Supongo que tiene que ver con la luz. Los colores lo son, no hay mucho más misterio. Pero la mirada se los encuentra con mil matices ahí fuera. A veces tristes, a veces esquivos, a veces insultantes. Sin embargo, hay lugares donde explotan, nítidos, únicos, decididos. La luz, es la luz. Siempre me lo digo a mí mismo. Una hora del día en particular, un día claro. Y todo se envuelve con una magia especial. Solo hace falta estar allí. Y ahora, sí que sí, las palabras dejan paso a la mirada. Que cada cual encuentre la suya.
1 comentario
Muy guapas las fotos y precioso lugar. Se nota el stress del ambiente 🙂