El lado oscuro del emprendimiento y del universo startup

by Julen

No tengo duda alguna de que vivimos en una época en la que se ha ensalzado el rol emprendedor. Tras la crisis que comenzó allá por 2008 saltaron por los aires –aún más, si cabe– todas las redes de seguridad laboral. El trabajo remunerado explotaba en mil pedazos y viviría irremisiblemente pegado a las circunstancias concretas de cada momento. Esto ya lo había escrito hacía tiempo Richard Sennett en La corrosión del carácter o en El espíritu del nuevo capitalismo. La sociedad contemporánea rompía amarras con el estado del bienestar y con la cobertura social. Y lo hacía repensando el modelo: no es tanto decir adiós al bienestar sino conseguir que creas que el bienestar es un acto de decisión personal que depende única y exclusivamente de ti.

Nadie vendría a sacarte las castañas del fuego. Eso no estaría bien. Tú tendrás que demostrar iniciativa, espíritu emprendedor y lanzarte a conquistar el mundo. Tus sueños, tus aspiraciones más íntimas, debían de ser el germen de tu proyecto emprendedor. Manos a la obra y a ventilar las pasiones en forma de actividad económica. Y como los tiempos actuales viven inmersos en una digitalización ubicua, si tu proyecto conlleva tecnología, mejor. Hay que tener fe en el dios científico y tecnológico, startups mediante.

Pues bien, de vez en cuando conviene leer a quienes critican el ecosistema startup. Así que un librito como el de Javier López Menacho, La farsa de las startups, publicado este mismo año, nos sirve para caer en la cuenta de ese otro lado oscuro del fenómeno. Algo que es más que evidente, pero que a veces queda sepultado por la propaganda oficial. No olvides que, por ejemplo, el empleo del ecosistema startup ofrece una retribución por debajo de la media. Un botón de muestra es el dato que se aporta en el libro respecto a Lanzadera, la aceleradora de negocios impulsada por Juan Roig, dueño de Mercadona: el sueldo del CEO en las empresas aceleradas se situaba entre 800 y 1.000 euros al mes. Eso sí, serás CEO, algo de lo que tu madre es muy probable que se sienta orgullosa. Creo.

Para mío el gran engaño tiene que ver con el imaginario construido alrededor del éxito y el crecimiento personal. Un modelo claramente patriarcal en el que la épica sirve como caldo de cultivo para, supuestamente, trabajar duro persiguiendo tus sueños. Remedios Zafra lo explica muy bien en su libro El entusiasmo:

Si el entusiasmo fuera hoy, como aquí sugiero, una seña de época, lo sería más como un «entusiasmo inducido», alimentado por la cultura (y en ella por las lógicas) de mercado. […]
Preferir al entusiasta y no al triste, verlo en las redes, en la publicidad, elegirlo, es algo cotidiano. […]
La razón de su incentivo puede encontrarse en que este entusiasmo inducido se ha convertido en herramienta capitalista que permite mantener la velocidad productiva, esconder el conflicto bajo una máscara de motivación capaz de mantener las exigencias de la producción a menor coste. […]
… esta explotación concentra muchas de las contradicciones del capital, sembrada de motivados colaboradores, investigadores y contadores de «sí mismos», que se exigen máxima dedicación, energía, entrega y sonrisa, como inercia que augura reconocimiento, quizá trabajo, quizá futuro.

La narrativa del éxito puso su maquinaria en marcha hace tiempo para que las chicas y chicos que estudian entendieran que el futuro había que conquistarlo. Esa narrativa buscó su docena de frases para la posteridad y le dijo a la juventud que el mundo ya no era como antes. Los Altos Hornos de Vizcaya, con sus más de 10.000 trabajadores, eran el pasado y no había que repetir semejantes disparates. El futuro no dependía de un banco, de una gran empresa, de un empleador. El futuro era tuyo y de nadie más. Nada mejor que otro libro para que te quede claro: the start-up of YOU.

El caso es que, años después, la fábrica de startups funciona a pleno rendimiento. El salario de mileurista se ha convertido en la norma. No me refiero a que sea la realidad, sino a que se convierte en la aspiración. Llegar a esa cifra es parte de la hoja de ruta. Hay que pelear, pasar por incubadoras, acelerados, mentoring, business angels y rondas de financiación. Hay que moverse en ese universo en el que, como bien dice Javier López Menacho, el eslabón más débil es quien aporta el trabajo. Pero como algunos de estos seres humanos tendrán éxito (por pura estadística), la artillería propagandística contará con munición renovada. Vivimos en la era VUCA y ahí las reglas de juego han cambiado. ¿O no? «El éxito en el mundo de la innovación y las nuevas tecnologías tiene rostro de hombre heterosexual blanco, de entre 30 y 50 años».

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9 comentarios

David 27/05/2019 - 15:32

Que bueno Julen! Después de empredender, y trabajar muchísimo, no pudimos sacar adelante el proyecto por diferentes motivos, pero me identifico al 100% con todo lo que has comentado. Comentar también que, no cobramos ni un duro durante el primer año de proyecto, capitalizamos el paro y tuvimos que vivir de los ahorros durante este tiempo. Un saludo.

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Julen 29/05/2019 - 05:35

Sí, muchos hemos fracasado en ciertos proyectos que propusimos y aprendimos de ello. Hay que explorar vías alternativas. Las hay y creo que en el fondo se trata de hacer red con otras personas y proyectos que sientas cerca. Nada que ver con la dimensión ultracompetitiva de todo el sarao de las startups. Se trata, sobre todo, de buscar un hueco en el que veas que hay gente que comparte valores y objetivos. Y, de repente, en vez de competidores, tienes aliados para jugar al «hoy por ti, mañana por mí». Ánimo con tus proyectos, David.

