Conferencia en el premio Enkarterri Hoberantz

Esta tarde me paso por la octava edición del Premio Enkarterri Hoberantz para dar una breve conferencia sobre competitividad. La anclamos en los nuevos modelos de empresa que están surgiendo, pegados a eso que estamos denominando empresa abierta. En esta ocasión manejaremos seis claves de competitividad, que puedes repasar en la presentación adjunta y que luego describo brevemente. Las coordenadas de este evento:

Organizado por Mancomunidad de Encartaciones y el Centro San Viator de Sopuerta, cuenta con la colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia, Enkartur, SPRI, ADR Enkarterrialde y la Cámara de Comercio de Bilbao.

Este premio trata de aunar esfuerzos a favor de Enkarterri, reconociendo la importante labor de las empresas en el desarrollo de nuestra comarca y premiando su esfuerzo en la creación de empleo, la apuesta por la calidad, la innovación tecnológica y el compromiso por la formación continua, entre otros aspectos. A la vez que puedan servir de ejemplo y empuje para estimular nuevas iniciativas  que creen tejido empresarial en Enkarterri.

Lo que contaré no es ninguna sorpresa para quienes seáis asiduas de este blog, pero sí que quiero darle unas cuantas vueltas a las fuentes de competitividad de una empresa abierta. Y prefiero huir de caminos tan trillados como la internacionalización, la innovación, las alianzas, la excelencia en sus procesos internos o una gestión inteligente de su cadena de valor. Nuestra propuesta se fija en estas seis claves que ya hemos compartido por ejemplo en otras conferencias (la que más de aproxima es quizá la de Iniciador en Alicante):

1. De gestión de mercados a gestión de comunidades. Supone repensar el mercado y «ensancharlo» para ver unas relaciones no solo económicas. En cierta forma es quitarle tensión economicista e introducir vínculos que van más allá de las cuentas de explotación. El caso de referencia que manejamos es nuestra querida KaBOOM! donde se observa la migración desde el conocimiento técnico (diseño y construcción de parques infantiles) hasta el desarrollo de la comunidad (que no haya desiertos de parques infantiles para favorecer el juego como actividad natural de niñas y niños).
2. De empresa como fin a empresa como medio. Esta es la prueba de algodón para las famosas misiones y visiones que tanto adornan las paredes de nuestras empresas. ¿A qué fin está contribuyendo? ¿Realmente merece la pena? ¿Qué sucede si a la empresa le quitamos el ánimo de lucro? ¿Cómo se implica la empresa con su entorno inmediato para contribuir al logro de necesidades específicas?
3. De estrategia planificada a estrategia emergente. Acompasar el ritmo vital de la empresa a lo que sucede a su alrededor para ser flexible. Conviene integrarse en el medio y fundirse con él para avanzar sin esquilmar recursos. Sin renunciar a su labor transformadora pero asumiendo que el viaje es la mejor forma de disfrutar. Las estaciones de destino -los mercados- son parte del ecosistema donde se integran nuestras empresas pero el paisaje cambia constantemente.
4. De la mejor I+D+i del mundo al mundo como I+D+i. Vale, había dicho que no hablaría de internacionalización y aquí puede haber una conexión. Pero más tiene que ver con esa idea del «afuera» que manejaba ayer. ¿Estamos a gusto ahí fuera? El hogar es el refugio pero también el viaje, el movimiento o el camino son buenos símiles de lo que una empresa debe acometer. Ahí fuera hay más conocimiento del que poseemos. Es simple estadística. ¿Cómo podemos interactuar con toda esa gente que es sensible a las mismas cosas que nosotras?
5. Del mensaje controlado a la conversación como acelerador. Pero hoy la conversación en gran parte fluye por Internet y hay que sacarle su lado bueno. Hay que escuchar para detectar buenas conversaciones. Porque unirse a una buena conversación es parte del éxito empresarial. Salir, escuchar para abrir mentes. El mensaje controlado de una empresa que se presenta de manera monocorde ante la sociedad no tiene ya mucho sentido. La excelencia se rompe a cada instante por miles de imprevistos. Hay que aceptarlos y asumir errores. ¿Sabemos conversar en un plano de igualdad con el resto de agentes de nuestro ecosistema?
6. De organizar a diseñar contextos más libres. No queda otra para que las personas aporten. Si limito tu responsabilidad, si la norma te dice el 90% de lo que tienes que hacer dentro de una empresa, ¿hasta dónde dispones de un contexto para desarrollarte? El puesto de trabajo se mueve y se hace más y más volátil. Nos queda, en cambio, la profesión. ¿Nos organizamos para que las personas desarrollen su profesionalidad?

Pues por aquí irán las reflexiones. El acto se va a celebrar en el Museo de Las Encartaciones, que está en la Casa de Juntas de Avellaneda y comenzará a las 18.30 presidido por Imanol Pradales,  Diputado Foral de Promoción Económica.