La importancia de decir que no

by Julen

Tenía este post en la recámara, en modo borrador (donde hay un buen atasco, por cierto), pero al leer este post en el blog salmón me animo a publicarlo. Y es que hay que saber decir que no más veces de las que creemos.

En varias ocasiones acabo llegando a la misma conclusión. Colaborar con los demás está bien, participar está bien, leer está bien, aprender cosas nuevas está bien, coger clientes nuevos está bien… pero no siempre ni por sistema.

Recuerdo a un director de calidad, excelente persona y excelente profesional, desbordado por su nivel de colaboración. Difícil oírle decir que no a alguien. Una agenda con un montón de compromisos, muchos de ellos superpuestos los unos a los otros. Una mente abierta, respetuosa y tolerante. Al final, un pequeño desastre humano.

Practicar el no es básico en esta sociedad. Un no construido sobre principios de colaboración. Un no que lleve implícito el deseo de que tú tienes una buena parte de la respuesta. Y quisiera huir expresamente de esos noes estúpidos de las muchedumbres de ruido pero sin nueces. No es que me encandilen esos «no a la guerra» de pancarta ancha y discurso evidente. Yo aquí me refiero a no es intelectual y emocionalmente útiles.

Un no muy difícil es el que tiene que ver con decírselo a un nuevo proyecto o a un nuevo cliente. Es una tentación. Puede ser por dinero, puede ser por mantener un nivel de actividad. Para mí en esto de la consultoría es básico lo de «zapatero a tus zapatos». Lo cual no quita para que tu red de contactos surta de competencias complementarias a lo que tu artesanía es capaz de fabricar. Si te centras en lo que sabes hacer bien es más fácil convencer. Por eso practicas el no todos los días, porque saber hacer bien, sabemos pocas cosas, ¿verdad?

Y hay otro no, para mí el más importante, que tiene que ver con tus convicciones. Miras para dentro, buceas un poco en tu ética personal, te paras un poco para coger aire y entonces dices un no que te pertenece sólo a ti. Es un no a trabajar en determinados sitios, a comulgar con ciertas prácticas empresariales, a bajar la cabeza porque sí. Es el no de la dignidad personal. Si te lo saltas, es probable que te duela la conciencia. Hay quien lo lleva bien, pero es que en la campana de Gauss entran todas las personas. ¡Qué le vamos a hacer! Ignorarlas, ¿no?

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4 comentarios

CARMEN_R_PURAS 09/01/2006 - 23:00

Estoy de acuerdo contigo. Hace unos días publiqué un post con esta idea: http://carmenpuras.blogspot.com/2005/12/pon-un-no-en-tu-vida.html

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Mr. Andorra 10/01/2006 - 23:43

Hace un par de mese publiqué yo también un post hablando de la importancia de saber decir que no.

http://strategyandmarketing.blogspot.com/2005/11/no-no-y-no.html

Un saludo,

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Escuchar, compartir, convivir (III): refundar y refundarse 30/09/2010 - 00:52

[…] finalmente el voto de refundación es el que nos enseña a perder el miedo ante el desastre y a saber decir no a un cliente con independencia del estado de […]

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Escuchar, compartir, convivir (III): refundar y refundarse 31/10/2016 - 19:41

[…] finalmente el voto de refundación es el que nos enseña a perder el miedo ante el desastre y a saber decir no a un cliente con independencia del estado de […]

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