04 Peñafiel – Simancas #DueroMTB

by Julen

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Apretaba fuerte el calor en Peñafiel lo que equivalía a que no hubiera casi nadie por la calle a media tarde. Bueno, en Peñafiel o en cualquier otro lugar, tampoco vamos a conferir una cualidad especial a este pueblo cuando es pura lógica. Con todo, yo lo intenté. Pero acabé en el convento de Las Claras, que vi que contaba con un claustro interior muy bonito donde tomarme algo y terminar el libro sobre Limónov. Fuera el calor aconsejaba olvidarse de paseos.

Menos mal que tengo la capacidad de leer aunque haya ruidos. Allá en el claustro, un sitio que uno espera tranquilo y agradable, me encontré con una cuadrilla de señores a un lado del ring y sus respectivas señoras al otro (esa era la disposición, en diagonal) con los decibelios por las nubes. La sobremesa es la sobremesa. Cuando descansaba de la lectura me entereba de cómo las chicas estaban repartiendo qué llevaba cada una a una comida en el campo. Por su parte los chicos sorprendían con una conversación sobre fútbol en la que se incluía el VAR. Los hombres por un lado y las mujeres por otro. Aunque hubo un momento en el que uno de ellos fue a enterarse de qué estaban hablando las mujeres. Así estaba el claustro una tarde de agosto. Vamos con la ruta.

La salida se hace por el mismo sitio por el que entré ayer, o sea pegados al Duratón por un sendero estupendo. Hoy hemos disfrutado de largos tramos de sendero entre una frondosa vegetación con pasarelas de madera incluidas y subebajas constantes. Hasta Pesquera de Duero ha sido una fiesta. Lástima que debido a un desprendimiento el camino esté cortado a la salida de este pueblo. Ha habido que coger carretera hasta San Bernardo y desde allí continuar la fiesta de sendero pegado al río. Conste que en Pesquera dos abueletes me han dicho cosas distintas: uno que ni hablar, que estaba fatal, y otro que probase, que seguro que podía pasar. Al final he optado por el lado prudente.

Tras una tostada con aceite y sal y un zumo entre un mar de carajillos en Pesquera, el tramo hasta San Bernardo ha sido visto y no visto: carretera llana y de buen firme. El sendero se retoma junto al imponente monasterio de Santa María de Valbuena, convertido en hotelazo de cinco estrellas. Seguimos hacia Quintanilla de Onésimo, antes Quintanilla de Abajo hasta que la Falange promovió el cambio de toponimia y parece que así se ha quedado el pueblo.

Aquí comienza el Canal del Duero, al que vamos a acompañar hasta poco antes de Tudela de Duero. Este canal tiene su buena historia detrás. Es propiedad del Ayuntamiento de Valladolid, según he leído y está en funcionamiento desde finales del siglo XIX. En buena parte de nuestra ruta el Duero va a la derecha y el canal a la izquierda. De un lado la naturaleza y del otro la mano del hombre.

Como los días anteriores, a partir de las once se empieza a notar el calor. En Tudela nos hemos incorporado a una de las animadas terrazas que se veían en el centro. Desde allí apenas treinta kilómetros hasta terminar la etapa y con novedad: nos pasamos al pino piñonero. La buena noticia: aunque el sol está ya bastante alto, sus anchas copas proporcionan cierta sombra. Entre pino y pino damos con un fantasmal puente metálico de la antigua línea Valladolid-Ariza. Hoy pura herrumbre, tiene su encanto. Cae foto, claro está.

Puente Duero es el último pueblo antes de Simancas. Aunque solo quedan unos seis kilómetros, aprovechamos otra terraza a la sombra para avituallar líquidos. Salimos y, sorpresa, estamos en una vía del Camino de Santiago: el Camino de Madrid, que enlaza en Sahagún con el Camino Francés. Difícil no encontrar flechas amarillas, vayas donde vayas. Creo que ahora mismo la probabilidad de toparte con estas flechas, si haces una ruta de largo recorrido en bici, es de uno: no hay forma de evitarlas. Al de poco de coger esta vía del Camino de Santiago aparece una especie de pequeño altar en una de las señales que informa de los puntos kilométricos de la Senda del Duero.

Bueno, pues ya son cuatro etapas y seguimos suave suave, sin forzar, rodando fácil por estos caminos sin apenas desniveles. Ya vendrán otras etapas algo más montañosas cuando el Duero entre en los Arribes. Hasta mañana.

Sendero de salida de Peñafiel

Bosque ribereño entre Valbuena de Duero y Quintanilla de Onésimo

El Canal del Duero camino de Tudela de Duero

El Canal del Duero cerca de Sardón

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Fotografías de la ruta cargadas en el álbum de Flickr.

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