Migrantes sí, pero con estudios

by Julen

Que un tipo como Trump sea el presidente de Estados Unidos es, para mí, una de las mayores vergüenzas con la que cargamos como supuesta sociedad avanzada. Creo que mucha gente pensaba que cuando llegara al poder se le bajarían los humos y haría lo que los demás en su cargo: jugar dentro de un tablero bastante delimitado. Pero pasa el tiempo y este tipo se retrata día sí y día también. No falto a la verdad si digo que lo primero que me sale del alma es insultarle. Pero como eso no va a ningún lado, prefiero ponerme a escribir y así al menos me desahogo. Es una de tantas, pero esta me parece ruin hasta decir basta. Me refiero a esta evidente manera de incrementar la desigualdad en el planeta: queremos solo migrantes con estudios.

El asunto es bien simple: la gente con estudios a un lado de la frontera; el resto, al otro. El problema es que no solo es Trump. Esto es algo asumido también en Europa y, en general, en el primer mundo. Porque es bien simple: para que el primer mundo lo siga siendo necesita que allá en los otros mundos se quede la gente que no ha tenido oportunidades de formarse o de labrarse una mínima trayectoria vital de éxito. Los fracasos que sigan en el tercer mundo. Mientras, a este lado de la valla, por favor que vayan pasando quienes tengan formación.

Pobres cada vez más pobres. Menos oportunidades para quienes lo pasan peor. ¿La consecuencia? No soy capaz de adivinar otra: resentimiento y odio. ¿Qué puedo hacer cuando veo que se admite a quien pudo estudiar y que se da una patada en el culo a quienes no pudieron hacerlo? Claro que luego esto se traduce en atentados que vemos horrorizados por televisión. ¿Qué esperan que suceda cuando siguen alentando la desigualdad entre unos países y otros? No pasa nada, ya mandará Trump a la sexta flota o lo que haga falta para que los daños sean mínimos. America First. Empatía en estado puro. Los demás, que se jodan.

La lógica de migrar a otros países tiene que ver con buscar un futuro que no se encuentra en el lugar de origen. La raíz del problema está en lograr un mejor desarrollo de estos lugares, invertir en ellos porque es garantía de que a todas las partes nos irá mejor. Siglos atrás, con el colonialismo o incluso con el descubrimiento de nuevas tierras, ya comenzó el escarnio. Existe una deuda histórica de siglos y siglos. ¿Cuándo se va a reconocer que existe un compromiso moral de restituir lo que se robó a toda esta gente que hoy, muchas generaciones después, llaman a las puertas de un mundo mejor?

Los ricos levantamos muros y vallas. Vallas de la vergüenza, concertinas para que se desangren en el intento: ¿esta es la respuesta del mundo civilizado? Sí, Trump es la hipertrofia de un modo simple de pensar: primero yo, luego tú. Simple hasta decir basta. Pero me temo que Europa juega en la misma liga. Allá en África que queden quienes no son dignos de llegar a la tierra prometida. Que se peleen entre ellos, que se maten, que sus democracias no prosperen. El primer mundo, el que sienta a la mesa a las grandes corporaciones, ya se encargará de seguir extrayendo de allá lo que haga falta. Del colonialismo de estado al colonialismo de las grandes empresas transnacionales. El mismo perro con distinto collar.

Algo se me tiene que estar escapando porque no entiendo esta cortedad de miras. Que venga solo la gente que demuestre estudios. Y que allá se quede la miseria, para que se reproduzca a sí misma en bucles infinitos. Allá lejos. Pero el mundo es un pañuelo. Y de vez en cuando nos explota todo en las narices. En el primer mundo.

 

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