Siento desasosiego. Desde hace un par de semanas. No me centro. Tengo mucho trabajo. Aunque debe ser bueno. No puedo quejarme porque yo lo he elegido. Pero el caso es que siento desasosiego.
Enseguida va a hacer cuatro años desde que inicié una nueva etapa personal y profesional. Hasta quizá sea que debo empezar a pensar en otras cosas. Soy de esos tipos que creen en los ciclos. Que los cambios los diseñas tú mismo o te los diseñan e imponen. Y no hay alternativa. La ventana abierta sigue dando a la misma calle de siempre, aquí en Bilbao. Quizá me haga falta encontrar nuevas perspectivas.
Me canso. Mi agenda está repleta. Y quiero engañarme diciendo que no lo está. Pero sí que lo está. Ha sido un error no saber decir que no. Necesito más que nunca la red. Otras personas, tanto o más profesionales que yo. También es verdad que si repaso los proyectos que tengo abiertos todos me han llegado a través de personas que me han recomendado. Halago fatal que no he sabido detener.
Higiene. Limpieza, eliminar suciedad de mi pulcra vida de consultor artesano. ¿Cómo se hace? Consejos vendo y para mí no tengo. Por eso he preferido escribir estas cuatro líneas. Para darme cuenta de que me desborda. Lo primero es reconocer el problema. Eso lo tengo meridianamente claro. Al menos es una suerte saber que tienes un problema.
Y llevo un par de semanas que no he cogido la bici. Pero he tenido tiempo y oportunidades para hacerlo. Ha pasado la semana santa. Y no he cogido la bici. Mi proyecto de Quebrantahuesos está realmente quebrantado. Casi seguro que no la haré. No encuentro por ningún rincón de mi ser la motivación necesaria. Y si motivar viene del latín movere, entonces, ¿cómo voy a moverme pedaleando? Además, la competitividad que veo en la bici de carretera me da grima.
Así que aquí estoy, en pleno desasosiego generado por mí mismo. Una invención del humano. Capaz de construir edificios irracionales donde hacer habitar a la ciclotimia. No cabe duda de que somos lo mejor que hay bajo las estrellas. Hasta para elevarnos al pedestal de la sinrazón. Voy a ver si quedo con Telémaco y me pongo a subir mi gran pedrusco ladera arriba para ver cómo cae de nuevo al fondo. Un placer recursivo, un gran invento.
Bueno, no hay mal que cien años dure. Mañana será otro post. Y con mi diarrea mental incontinente, hasta quizá sea antes. Gracias por escuchar, es un detalle por tu parte.
21 comentarios
Julen, todo llega y todo se va. Incluso el desasosiego. Así que ánimo y deja que este ciclo pase 🙂
Saludos. Iñaki.
Ya pasa. Ponte en una esquina y medita. A lo mejor necesitamos un curso de gestión del tiempo impartindo por un coacher (ahora está de moda)
En fin, estoy leyendo tu punto de vista acerca de la consultoria 2.0 y sinceramente comparto tu manera de ver y sentir las cosas.
Un saludo y ánimo.
Ésa es la peor parte del consultor solitario, ¿no? Cuando viene la desgana, no tienes un compañero al lado que te meta caña.
Ánimo, que se pasa. ¡Ah! y lo de la Quebrantahuesos es una chorrada. ¿No es más interesante organizar una salida de grupo pequeño como la de Torrecuadrada? No necesitas un diploma de biker extremo.
Quizá lo que os hace falta es contemplar la hipótesis de que un exceso de procesamiento de información, os va a provocar, a buen seguro, un cáncer, por una especie de somatización de desorden.
Esto va a ser la primavera.
Busca un hueco y pedalea, seguro que cambia la perspectiva.
Ánimos que todo es efímero. Como la vida misma.
Ya pasará el apretón, aprende para no saturarte en el futuro.
Estoy con Telémaco, coge la bici.
Qué bueno eres, có. Me encanta leerte.
Julen, probablemente te venga bien tomar un poco de distancia, cambiar un poco de perspectiva, la montaña por ejemplo. Un poco de oxígeno es siempre saludable.
