Andújar-Cardeña

by Julen

Primera etapa de esta mi segunda ronda de tramos de TransAndalus, tras la del año pasado. A las 9 con un poco de retraso (Renfe habemus) Fran ha llegado de Córdoba. Presentaciones: aquí Alberto, aquí Fran. Oye, peroooo… ¿no es Andalucía y se suponía que por aquí hace calorcito ya en Semana Santa? Fran aparece con pantalón largo, bota, goretex, guantes largos… vaya vaya, en fin. No, no es verano.

Primeras pedaladas al margen de la ruta oficial. El Guadalquivir desbordado unas semanas atrás hace imposible transitar por una pista que lo acompaña por la izquierda según desciende hacia Marmolejo. Tiramos por carreterita hasta poder retomar el trazado original. Y ohhhh, vaya terrenos que aparecen ante nuestros ojos: tierra inundada a izquierda y derecha. Varias semanas después de las inundaciones todavía queda agua en algunos sitios. Pues sí que parece que el asunto ha sido serio.

Llegamos a Marmolejo. Atravesamos el pueblo en busca de un bar donde hacer el primer aprovisionamiento pero ná de ná. Seguimos palante y bajamos hasta el Guadalquivir que cruzamos por un puente renacentista junto a un balneario. De nuevo muestras de las inundaciones. Las instalaciones del balneario están hechas polvo… aunque parece que estaban en zona claramente inundable. En fin, la naturaleza que a lo mejor, una vez más, quiere recuperar su sitio.

Desde el puente sobre el Guadalquivir carretera que empieza a subir poco a poco hacia Cardeña. Antes parada en Venta Charquillo. Nos aferremos a los tipismos de la zona: tostada número dos del día, con aceite y tomate. Charla con la señora que atiende el bar: desde el 63 no recuerda inundaciones similares. Y sí, hace fresco para la época del año en que estamos. Bueno, tras una pelea de Fran con la máquina de tabaco y otro rato de charleta, retomamos ruta. De frente, pinta negro el cielo.

Sigue la carreterita sube que te sube. Poco a poco, cerdos a un lado, vacas a otro, ovejas. Seres vivos que acompañan a quienes pedaleamos. Aparecen vistas hacia el valle del Guadalquivir y hacia la presa de Yeguas. Y la subidita sigue y sigue. Y ya acaba. Ahhh, no, que no acaba. Sigue y sigue. Y, por fin, acaba. Y aparece la Venta del Charco. Bareto: aceitunas, cháchara, cuatro estiramientos y en marcha de nuevo.

Llegamos a la zona encantadora del día. Paisaje adehesado de encina, caminito con algún que otro charco, paz. Suave, suave, nos encontramos también con un grupo de gente a caballo. La ruta se hace más entretenida, fuera del asfalto. Llegamos a la Aldea del Cerezo, un lugar donde han recuperado un antiguo poblado para ofrecerlo como turismo rural. Sí, pero a medio hacer. Cosas típicas… también. Pero el sitio promete.

Y de ahí ya sólo queda pista en ligera subida hasta Cardeña. Llegar, hacer unos bares (es lo que tiene ir acompañado de un par de adictos a la cerveza, jeje), ver cómo cae una tromba de agua considerable y comer. La rutina del viaje transandalusero. Bendita rutina 😉

Pues esta es la primera crónica, tirando de Guadalinfo de Cardeña. Vendrán más. Nos leemos.

Por cierto, iré subiendo fotos a este álbum de Flickr.

Datos de la etapa: 56 km en 4 horas justas.

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