La dura vida de community manager… o lo que sea

Este curso he acordado con la facultad dedicar horas a mejorar la presencia en Internet del Máster en Marketing Digital. Estamos ya en la tercera edición y es evidente que hasta ahora no habíamos dado demasiado buen ejemplo. Cierto que se había abierto un blog y una cuenta de Twitter pero por diversas razones no habían cogido velocidad de crucero. Así que me estoy arremangando y ahí andamos tratando de generar contenidos y menearlos un poco por el internés. Ya comenté hace unas semanas que me ponía con ello. Os cuento algunas cosas tras una pequeña temporada en el tajo.

A mí siempre me ha salido fácil lo de escribir. En fin, qué os voy a decir que no sepáis. Ya me sufrís bastante con mi diarrea mental casi diaria. Pero una cosa es hacerlo «porque sí», porque sale de dentro y sin que lo perciba como «obligación» y otra muy distinta trabajar a destajo para incrementar la visibilidad de un máster que compite en la selva del social media, que diríamos ahora.

En el blog del máster estoy escribiendo un par de veces a la semana. Quiero dar ejemplo y luego tirar de la gente que está cerca y que sé que está comprometida con mejorar la presencia en Internet del máster. Ya llegará. Por otra parte, este miércoles día 22 estaré un rato con los alumnos para compartir algo de emoción alrededor de todo esto. También nos hace falta su implicación.

Respecto a Twitter, lo confieso: por primera vez me he puesto a programar tweets y generar contenidos con cierta sistematicidad. Como un bobo no hago más que mirar el contador de seguidores y veo cómo sube. Desde el 19 de septiembre, que empezamos a ponernos algo más serios con la cuenta de Twitter, ya hemos conseguido cerca de ¡60 nuevos seguidores! Claro que ahí están algunas alumnas y alumnos del máster. En fin, no me cortéis el ánimo; yo estoy encantado con estos pequeños números de community manager aficionado. Eso sí, lo que con mi persona no me ha preocupado demasiado ahora resulta que con el máster me tiene atrapado. Si seré bobo.

Además de lo anterior, un alumno «especial» (trabaja también en el área de comunicación de la facultad), Ibai Azpeitia, nos está echando un cable en cuanto a contenidos multimedia. Menos mal que cubrimos esa faceta con él porque yo tiendo a ser un cero a la izquierda, sobre todo con video. Ya hemos abierto álbum en Flickr y sé que Ibai también contribuirá con algún que otro video en un álbum de Vimeo.

Dicho lo anterior, buffff, qué trabajo esto de sentir la «obligación» de generar contenidos. Ni de lejos me veo como un community manager porque no tengo alma para ello, pero reconozco que es duro pelearse por captar atención cuando el punto de partida es débil y hay tanta competencia ahí fuera. Estoy intentando recurrir al equipo docente y creo que todavía tengo algún que otro as en la manga pero son balas que tengo que usar con moderación.

Luego, por cierto, convivo con esta ¿ridícula? doble identidad de tuitear con mi usuario o con la cuenta del máster. Vale, ya que tenemos cuenta es lógico usarla, pero sigo siendo yo en modo «profe responsable y algo más serio con un objetivo que quiere conseguir». Vamos, que seguro que alguna vez la cagaré con esta esquizofrenia que me he fabricado. Daños colaterales de este mundo interneteto al que queremos subir a nuestro máster en marketing digital… que por algo lleva el apellido «digital», ¿no?

Seguiremos informando. Corto y cambio 🙂