Open Business, una idea de empresa diferente

by Julen

Voy a subirme un par de peldaños. ¿Podemos estar asistiendo a un nuevo modelo de negocio a partir de los conceptos que se han entramado alrededor de la web 2.0? Aunque O’Reilly se suba a la parra, el alimento de la empresa 2.0 es una materia prima que puede estar socavando el mismo concepto de empresa. El colega Juan Freire ya lo anticipa y si él lo dice yo, de momento, me pongo a darle vueltas. Si, además, encontramos por detrás a Lawrence Lessig, Cory Doctorow, John Perry Barlow y Joi Ito, el asunto tiene seso. Algo sacaremos en claro, aunque sea humo.

Lo primero que me parece muy relevante del planteamiento es la imaginación que requiere. En el wiki que ha abierto Juan Varela podemos ir colocando ejemplos. ¿Comprar?, ¿consumir? En las catedrales del siglo XXI son posibles nuevas alternativas. La participación de la persona en el «proceso» por el que la empresa presta el servicio es una de las claves, no me cabe la menor duda. Si no hay intervención de quien se supone es cliente, no hay «open business». Pero quizá el concepto «cliente» se nos queda estrecho. Creo más acertado usar la palabra «persona» para dar a entender que trabajadores de una empresa, clientes, proveedores, todos son personas y necesitamos sintonizar en su onda, una onda de participación y compromiso, sincera y que no trate de rebuscar más y más negocio, aunque no haya que olvidar que las empresas son entidades con ánimo de lucro. Otro asunto bien distinto es la cantidad y la calidad de ese lucro. Existe ya un lugar donde encontrar las referencias: OpenBusiness, con un lugar donde se explican los modelos. Léelo, queda a camino entre la utopía y funky business.

Por otro lado creo entrever una oportunidad diferente a lo que tradicionalmente hemos venido en llamar «economía social«. El enfoque Open Business incorpora una manera alternativa de generar una forma más ¿ética?, ¿social?, ¿comprometida? de hacer negocios. No obstante, me ronda por la cabeza constantemente la idea del oxímoron (como lo de los blogs y las empresas, vamos). No sé si la sociedad puede escucharnos y creer que nuestra voluntad, la de hacer una empresa digna, es aceptable. La opinión general está en nuestra contra. Por eso es complicado hacer empresa y mantener una filosofía «open source«. En este blog muchas veces he tratado de explicar que la realidad empresarial a la que nos enfrentamos está casi en las antípodas de los valores que propugna un enfoque copyleft o similar.

Mi experiencia está más cerca de la empresa industrial «dura» que no tiene como cliente directo al consumidor final. En este campo lo que sabes te lo guardas y que no se entere nadie; mucho menos la competencia. Prefiero perder internamente por escasa difusión de nuestro saber hacer más que correr el riesgo de que se entere quien no debe. El conocimiento es lo que, si lo tengo, no te doy. La frase de Bernard Shaw del post anterior no es de aplicación aquí. Lo siento, llama a la siguiente puerta. Pero te dirán lo mismo: deja de preguntar memeces.

Open Business, de acuerdo con lo que nos aporta Juan Varela, se guía por estos hilos conductores:

  • Parte de un producto gratuito (creo que hay que indagar porque la gratuidad de algo es sinónimo de precio en algún otro lado de la cadena de valor)
  • Puede ser comercial o no (tengo que darle más vueltas a esto porque una empresa siempre es comercial, aunque quizá estemos hablando de comercializar frente a fabricar y eso nos lleva a otros escenarios)
  • Donde la participación de los clientes/audiencia es uno de los elementos de valor (le añado: «y de los trabajadores», «y de los proveedores», «y de cualquiera que tenga relación con ella»; si bien en diferentes grados de intensidad)
  • Cuyas obras se distribuyen con licencias flexibles o liberadas de copyright (CC, copyleft, etc.): ahí le has dado.
  • Para incorporar su obra al dominio público, lo cual creo que es una de las claves porque si la empresa no es capaz de entender el ecosistema global del que forma parte, apaga y vámonos.
  • Los negocios abiertos crean valor económico para sus empresas y trabajadores sin establecer barreras en el dominio público, sino aumentándolo. Cantidad a través de la teoría de la larga cola es una de sus claves, me parece.

Bueno, creo que este es un primer avance porque acabo de aterrizar en el concepto y reconozco que introduce oxígeno en mi lista de ideas radicales. Esta podría ser otra: no cobres por tu producto/servicio. Estás tan convencido de que es el mejor que no te queda sino regalarlo. Ahora bien, ¿no cambiar la percepción de valor? Estamos acostumbrados a pagar para percibir valor. Bueno, torres más grandes han caído. Tiempo al tiempo. Seguiremos con esta nueva línea de conversación. ¿Alguien se apunta a este nuevo estilo de empresa abierta?

De entrada, ideas similares las manejamos a través de On The Commons Blogs, Cooperation Commons o P2P Foundation. Y además creo que la línea de trabajo de Yochai Benkler engancha claramente con el concepto Open Business. Seguiremos la pista.

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3 comentarios

Consultor Anónimo 06/06/2006 - 14:51

Estoy un poco espeso para entender del todo el concepto… pero creo que la idea de mostrarse abiertamente no es necesariamente mala. Lo es si muestras «todo lo que tienes» y no tienes capacidad para desarrollar nada nuevo. Pero en el caso de empresas innovadoras, de personas creativas, de… no debería haber problema en decir «aquí estoy yo, y trata de copiarme… si puedes». Es decir, pasar la ventaja competitiva de «lo que tengo hoy» a «lo que soy capaz de generar mañana». Eso no te lo copia nadie…

Por poner un ejemplo. Un guionista. Escribe un único guión. Lo guardará como oro en paño y será muy celoso de él. Pero si es alguien capaz de escribir nuevos guiones constantemente… ¿qué más le da que le copien los que ya ha escrito? Su valor no está ahí, sino en su capacidad para escribir nuevos.

Y como no sé si digo tonterías, si eso me lo borras 🙂

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Jaizki 06/06/2006 - 17:23

Me he perdido un poco, no creo que una licencia abierta implique necesariamente gratuidad, sólo posibilidad de utilizar libremente lo generado bajo ella. Me gustó mucho una explicación sobre cultura libre de Pere Quintana Seguí, que comenté en Creative Commons y la cultura libre

La licencia CC que yo utilizo en mi blog permite uso comercial, si alquier pensase que eso puede dar dinero podría hacer el libro de mi blog y venderlo. Sin embargo, cualquier podría utilizar el contenido del libro con el único requisito de citarme.

En cualquier caso, tiene que haber un modelo de negocio, si no se cobra directamente se tendrá que conseguir dinero de otra manera, al menos mientras los trabajadores y los proveedores tengan la mala costumbre de seguir cobrando.

Por cierto, lo que comenta consultor anónimo de los guiones es lo que me pasa a mí con las ideas de negocio.

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Consultoría artesana en red » Periferia competitiva 07/10/2011 - 07:39

[…] y en mi caso recogía el guante de ¡Juan Varela! que era quien me había puesto sobre la pista de otra idea de hacer empresa. Hoy, lo “open” se ha incorporado al discurso oficial. Open Government: ¿qué otro […]

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