Un saludo. Pablo
A Pirineos, a Pirineos. Unas charlas paseadas y tranquilas por Irati entre consultores individuales que no solitarios para poner un poquito de distancia y perespectiva
Mucho, mucho ánimo Julen. Que pena que no podamos quedar para dar esa vuelta en bici por el alto Urola que tenemos hace tanto tiempo pendiente.
Además, para aportar mi granito de arena, prometo no «liarte» con tantas cosas.
Esa saturación es una situación que le llega a todo al que le gusta su trabajo. Pero es un problema que, a pesar de algunos comentarios tranquilizadores, no desaparece solo ni se desvanece en ciclos. Hay que solucionarlo activamente priorizando actividades vs calidad de vida. Hace unos años cuando alguien me preguntaba sobre mis ocupaciones decía «en estos meses estoy simplificando mi vida». Dejé de dar cursos lejos de casa, medí mi participación en historias varias, limité los proyectos fin de carrera y tesis a dirigir, aprendí a decir que no. El resultado es bueno.
Tómatelo en serio y suerte.
Estoy de acuerdo con Ángel: la clave es aprender a decir (a veces) «no»; «productividad» (o exceso de producción, mejor dicho) vs. calidad de vida. Si te envuelves en los ciclos, en su actividad, y nunca los detienes, no se cierran: no hay tiempo para cerrarlos, porque siempre estás dentro de ellos.
Siempre he pensado que es importante dedicarse tiempo a uno mismo. Es importante producir, sí, ser útil, pero a veces es más necesario detenerse y simplemente contemplar.
Reduce la actividad, aumenta el placer, el tiempo que te dedicas a ti mismo, y el desasosiego irá desapareciendo.
Cuando te encuentras un nubarrón en el camino, piensa que el claro estará un poco más adelante.
¡Ánimo! Nos inspiras…
Dar consejos sobre lo que los demás deben hacer no es fácil. Si me parece que nada es perfecto y que, de entre todas las situaciones posibles, es mejor poder elegir lo que uno quiere hacer y cómo lo quiere hacer.
Animo, que ya sabias que algo de esto te podía pasar.
Gracias a todas/os.
estoy con telemaco, lula…
COGE LA BICI!!!
yo lo hice este fin de semana y estoy seguro que no voy a poder quitarme la sonrisa de la boca en toda la semana.
cuidate y by water….
Te entiendo. Una pena, pero te entiendo. ¡Que echen el freno que me bajo del tren!
Algunas veces el sistema es tan poderoso que ni de consultor artesano.
Paso a paso. Acción tras acción. Así se cambian las cosas. Así cambiamos todos.
Para bien o para mal.
Estoy con telémaco, es la stenia primaveral. Los malos ciclos siguen a los buenos, que siguen a los malos.
Pero todo pasa… supongo que son rachas. Mucho ánimo, amigo!
Me pasa exactamente lo mismo. De hecho fíjate el retraso que llevo leyendo posts…
Yo me digo a veces que si consigo estabilizar los nuevos inputs todo terminará por tranquilizarse, pero sé que es falso. La única solución es poner el freno de mano y replantearlo todo con cabeza y dosis de realidad. Imposible, ¿verdad? No da tiempo para eso 😉
quizas te podria decir arreglate y sali a la calle, llama a un amigo, o a una chica q no quiera nada serio, comprate algo q hace rato tengas ganas de tener, inventate algun programa, no te quedes en casa. Pero no puedo, porque si encontre este post tuyo fue porque busque la palabra desasosiego porque asi me ando sintiendo desde hace unos dias y que te puedo decir q hagas si no puedo aplicarlo a mi misma?
Pero sabes que? creo q la cosa no es como dicen todos: animo, no decaigas, arriba, ya pasa…. sino dejarte caer, dejar q la pesadez te cubra y te envuelva al maximo. Porque siento q cuando se llega al fondo del sentimiento de desesperanza de sinrazon, de vacuidad, es cuando, como si nunca hubiera pasado, y te levantas y ves el dia con otros ojos y te dan ganas de emprender un proyecto o terminar lo q empezaste.
La vida sigue y nos obliga a seguir. Ojala para la proxima ni vos necesites usar la palabra ni yo buscarla. Saludos