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Jaír Amores Laporta 27/05/2019 - 23:15

Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
Gracias por este artículo. Hace falta que haya gente que escriba de esto.
A mí, lo de las startups y lo de los emprendedores, me huele a chamusquina.
Me recuerda un poco al tema de la bolsa. Vamos a ver, si tan fácil es forrarse invirtiendo, ¿por qué los brokers no invierten para ellos mismos? ¿Por qué hay una industria tremenda centrada en enseñarte cómo hacerlo y en cobrarte por herramientas para inversión?
Lo mismo con el emprendimiento, con el SEO, con las startups… Me da a mí que el negocio está más en asesorar que en hacerlo.
No digo que no se pueda, pero no es tan fácil como parece. Y lo digo por experiencia propia. Ya intenté emprender en un par de ocasiones en el pasado, y no se consiguió. Ahora tengo un proyecto en plan hobbye, y no sé a dónde llegará. Lo que no voy a hacer es dejarme llevar por la nueva fiebre del oro.
Un saludo desde Canarias!

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Julen 29/05/2019 - 05:33

Sí, hay mucho oropel alrededor del emprendimiento y las startups. Como siempre, tenemos que evaluar hasta dónde en todo ese revuelo podemos encontrar aspectos positivos para nuestros proyectos. Algo hay, seguro, pero conviene tomar distancia crítica. El boom alrededor de las startups esconde demasiados puntos oscuros, no hay duda. Ánimo con tu proyecto, Jair 🙂

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Iván 28/05/2019 - 07:22

Gran post Julen. Muchas buenas reflexiones y referencias las que nos dejas, gracias.

Tengo el libro de Javier en la lista de pendientes, y tomo nota de los otros que comentas.

Tuve hace años una reflexión estratégica personal (tras cagarla o no saber sacar adelante el proyecto que conoces) y en ella me di cuenta que debía volver al mundo de la empresa. Al final pensé que podía crear mi propio camino sobre los cimientos de algo ya creado, y cuando fuera posible intraemprender desde dentro y marcar un poco mi estilo desde los entresijos de una empresa. Al final, creo que se habla poco de intraemprender, y demasiado del emprededor que es visto como un Quijote y héroe solitario que va luchando contra viento y marea. Creo que se debería fomentar mucho más el intraemprendizaje, pues se deja de lado al talento que pudiera aportar mejoras en las organizaciones existentes, con ganas, pasión, actitud o con ciertos conocimientos.

Me parece un dato demoledor ese que cuentas de los autodenominados CEO y los bajos sueldos que se manejan.

Hace años, también me daba pena el ver como gente que se autoetiquetaba emprendedora miraba por encima del hombro a gente que simplemente estudiaba la carrera para labrarse una formación y/o porvenir.

El sistema del último cuarto de siglo se ha vuelto mucho más incierto, y desde la crisis del 2008 es demoledor, más agresivo y complicado, llevándose en el camino los sueños y esperanzas de millones de personas jóvenes que simplemente querían seguir llevando una vida normal y formar parte de la clase media como sus padres.

Un abrazo desde Singapur,

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Julen 29/05/2019 - 05:31

YO creo, Iván, que el mercado en general se ha vuelto demasiado amenazante para las personas de a pie. Parece que la ley de la jungla requiere que haya gente que salga ahí a buscarse la vida. Adiós a cualquier red de seguridad. Las empresas tienen que repensar su rol respecto a las personas, hay una buena diferencia entre el discurso de responsabilidad social y la realidad. No obstante, hay que tirar para delante, no queda otra.

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11 citas de La farsa de las startups, de Javier López Menacho | Consultoría artesana en red 31/05/2019 - 05:32

[…] Algún día tenía que ser y me he decidido por uno de los que acabo de leer hace poco y que ya mencionaba en el post del pasado lunes: La farsa de las startups, de Javier López Menacho. Así que vamos con una selección muy personal […]

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Juanjo Brizuela 31/05/2019 - 07:26

Me ha parecido tan fantástico como real… llevo un tiempo viendo que esto del emprendimiento y todo lo que rodea a ello es como un conjunto de recomendaciones que están suponiendo darle una vuelta a los métodos de no sé si generar empresas o simplemente trabajar para el cortoplacismo, que sinceramente, me preocupa. Métodos para crecer rápido, métodos para equivocarse rápido, métodos para convencer en un pis-pas, métodos para simplemente que otros te financien, métodos y métodos para una realidad que para mí sinceramente están bien lejos de ella: el mercado, tú y yo, quienes deberíamos de tener la confianza para «comprar» su producto/servicio. Y todo ello debtro de una ola de optimismo-buen rollista del «vamos que tú puedes», «tu vida es tu trabajo» y esas cosas, que me produce cierta distancia y algo de «¿estás seguro?».
Así que qué bien vienen estas miradas críticas para saber que ni es tan fácil, ni es tan sostenible y sobre todo que si el negocio es que «te compren tus acciones» y parece que «dar un pelotazo», me da un pavor terrible la sociedad y el sistema económico que estamos construyendo.
¿no te parece?

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Julen 31/05/2019 - 08:08

Sí, no puedo estar más de acuerdo con lo que comentas, Juanjo. Alguien nos ha vendido una moto con todo este tinglado. Supongo que dentro de todo este tsunami hay proyectos estupendos, pero eso de mostrar solo el lado bonito… no sé, no sé.

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