Nunca he estado en Santiago del Estero. Sólo sé que existe porque Jorge S. King escribe sobre su ciudad. Hay veces que no sabes por qué algo te parece agradable, sencillo, amable. Es la sensación que tengo con esta persona y su blog. No Sí la conozco. Me gusta de vez en cuando pararme a sentir otra ciudad, a miles de kilómetros de distancia. Debe ser que me hago mayor y chocheo.
Yo imagino que de vez en cuando voy al río Dulce. Queda por la zona, al otro lado de donde nace una inmensa recta que conduce allá a lo lejos, poco a poco, a los Andes. Es una ciudad cuadriculada, en la que desde el aire sobresale el azul de algunos edificios. Lo reconozco, alguna vez he husmeado con Google Earth… sin que nadie se entere.
Todo esto es sólo lo que mi imaginación acierta a interpretar de la ciudad donde vive Jorge. Sé que acaban de pasar una ola de calor tremenda o que han sufrido un buen apagón hace unos días. En general, me parece que el clima es una de las grandes preocupaciones allá. Reconozco que hasta he tenido la tentación de mirar de vez en cuando algún periódico local de Santiago del Estero. Pero en el fondo lo que me encanta es que Jorge escriba sobre su barrio.
No lo leo todos los días. Pero sé que de vez en cuando voy a echar un vistazo a lo que pasa por Santiago del Estero. Son las cosas que pasan con blogs sencillos como el de Jorge. ¿Para qué grandes estridencias? Todo es más sencillo. Sólo hay que contarlo. Siempre hay alguien que escucha.
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La foto es de un reloj que hay en la Plaza Libertad y es de Sebastián-Dario en Flickr.
5 comentarios
Muchísimas gracias Julen, ha sido una muy grata sorpresa tu post. Me alegro de tenerte entre mis lectores. Soy seguidor, como perro tras del sulki (como se dice por estos pagos) de tu excelente blog, que siempre aporta muy buena información y excelentes ideas a tener en cuenta.
Entre los temas de nuestro folclore, hay una chacarera que dice «entre a mi pago sin golpear», que significa que no hace falta anunciarse para venirse al pago.
Amigazo, le mando un Saludo Santiagueño.
Vine por el blog de Jorge.
Soy ferviente admiradora de Santiago del Estero, y sobre todo por los santiagueños -de los que Jorge es digno representante-, ya que no en esa ciudad pero viví algunos años en esa provincia. Tiene muchos encantos, pero lo mejor de todo: su gente.
Así que me alegra muchísimo tu entrada.
¡Saludos! Volveré.
Jorge, Josefina, nos vemos. Tiempo hay, ya lo veréis. «Entraré a su pago sin golpear» 😉
Un abrazo desde acá en El Hierro, una pequeña isla de Canarias, donde estoy pasando unos días.
Hola Julen, soy santiagueña y me pasaron el link de tu nota..la verdad es muy agradable saber que en otro lugr alguien imagina Santiago..yo me fuí y volví porque es una ciudad que te atrapa, que se arraiga a uno con su encanto..me encantaria que un día dejes de imaginar el dulce y vengas a soñar con él..
Esta sencilla ciudad te espera.
Saludos.
@Rita, seguro que llega el día en que aparezco por ahí. Ya lo verás 😉