Caos en el aeropuerto de Loiu

by Julen

Traffic Light TreeHemos llegado a eso de las 10:15 de la mañana de hoy al aeropuerto de Loiu. A ver qué pasaba. Con un número en la lista de contactos del móvil que no ha funcionado en los varios intentos que hemos realizado: el de información de Air Europa, la compañía con la que volábamos. Así que había que presentarse ante las únicas fuentes de información que «oficialmente» podíamos manejar: la de alguna ventanilla de esta compañía o la de megafonía.

Con el problema ya encima, desde luego que lo complicado era conseguir información fiable. Nadie parecía tenerla y todo quedaba a la interpretación de cada cual, twitter incluido. El vaso, medio lleno o medio vacío, dependía de quién lo mirara. Comento esto porque he leído hace un rato el artículo que Antonio Gutiérrez-Rubí ha escrito hoy en El País: El colapso de la información. Muy acertado, pero mira sólo a una parte del problema: la consecuencia. ¿Dónde está el origen?

Desde luego que la repercusión del movimiento de rebeldía de los controladores ha sido descomunal. ¿Eran conscientes la Administración, AENA y las compañías aéreas de que eso podía suceder? Si no lo eran, es para echarse a temblar. Si lo eran y no han medido sus fuerzas, es… ¡también para echarse a temblar! Si este grupo de personas está encabronado con su situación laboral y tienen el poder que tienen para poner patas arriba el transporte aéreo de un estado al completo, otros (ellos también) se han equivocado.

¿Cómo es posible que el sistema de transporte aéreo sea tan sensible a lo que haga este grupo de personas? ¿No hay plan B de ningún tipo si esta gente se pone a malas? ¿Nadie lo sabía de antemano? ¿Nadie era capaz de prever que pasaría si hubieran hecho lo que al final han acabado haciendo? Increíble que no hubiera plan B.

En temas de dinero y de condiciones de trabajo es muy habitual que cada cual mire a quien sale mejor que él/ella en la foto. Como quiera que los controladores -nada de corrección política para hablar también de controladoras, por cierto- ganan un pastón, son presa fácil. Igual que los funcionarios que tienen teóricamente su puesto de trabajo asegurado. Son carnaza fácil para las masas. Y más con el acelerón que se han metido entre pecho y espalda los controladores. Han tensado hasta el final y buena parte de la ciudadanía se ha puesto en su contra. Jodido lo tienen.

Pero en Loiu esta mañana la escena tenía algo de irreal. Gente deambulando ¿sin información?, ¿con información deficiente?, ¿a la espera de un mensaje salvador por megafonía?, ¿encabronada?, ¿risueña? He visto:

  • niños jugando con trolleys pasándoselo en grande
  • una señora mayor llorando
  • otra insultando a la gente de un mostrador
  • personal de tierra de una compañía ofreciendo con cierta alegría la cancelación del billete para evitar la negociación de alternativas de vuelo
  • mensajes de megafonía simplistas en los que se informa de la causa (que conviene) de problema…

Había de todo. Una escena de camarote de los Hermanos Marx sin que nadie supiera en qué forma salir airoso del entuerto. Cada cual maldiciendo su mala suerte. Nosotros también. Quizá mañana pueda volar y quizá mi pareja pueda hacerlo pasado mañana. A lo mejor tampoco es tan grave. Como tantas otras veces, la persona que nos ha atendido ha sido amable. No es problema de estas personas individuales. Hay mucha gente que quiere ayudarte. ¿Cuánto se paga y en qué condiciones trabaja, por ejemplo, el personal que hoy atendía en esos mostradores sobresaturados? Mejor casi si no lo sabemos. Ya, pienso mal. Claro, veo fantasmas en todos lados. Todo se salvará gracias a la privatización. Bienvenido Mr.Marshall, bienvenidas las estrategias rigurosas de reducción de costes.

Hemos estado un rato charlando allí en el aeropuerto con Mikel Agirregabiria y su familia. Comentábamos cómo el sistema alimentaba un cierto movimiento sin sentido de las personas: factura, espera, espera, aguanta, no hay información, megafonía, recoge tu maleta facturada, clamor de rabia general, reclama, mantén tus pertenencias controladas en todo momento, haz cola, observa otras colas, megafonía cancelando, megafonía señalando culpable, espera, larga espera, conversación para pasar el rato. Es un bucle sin sentido filmado desde las alturas para la sociedad del espectáculo y del que sólo sales cuando abandonas el edificio. Aunque el taxista sea otro ejemplar humano que te tienta para continuar el bucle. Mañana más. Mañana a las 9:10 segunda oportunidad para viajar a La Gomera.

No hay problema, la isla no se va a mover. Y no seré yo quien le haga el feo de llegar malhumorado. Ayer escribí con mi imaginación lo que saldrá por este blog mañana a primera hora. Un azul inmenso. Allí seguirá estando. Por cierto, en todo esto, un estupendo detalle del propietario de la casa donde nos alojamos diciendo que sin problema para cancelar la estancia y con devolución íntegra. Pero no, iremos, por supuesto que iremos.

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2 comentarios

Mikel Agirregabiria 05/12/2010 - 09:31

Una buena colección de fotos de ayer, cuando nos encontramos, es la de Aitor:

http://www.flickr.com/photos/aitoragirregabiria/sets/72157625401583961/

¡Saludos y que, al final, volemos todos!

Aitor ya lo ha conseguido, y nosotros.. ¿mañana?

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Julen 06/12/2010 - 07:49

Fue toda una experiencia, ¿verdad? En fin, cosas que pasan.

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