Jóvenes: más tele y menos ordenador, como siempre

by Julen


David, que anda recorriendo el oeste americano, más de una vez me lo ha dicho: que los jóvenes no vienen tan bien preparados para la vida digital como pensamos. ¡Sacrilegio!, ¡sacrilegio! ¡A la hoguera! Los nativos digitales nos ganan en destreza a quienes con el sudor de nuestra frente hemos aprendido a mover el ratón. Bueno, ya sé que no se suda neuronalmente, pero requiere práctica y constancia. Es lo que nos pasa a quienes conocimos un mundo sin ordenadores en la universidad. Sí, ese mundo existió.

Antes de seguir leyendo, si quieres, puedes recoger argumentos en contra de lo que voy a escribir. Te vuelvo a recomendar la lectura del artículo de Ismael Peña-López, citando a John Palfrey, el director del
Berkman Center of Internet and Society: los nativos digitales vienen mejor preparados de serie. Aunque quizá sean sólo los americanos.

Conste que en mi deambular por empresas de aquí y allá, veo torpes digitales por doquier. Así que no no me mosqueo con el personal. Me parece lógico. Hay gente a la que le cuesta. Incluso a veces hay gente a la que le cuesta y que son estupendos profesionales, eficientes y apreciados, hombres y mujeres. Gente que destaca en otras facetas y para quienes esto de la tecnología tampoco parece reportarles demasiado beneficio. Sí, esas personas existen.

Tengo a la revista Consumer del Grupo Eroski por un medio serio. He estado suscrito a varios de sus boletines semanales y me parecen útiles. Desde hace poco he decidido suscribirme a su boletín de Nuevas Tecnologías y abandonar otro par de ellos que estaban inundando la bandeja de entrada de mi correo. Ayer apareció un breve extracto de un estudio acerca de esta generación que entrará en el mercado de trabajo en breve (supongo): Los jóvenes prefieren la televisión al ordenador.

David, como decía, lo entenderá a la primera y supongo que le servirá para sus tesis pesimistas. Por otra parte, Boquitas Pintadas me dirá que nada de visiones pesimistas, que los gustos vulgares nada tienen de pecaminoso. La televisión avanza, según parece en este mundo 2.0, hacia su funeral, tras una larga enfermedad quizá sólo observada por los gurús de la web 2.0. La televisión se verá en Internet. Punto redondo y final de trayecto. Pues va a ser que no.

Los jóvenes prefieren la televisión al ordenador. Televisión es consumo pasivo, ordenador es consumo activo. O pudiera ser que no. Lo que dicen es que:

A los jóvenes no les gustan tanto las nuevas tecnologías como se creía. Un estudio que cuenta con la colaboración de Microsoft revela que sólo al 20% le atrae la tecnología en sí misma. El ordenador no es su aparato favorito, sino la tele (60% de los menores entrevistados).


Claro que tenemos el argumento de que la «tecnología» no es «tecnología» para los jóvenes, sino que sólo lo es para los mayores. Para nosotros suponen artefactos complejos que requieren un periodo de aprendizaje. Para los jóvenes son cacharros para usar, que no requieren ningún proceso consciente de asimilación. Se usan y punto. Cacharreas, enredas, tocas y retocas botones y ¡zas! funciona. Para mi generación, es un mundo en sí, complejo, oscuro y lleno de trampas que te colocan al borde del ridículo contigo mismo y con tus semejantes. Perdona el ejemplo, Fernando. Tú me entiendes, ¿verdad?

Y es que, además, el uso de las nuevas tecnologías gira alrededor de la televisión. Es decir, que ni siquiera el messenger, esa herramienta del diablo, escapa a la influencia de la televisión, aunque ahora sea de plasma y más grande que las de antes:

La tele es, de hecho, el único medio al que prestan atención en exclusiva. El resto de dispositivos son un complemento a la caja tonta, cuya influencia llega hasta el ordenador: la mitad de las conversaciones a través de programas de mensajería instantánea («messenger») están relacionadas con los contenidos emitidos por la televisión.


Así pues, parece que la televisión va a seguir estando por muchos años en la sala de casa, en el cuarto de los adolescentes, en el cuarto de los niños, en el bungaló de la playa o en el apartamento de la montaña. Allí seguirá. Otra cosa es que para ver los capítulos de la primera temporada de CSI (Las Vegas, por supuesto) tu tecnología de búsqueda pase por el ordenador. Pero la tele es la tele y parece que cautiva a las nuevas generaciones. Con pequeños detalles según edades:

Los más pequeños lo que prefieren es ver la televisión (85%), escuchar música (70%), salir con amigos (68%), jugar a videojuegos y navegar por la Red (51%). Los que son algo más mayores se decantan por la música (70%), seguida de la tele y salir con amigos (ambos 65%), ver un DVD (60%), ir al cine (59%) y acceder a Internet (56%).


