Ayer oía una entrevisa en la radio con una responsable de una ONG cuando volvía por la tarde a casa en el coche. Hablaron de las formas diferentes en que se podía contribuir a la ONG, como horas en momentos concretos, jornadas pactadas, dinero o apoyo con firmas. Cuando hablaron del reclutamiento de voluntari@s se produjo, más o menos, esta conversación:
– ¿Cómo analizás si las personas que se presentan son adecuadas?, ¿utilizáis algún tipo de pruebas o entrevistas?
– Sí, tenemos una entrevista con cada persona que quiere colaborar.
– Ya, pero ¿analizáis algo en particular?, ¿miráis un poco su trayectoria?
– Sí, bueno, les entrevistamos y vemos, según su interés y disponibilidad, en qué pueden trabajar.
– Ya, pero, ¿nunca os ha pasado que veáis que alguien no es adecuado?
– No te entiendo.
– Sí, me refiero a que veáis que alguien es algo raro, o que claramente no tiene las aptitudes que valoráis.
– Ah… pues… no, la verdad, nunca todavía se nos ha dado el caso de entrevistar a alguien que viéramos que no sirve para algo en nuestra ONG. Todas las personas sirven para algo, lo único que tratamos es ver dónde pueden aportarnos más. En general, casi todas las personas saben decirte dónde pueden aportar más, cuando les explicas cómo funcionamos.
– Pero, ¿no hacéis selección?
– No, bueno… sí, no sé…, ya te digo, nunca hemos encontrado a alguien que no nos sirviera. Parece lógico pensar que todas las personas que quieren trabajan contigo tienenn capacidades para ello, ¿no?
Escuchado el 24 de mayo de 2006 en la radio: realidad para una ONG.
A 25 de mayo de 2006: ciencia ficción para cualquier empresa. La selección de personal pretende descubrir por qué no sirves. Ya te encontrarán el defecto. No todos valen… ¿o sí? Debate abierto.
Fijaos la motivación que encerrará una persona que llega a una organización que le dice: «vamos a ver en qué puedes contribuir ya que te has interesado por nosotros, gracias». ¿Es ciencia ficción en una empresa con ánimo de lucro? Pues va a ser que sí. Qué láaaaastima..
Tiene que ver todo esto con algo de lo que ya hemos hablado en alguna ocasión: ¿qué hacemos con los malos?
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5 comentarios
Como me alegro que toques ese tema. Siempre he pensado que cada uno tiene un sitio donde puede aportar algo. La visión de la ONG es positiva y muy pragmática. Las empresas son perversas en la selección del personal viendo solo el defecto no las cualidades en el proceso de selección. Una vez seleccionadas las personas, el trabajo se reparte sin tener en cuenta ni la capacidad ni las preferencias del que lo va a desempeñar (al menos en las empresas grandes que están orientas más al maleficio que al beneficio).
Puedo parecer paranoica pero a veces tengo la sensación que en la empresa para la que trabajo les fastidia que las personas sean felices en intentan por todos los medios que su trabajo sea una pesada cruz.
Lo siento chicos pero no estoy de acuerdo.
Tal vez haya empresas que se planteen la selección de personal como vosortros decís pero yo, que me dedico a ello tengo que decir que cada vez la selección es más un «gustarse mutuamente», yo encajo, tu me encajas, yo gano y tu también ganas, … y si yo no te ofrezco una vacante en mi empresa que te motive no solo económicamente sino profesionalmente no vas a trabajar agusto conmigo, … y os puedo decir que tengo ejemplos de esto todos los días
Con trabajadores que salen gratis las empresas tampoco suelen ser demasiado exigentes. No creo que la selección de una ONG y de una empresa sean situaciones comparables.
Además, una empresa tiene un legítimo ánimo de lucro -igual que el trabajador que trabaja por un sueldo-, y para obtener ese lucro tendrá que elegir a las personas que mejor encajen en sus objetivos.
Cada persona que busca trabajo, debería hacer un análisis sobre si misma, sus puntos fuertes, sus puntos débiles y sus objetivos a medio y largo plazo. Y, en función de todo ello, definir su propuesta de valor y elegir el tipo de puestos en los que le interesaría trabajar. No es diferente de lo que tiene que hacer cualquier empresa que compite en el mercado para captar clientes.
Soy completamente contrario a que la empresa sea el canguro de nadie, entiendo que la relación trabajador-empresa debería ser de igual a igual y, para ello, ambos tienen trabajo que hacer, no sólo la empresa.
Todo el mundo tiene un sitio donde aportar algo, pero no tiene porque ser en cualquier equipo.
Cuando un equipo concreto busca un perfil concreto (por ejemplo un técnico en publicidad) no tendría demasiado sentido contratar a una persona con otro perfil (por ejemplo un analista de sistemas).
Otro tema es, una vez que está funcionando un equipo, buscar puestos apropiados a todos sus miembros cuando las circunstancias cambian. Y no eliminar miembros como si fuesen piezas de usar y tirar.
Creo que estoy de acuerdo con Iñaki y con Jaizki, el caso de una ONG no es exactamente igual porque ni sus trabajadores cobran ni su meta es ganar dinero.
Lula yo también debo ser paranoico porque tengo la misma sensación que tú.
[…] Siempre presente su visión humanista del mundo, Julen Iturbe hace una reflexión sobre la selección de personal y sus carencias de base. […]