Conversaciones

En realidad no me tengo por un tipo hablador. Claro que palabra escrita y palabra hablada son cosas distintas. Conversar por escrito es posible desde hace mucho tiempo, pero ahora lo inmediato ha conquistado el mundo a través de la tecnología. Es más difícil GRITAR por escrito. Es más fácil retomar argumentos por escrito. Delatan más las huellas de la escritura.

Alguien dijo que hubo prehistoria antes de que nos pusiéramos a escribir. Ahora en nuestros blogs hacemos historia escrita. ¿Cómo se enterarán los marcianos de más allá de Marte de la forma en que conversamos los terrícolas? Extraerán retazos de las conversaciones que el mundo ha ido dejando por escrito. Tendrán tiempo para analizarlas.

Festival de blogs, primera petición. Conversaciones de las que estar orgulloso. Es un estupendo argumento porque pone en los demás, en quien no eres tú, la razón del orgullo, una auténtica contradicción. No es mi blog, es la conversación, eternamente asimétrica, aunque haya veces que se diluya. Escribimos aquí para el mundo. Y sólo una milmillónesima parte del mismo lo aprecia. Por eso la conversación en el blog tiene sentido. Porque de repente caes en la cuenta de que hay química entre personas. Y la química es un misterio; por eso copiabas para aprobarla allá en el instituto. No se entiende la reacción, por mucho que nos quieran engañar. La reacción química que desencadena la conversación es un misterio, junto a los otros tres ya tan debatidos. Es porque sí.

Hoy miro mi blog y no lo veo. Hoy, día quince de septiembre pasadas las seis de la tarde, la tecnología está en huelga. No me deja echar un vistazo a nuestras conversaciones. ¡Qué mejor manera de ponerse a escribir sobre ellas! En vez de con datos, con sensaciones. ¿Qué conversaciones son aquellas de las que te acuerdas? Esos deben ser los cimientos de tu blog.

Pues mi corazón retiene dos principalmente. Una estupenda en torno a por qué no (o sí) debemos desarrollar líderes en las organizaciones. Ya ves qué cosas, tan soso y tan inesperado, tan vulgar y tan especial. Esta conversación forma parte de unas cuantas que hemos mantenido a partir de lanzar ideas pretendidamente radicales. El punto inicial de provocación amable siembra hilos dialogantes. Es evidente. Hace tiempo que no lanzo nada al viento.

También mantuvimos fallecidas conversaciones sobre la consultoría 2.0 (aquí, aquí o aquí). Un apretón, una emoción, una subida de adrenalina. Y eso que tuvo que ver con asuntos profesionales. Otra vez, entusiasmo extraño por una manera de comprender qué puñetas es un cliente y para qué vamos dando tumbos de aquí para allá, consultores que somos. Nos creemos únicos, nos creemos capaces de asesorar. Somos a quienes llaman para buscar soluciones. Soluciones que ya estaban allí la mayor parte de las veces. El diálogo sobre la consultoría 2.0 hiberna, respira en modo suspendido, cogiendo aire virgen de un sitio y otro. Está ahí, no la olvidéis. Sin llegar a nada fue una bocanada de inspiración y empujó nuestras ansias de comprendernos.

Este blog es un escaparate cada vez más impúdico. Los diálogos son el efecto de una extraña incontinencia. Mía y vuestra. Gracias, como siempre, por vuestra amabilidad.

Technorati tags | Festival de Blogs Aprendices Aprendices