Fíjate que siguen sin preferir leer la wikipedia o, en su defecto, la biblia. Si es que estos jóvenes… Al final, tampoco es tan raro. Porque yo esto de los blogs, los wikis y chanflainas parecidas… sigo sin poder explicárselo de forma comprensible a mi vecina del quinto. Si es que no hay manera. Con la tele, en cambio, no hay problema. Podemos mantener conversación. Pero prueba a explicarle lo del XML para usar el canal RSS, que es la puerta de entrada al paraíso del combate contra la infoxicación. A ella ni le va ni le viene. Porque su problema es que «chica, si es que no dan nada por la tele». Y te deja planchao, oyes.

La foto de Flickr, tomada por Vik Nanda.

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7 comentarios

los sueños de la razón 02/08/2007 - 11:14

Desde mi humilde y acientífica experiencia, coincido con el escepticismo sobre la digitalidad de nuestros jóvenes compañeros.

Puede que no sea tan paradójico. O que, en realidad, sea tan paradójico como la vida misma lo es. Los nativos de cualquier tecnología no necesitan entenderla, ni fascinarse por ella; como los nativos del capitalismo no alucinamos con nuestro régimen alimenticio. Pero pregúntale al de la patera al respecto y verás.

Somos los emigrantes, los que han visto lo que fue y ven lo que es, los que flipamos y queremos integrarnos.

Otra cosa es que, al final, los emigrantes, en todas partes, son los más espabilados; y es que se lo han tenido que currar lo suyo ¿O no?

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Julen 02/08/2007 - 11:20

Pues voy a tener que estar de acuerdo. Aunque por matizar algo, nosotros, nativos de la tele, quizá no entendamos para qué puñetas hace falta el messenger pudiendo comentarlo con la vecina del quinto. Claro que también hay tecnología de unión: el ascensor, ese gran ejemplo de microblogging de tiempos pasados.

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ADMC 02/08/2007 - 13:17

Desde mi humilde experiencia sé, que; la actividad cerebral al ver la TV, es menor que cuando estás dormido, hablando, leyendo, o simplemente escuchando, sin hacer ninguan otra cosa.
Por eso la llaman caja tonta, entre otras cosas

Por pedir, podía haber maś banda ancha y conexión wifi en toda España, para facilitar el acceso a la red, y explicar su función social. Podía ser un Proyecto.

Para no enrrollarme sólo diré, jugnado con las letras, que el ascensor de mi bloque fue, uno de los primeros micromobbing que conocí. Es una satírica ide-post.

Como comentario, ad hoc, en el ascensor, probablemente nunca nos hubieramos conocido.

Un saludo¡)

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Javi V 02/08/2007 - 17:26

Pues yo no creo que la tele sea una caja tonta. Me parece que forma parte de la cultura (que no sé muy bien lo que es, dicho sea de paso) y, como tal, puede ser mala, buena, regular o mediopensionista. Creo que hay programas, series e informativos donde se aprecia talento creador. «El Ala Oeste de la Casa Blanca» tiene capítulos tan sublimes como cualquiera de las entregas de «El Padrino».
Escandalicemos un poco: «Betty la fea», versión original de la exitosa «Yo soy Bea» estaba escrita magistralmente, con una utilización del lenguaje español que ya quisiera mi primo Reverte.
Una de las mejores cosas de los ordenadores es… que se puede ver la tele en ellos.

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Julen 03/08/2007 - 05:49

admc, lo de la conexión wifi universal sería una de las reivindicaciones a perseguir. Eso sí, espero que no acabemos mutando a seres verdes… o incorporaremos de serie la conexión en nuestro organismo. Generaciones futuras lo dirán.
javi v, la caja «tonta» no puede serlo en sí misma sino en función de la actitud de quien la observa. Ver nunca fue lo mismo que escuchar. Es cierto que la tele tiene un carácter más unidireccional que toda la parafernalia 2.0 en la que creemos vivir envueltos unos pocos descerebrados. Pero lo mismo cabe decir de los libros y todo el mundo se escandalizaría si decimos que los libros no son cultura, sea ésta lo que sea.
Supongo que toda una generación que hemos crecido con la tele renegamos de que sea concebida como caja tonta. Habrá que decir aquello de «tonto el que lo lea», ¿no? Mejor no nos hacemos daño.

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Yoriento 04/08/2007 - 13:15

Un tema sobre el que se pasa de puntillas (y que se menciona en la encuesta) es eso de que a los humanos digitales (nativos o emigrantes)les tiene que gustar la tecnología en «sí misma» para tener tal condición… Yo como más que sufrido inmigrante me pienso muy mucho antes de cambiar el blog con nuevos widgets dado el esfuerzo que me supone.

Yo creo que el verdadero problema es que hay un gran interés por el medio, la herramienta (la tecnologia)y muy poco por lo que se puede hacer con ella, con los fines. Vale, el manejo digital es importante, pero echo de menos el interes por cambiar y mejorar las cosas en «sí mismas» 🙂 ¿Como va la evolución de la ratio jovenes sólo expertos en 2.0 y jovenes que dedican más tiempo a mejorar el mundo que en hacerse experto 2.0? Debe ser el calor de Córdoba, que me vuelve gruñon (tambien llamado esceptico)

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M. Luz Congosto 05/08/2007 - 11:58

¿Qué se puede esperar con la LOGSE y ese espíritu ventegenario de los jóvenes?
¿Nativos digitales?

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