La dirección: «terra incognita»

El otro día me enfrente a una situación que me hizo acordarme de un texto muy interesante de Hubert Landier en su libro «Hacia la empresa inteligente» publicado en Ediciones Deusto en 1992 (y del que no encuentro un enlace que llevarme a la boca). El asunto tiene que ver con la percepción que a veces, sobre todo en grandes empresas, se tiene de la dirección. El texto enfrenta dos maneras de entender la organización según quien la observe esté «abajo» a «arriba». Lo reproduzco aquí al completo, con subrayados que son míos y os dejo que hagáis vuestro análisis.

… la empresa «vista desde arriba» corresponde a una visión arquitectónica y se establece desde el punto de vista que se tiene sobre el lugar, que se supone, detenta el poder, que constituye la dirección; a medida que se aleja de ésta, cada vez se hacen más indefinidos e inciertos la identidad de los actores, su papel exacto y la relación jerárquica.

La empresa «vista desde abajo» presenta un cuadro diferente; hace pensar en círculos concéntricos que se extienden a partir del lugar que ocupa el trabajador: en un primer círculo figuran los compañeros de trabajo, con lo que se relaciona diariamente; entre ellos se encuentra el superior jerárquico; en segundo lugar, figuran las personas o los servicios con los que el trabajador mantiene relaciones ocasionales (pagadores, almaceneros, servicios de personal, etc); el puesto de trabajo constituye el tercer círculo; y más allá de éste, está lo desconocido, la imagen de la dirección, que suele tener un carácter mítico que se revela a partir de las conductas de los jefes que el interesado conoce personalmente.

Por sí misma, se impone una conclusión: la organización de la empresa, tal como la conciben los miembros de la dirección, no se corresponde con la experiencia que de ella tienen los trabajadores diseminados en su seno.

Sí, conozco ciertos lugares donde la dirección es la terra incognita para mucha gente que trabaja allí.