Torpeza

by Julen

Torpeza

Lo percibo como un movimiento en espiral, un círculo vicioso que se refuerza a sí mismo de la mano del cultivo de mi incompetencia. Me caigo y sé que en adelante el riesgo se incrementa. Me caigo y no hay forma de evitarlo en el futuro: es una profecía que tenderá a autocumplirse más y más veces. Caer ahora es caer mañana.

La cabeza hace el resto. Toma los datos, los manipula y proyecta su maldición. La torpeza de hoy alimenta las dudas de mañana. Así que no queda otra que darse un margen de tolerancia y bajar a niveles de incompetencia considerables. ¿Debería cambiar de actitud? Seguramente llevas razón, siéntete a gusto con tu crítica.

En el fondo me debo de sentir cómodo. Los caminos se estrechan y la vista se va donde no debe. Ahí, al lugar donde habita el error y la torpeza hace el resto. ¿Por qué entonces me iba a sentir cómodo? Me agarro a mis paradojas y encuentro paz. Volveré a hacerlo, no tengo duda alguna. Será cuestión de volver a estimar mi cobardía, una cualidad que nadie sino yo es capaz de entender.

Mi torpeza soy yo. Nos recreamos mientras se nos escapa una media sonrisa. El tiempo no ha servido para abandonarla. Sé que hemos sido pacientes y que la relación es estable. Casi podría decir que la más estable que seré nunca capaz de establecer. Ansiedad fuera, no queda sino aceptar aquello que no soy ni seré capaz de hacer.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.