Sangre por la nariz

by Julen

La discusión subió de tono. En el rincón, ahogada entre el humo del bar y los decibelios habituales, antes apenas era perceptible. Pero ahora en cambio la discusión se distinguía con nitidez del resto de conversaciones. Algún que otro reproche, pero en el fondo la cuestión parecía simple: no valoras lo que hago.

El reconocimiento, el bendito reconocimiento. Débiles en resiliencia, no quedaba otra. La chica había explotado mientras que él parecía tranquilo. Los vasos casi vacíos servían de metáfora para el final de una relación que nunca debió comenzar. Ella lo había sabido casi desde el principio, pero el torrente del sinsentido la había conducido hasta una situación insoportable. No herir para dejar paso a la escena siguiente, una y otra vez. Así durante tres años.

Se miraba las manos, temblorosas. Los ojos, lejos de cualquier lugar conocido. Las palabras se agolpaban una detrás de otra. Buscaba aquellas expresiones que sirvieran para no herir. Necesitaba una muerte rápida para aquella relación. Todo lo anterior volcado en una conversación oculta en la esquina de un barucho de mala muerte en las afueras de la ciudad. Lugares comunes para rupturas vulgares. Aquella esquina proporcionaba cobijo para escupir reproches.

Un hilo de sangre asomó por su nariz, suave, cálido, humilde. Se deslizó hacia la comisura de los labios con una alegre fluidez. Ni siquiera llegó a apreciarlo. Él salió de estampida. La chica seguía recostada sobre su silla, ahora más tranquila, con expresión ida y los ojos extrañamente profundos. No movía un músculo. Mientras, la sangre se divertía en caída libre.

———–

La foto en Flickr es de Heo2035.

Artículos relacionados

2 comentarios

Jon 07/03/2010 - 19:29

Me ha parecido de una sutileza digna de mención. Ha hecho que recordara una cosa que había olvidado hace tiempo. El maltrato a la pareja, sea mujer u hombre. Presente cuando uno hace al otro de menos o no celebra sus logros tomándolos como afrentas personales.

Felicidades Julen. Me parece exquisita esta entrada. Que sirva para remover conciencias y tomar decisiones antes de que sea demasiado tarde.

Responder
Lula Towanda 08/03/2010 - 16:00

Me he acordado de una canción de Pablo Guerrero que decía:

Tu y yo muchacha estamos hechos de nubes
pero ¿quién nos ata?

O tal vez sería ¿qué nos ata?

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.