10 trucos para aligerar peso en una ruta #MTB de varios días

Ya sabéis de mi tradicional apego a las 5S. Y también sabéis de mi otro tradicional apego a las rutas largas en bici de montaña, eso que llamamos en este blog el territorio Rodamos Suave Suave. Pues bien, de la suma de esas dos enfermedades solo podía surgir el vicio de viajar con lo verdaderamente imprescindible. Y conste que hemos ido aprendiendo a medida que hemos pedaleado. Aquí van algunos «trucos» que pueden servir para aligerar equipaje, ahora que comenzamos en un par de días pedalear por la TransIberia.

1. Cuanto más grande el volumen disponible en tu equipaje, más innecesarios llevarás. Si llevas dos alforjas, las llenarás, si lluevas una mochila de 40 litros la llenarás. Por eso, de momento, yo uso una mochila de 25 litros. Ahí debe caber todo.
2. Y hablando de mochila, cuando te decidas por una mira lo que pesa, a veces hay diferencias. Mejor si además, tiene sitio para cargar agua. Por si acaso.
3. Ponte un objetivo respecto a peso de la mochila a plena carga. Por ejemplo, 5 kilos. Tampoco es cuestión de sufrir porque lo que hacemos es sencillamente desplazar el peso de unas alforjas o de una bolsa de viaje anclada a la parrilla trasera a nuestra espalda. No hagamos el tonto.
4. Si te alojas en albergues, hotelitos, pensiones, casas rurales o lo que sea que tenga cama y sábanas te ahorrarás todo lo relativo a tienda, saco y esas cosas. Sí, más presupuesto, pero no hay opción. Menos peso, cama puesta.
5. Dos mudas son suficientes: una para vestir de romano (o sea, ciclista) y otra para cuando no pedaleemos. Eso sí, toca lavar todos los días, con alegría y buen ánimo. De vez en cuando podemos pasar por una lavandería si la ropa se pone extrañamente olorosa 😉
6. ¿Zapatillas? Si pedaleas en verano plantéate llevar unas chanclas ligeras que sirvan como calzado alternativo a las zapatillas que usarás pedaleando.
7. No lleves protector solar de más… ni pasta de dientes, ni aceite para engrasar la transmisión, ni cualquier otra cosa que te acabe sobrando. Piensa en recipientes más pequeños de dosis justa. Yo uso versiones reducidas de los envases que a veces nos llegan por defecto.
8. Usa una bolsa bajo el sillín que sea generosa en tamaño. Así descargas un poco la espalda de peso extra. Yo llevo un montón de cosas ahí: cámara, dos bombonas de CO2, desmontables, multiherramienta, patilla de cambio, aceite, destornillador pequeño y parches. Sí, ¡cabe todo!
9. Como ropa de «abrigo» un goretex, cortavientos o chubasquero. Los hay que no nada y ocupan poquísimo. Sí, claro, siempre hay que mirar los pesos de esas prendas. Y lo admito, puede que haga falta pagar por este extra de calidad y poco peso.
10. Tras cada viaje, repasa lo que no has usado. Es candidato a salir de tu próxima lista. También ten en cuenta por dónde vas a rodar. No es lo mismo saber que tienes fácil a tu alcance comprar cualquier cosa que te haga falta ser autosuficiente.

Bueno, cada cual que viaje como quiera. Quienes nos metemos por el monte y sabemos que de vez en cuando hay que portear bici agradecemos olvidarnos de alforjas y cosas así. Senderos y pistas hacia arriba también se enfrentan mejor con un poco menos de peso, claro está. Y por último, no está de más eliminar algunas lorzas de nuestro cuerpo 🙂