5. Los que estudian psicología a través de su interacción con los humanos usuarios. Es una vocación tardía pero descubren que esas máquinas del demonio las usan humanos. No cabe más remedio que entender a los humanos para que esto funcione. Hay algún caso y quizá se extienda el planteamiento.

Por último, el tercer estamento involucrado es la dirección, el equipo directivo. Aquí encontramos estos estereotipos:

  1. El torpe y que no quiere, que incluso muestra en ocasiones con orgullo su estupidez. No sabe y se vanagloria de que no sabe. Ve en su torpeza digital una ventaja competitiva ya que no la caga con ningún powerpoint. Simplemente, no sabe hacerlos.
  2. El torpe, pero que quiere dejarlo. Es consciente de su torpeza y quiere dejar esa droga, pero le cuesta horrores. Cabe la posibilidad de que recurra a su hijo pequeño, pero como no se lleva muy bien con él, sufre más aún. Hay que tener paciencia, porque reconoce su enfermedad y eso siempre es un buen predictor de recuperación.
  3. El torpe y que no lo sabe, potencial destructor de consecuencias imprevisibles. A su evidente torpeza une una cerrazón completa para admitirlo. La gente al verle empieza con sonrisitas socarronas y acaba con mofas de escándalo. Peligroso, muy peligroso.
  4. El que piensa que Murphy es un tipo que trabajo en el departamento de sistemas. Hace horas extras incluso. Es la persona más eficiente de ese departamento. Cuando ellos dicen que será una hora es que serán cinco… para no acabar resolviendo bien el problema. Cuando ellos dicen que serán 6.000 euros, multiplica por cuatro o por cinco. No hay escapatoria. No puedes fiarte nunca de los de sistemas. Es de los directivos que con mayor frecuencia encuentras.
  5. La esperanza blanca. Ronda el 1% de los directivos. Saben que algo está pasando y mantienen una actitud atenta. Dales mimos.


Estos tres estamentos, usuarios, gente de sistemas de información y directivos, cruzan influencias y anidan rencores los unos para los otros. La web social en este escenario es pura utopía. No digo que no vayamos a ir cambiando, pero seamos conscientes del territorio que pisamos. Deduce tú misma cómo funciona el patio si encuentras gente de ésta. Por eso, la web social es mucho más fácil de comprender fuera del entorno empresarial.

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7 comentarios

Andres 14/05/2007 - 08:11

Buenísimo.

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Pablo Portugal 14/05/2007 - 19:45

una verdadera web social «democratizada» existirá cuando todos los tecnicismos actuales dejen de serlo para los 3 actores: usuarios, TICs y directivos.
Excelente post!

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Telémaco 15/05/2007 - 08:08

Muy bueno!
Quizás con los números 5 de cada estamento… pero claro que si quieren sobrevivir en el entorno empresarial deben ocultar sus habilidades.

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Lula Towanda 15/05/2007 - 17:05

Magnífica síntesis de las faunas humanas. Un auténtico triangulo de las Bermudas.
Me he recreado sobre todo en el vértice de los directivos que son el auténtico tapón.
Creo que deberías desarrollar más este tema y hacer unas matrices habilidades/responsabilidades.
Si no tuviera la espada de Damocles del Master te daba la réplica.

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Julen 16/05/2007 - 03:49

Gracias por las alabanzas. Lula, a mí lo que fascinan son las profecías autocumplidas de desastre de muchos directivos. Dicen que esto de las tecnologías no vale para nada… y de tanto decirlo acaban por fundir todas las buenas intenciones que hubiera de por medio. Conste que a veces me parece que la naturaleza es cabrona y ataca al más débil (torpe): o sea, al directivo.
andres, tus videos sí que son elegantes. Ya das envidia, ya.
pablo, qué gran razón. Aunque me temo que la tecnología siempre va a ir por delante de las personas «normales» lanzándonos sus acrónimos incomprensibles.
telémaco, esas personas son las que están pensando qué puñetas hacen allí metidas. 😉

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Patricio 17/05/2007 - 15:09

Muy bueno, yo podría aportar algunos otros perfiles interesantes para cada ítem, que se ven por estas tierras latinoamericanas.

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Consultoría artesana en red » 10 condiciones para trabajar el conocimiento en la empresa 27/11/2011 - 09:22

[…] Vamos a ir a mejor. Este tipo de herramientas sociales van a ir a más, no a menos. A pesar de las reticencias de usuarios, directivos y gente de sistemas de información. A pesar de todo, están en la sociedad y las empresas están en la sociedad, así que acabarán […]

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