Estoy leyendo «La economía de la atención» (enlace a la referencia en inglés en el sitio de Davenport) del maestro Thomas H. Davenport y de John C. Beck. Y si al principio -lo reconozco- me pareció un poco rollo, ahora estoy enganchado y con diarrea mental. Iré dejando algunas perlas en los próximos días.
La atención es un recurso finito; ningún ser humano puede prestar atención a un número infinito de cosas. Aunque parezca increíble, las investivaciones sobre la estructura y la función de la atención indican que esta restricción no se debe a una limitación de nuestra capacidad para percibir la información. Nuestro cerebro tiene una asombrosa capacidad receptiva. Podemos observar millones de bits de datos con todos nuestros sentidos simultáneamente. A decir verdad, podemos observar demasiado, tanto que incluso se nos podría indigestar.
El problema consiste en que solamente podemos realizar una o dos acciones a la vez. Podemos dirigir la mirada en una sola dirección, alcanzar algo en un solo punto en el espacio y correr una sola carrera cada vez.
Tremendo. Resulta que a la tecnología que manejamos todos los días -el ordenador que tenemos delante- le hemos pedido, sobre todo, que sea multitarea. Y resulta que los humanos venimos diseñados de serie para la monotarea. Y… la tecnología cada vez nos lleva más a su terreno multitarea. Así que: o enfermamos (stress, una evidencia) o mutamos (una posibilidad).
Si quieres leer más sobre la economía de la atención:
- En este blog.
- Un reseña en el blog de mi blogobrother.
- Todo un sitio dedicado: The Attention Economy and the Net, de Michael H. Goldhaber, a quien citan, por cierto, Davenport y Beck, como no podía ser de otra forma (inglés).
- En el blog de Alex Barnett (inglés)
6 comentarios
Tengo entendido que para las multifunciones, el cerebro de la mujer está mucho mejor preparado. Siento no poder aportar ningún texto, pero es algo que leí hace tiempo y que lo tengo grabado como dato. Tal vez en ese libro hable sobre ello.
¿Los humanos venimos diseñados monotarea o son monotarea los humanos de más de 20 años que no se han pasado la infancia en multitarea permanente?
Tiene razón josemanuel. Las limitaciones que comentas sólo están en cerebros compuestos por neuronas con cromosomas XY, los que usan neuronas con cromosomas XX usan el palito que tienen de más (abajo a la derecha) para implementar multitarea.
Esto permite cosas como ver una película y simultáneamente hacer punto, leer el periódico, atender a una conversación y planificar el día siguiente.
¡Que envidia y que complejo de inferioridad!
No sé si moriremos estresados o mutaremos pero la realidad es que el mundo te pide cada vez más ser multitarea, multiatención, multiusos y multitodo.
Independientemente de eso, entiendo que la configuración de la comunicación en el uso de los medios también exige al usuario diversos focos de atención, con lo que se provoca saturación, menor capacidad de atención y una disposción favorable a la manipulación.
Estoy con vosotros, las tias somos multitarea ¡que remedio nos queda! El jueves hable con una profesora de la universidad, con 4 hijos que acaba de terminar la carrera de informatica mientras trabajaba, ya tenia la de quimicas. Dicen que esta un poco loca, lo raro es que no digan que esta chalada del todo.
Ahora me encuentro en su misma situacion salvo que solo tengo una hija, estudio y trabajo, atiendo a mis obligaciones como puedo y dedico tiempo al voluntariado.
Si quieres que algo se haga pideselo a una mujer ocupada.
Parece que estamos todos de acuerdo. José Manuel, yo tampoco he podido encontrar ninguna evidencia, parece ser que es algo comprobado empíricamente pero creo que no hay evidencias científicas.
Quizá me inclinaría más por lo que dice Virginia, que lo somos a la fuerza, que nos hemos tenido que adaptar. Y me parece muy interesante lo que dice Jaizki, pues lo de la diferencia generacional no es sólo algo que se está comentando mucho, sinó que los que tenemos hijos lo podemos comprobar en vivo y en directo.
Un día estaba hablando con mi hijo y me dijo: «Mamá, mírame cuando hables conmigo». «Tienes razón, hijo» y levanté la mirada para hablar con él. Entonces se quejó ya abiertamente: «Mamá, cómo puedes estar hablando conmigo, mirándome a mí, y continuar tecleando en el ordenador sin interrumpir?!» 🙂 Ahí ya me venció y tuve que dejarlo todo para estar sólo con él :-).
De eso hará ya 2 o 3 años. Ahora soy yo la que se sorprende porque siempre le encuentro con varias ventanas del messenger abiertas, mientras realiza otras tareas. Y lo hace con la mayor naturalidad. Es «lo normal» tener varias conversaciones simultáneas en el messenger. Y en cuanto deja el ordenador «que nadie le toque las ventanas del messenger», porque no pasa nada, en cuanto regresa «se reengancha» y ningún problema. Todos actúan así y «los raros» no son los multitarea, porque es lo normal. Tendremos que aprender de nuestros hijos, habrá que conectar con ellos todo lo posible.