La mesa

by Julen

Años de costumbre la inmunizaban contra la mirada humana. Objeto pasivo, permanente punto de unión para las vidas que corrían hacia fuera. Cada mañana un rito sin santificar ponía en marcha la rueda del destino. Platos, cubiertos, el sentido moderno de bienestar expuesto a los ojos todavía esquivos de la gente.

Aquella mesa sin dignidad y vulgar. ¿Cómo podía soportar la indiferencia? Callaba y continuaba muda, tranquila, día sí y día también, testigo de una vida escondida entre cuatro paredes. Secretos y gritos impregnaban su tosca presencia. Objeto inerte. Objeto.

Nadie en su sano juicio pensó darle vida. ¿Para qué? En la imaginación de alguna niña quizá. Pero nunca estuvo cerca de mutar. Su rol permaneció anclado al lugar en que encontraba. Un espacio poseído y evidente, un territorio de fronteras tan obvias que nunca sería objeto de análisis. La mesa, resignada, callaba y tragaba, plena de historias escondidas.

En lo cotidiano el objeto, sin embargo, vivía. Se recreaba con cada ciclo. Recursividad a oscuras. Regulado o regulador. Coetáneo de la previsible actividad humana se dejaba llevar. Ella calla, pensativa. Absorbe vida y la concentra en su estructura simple. Muda. Yo la observo y no entiendo tanta resignación. No dice nada. Pero lo sabe.

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La imagen en Flickr es de Nimmue.

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2 comentarios

Nimmue 25/01/2011 - 18:34

Saludos!! Gracias por referenciar la foto a mi photostream 🙂 Se te agradece! Buen escrito! 😉

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Julen 28/01/2011 - 06:42

@Nimmue, gracias a ti, que para los que somos torpes con la imagen es una bendición que compartáis vuestros trabajos y que los podamos reutilizar al asignarles licencias abiertas.

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