Primera impresión sobre Reinventar las organizaciones, de Frederic Laloux

by Julen

Reinventar las organizaciones

Como comenté hace unos días, he estado leyendo esta «guía para diseñar organizaciones inspiradas en el próximo estadio del desarrollo humano». Ese es el subtítulo elegido para la quinta edición, publicada, como las anteriores por Arpa, de Reinventar las organizaciones, el exitazo de ventas de Frederic Laloux. Por cierto, entre las reseñas laudatorias iniciales hay una de Jordi Serrano, del Future For Work Institute. Pequeño es el mundo. Bueno, a lo que voy, que ya lo he terminado y sé que me va a dar mucho juego, como ya anticipé. Aquí, de momento, va una crítica inicial.

Hablar de autogestión y de un nuevo marco para que las personas aporten de acuerdo con su verdadero potencial no es algo precisamente nuevo. Creo que somos muchos quienes pensamos que las formas habituales del management moderno están, hasta cierto punto, agotadas. Necesitamos una mirada diferente, que desbloquee paradigmas limitantes y que nos permita diseñar organizaciones imaginativas en las que la planificación, la autoridad y el control den paso a otros escenarios más acordes con la complejidad en que vivimos. Hasta aquí nada nuevo bajo el sol.

El autor nos presenta las conclusiones de una investigación «en distintos grados de profundidad» sobre las prácticas de gestión de 12 organizaciones. ¿Cómo las ha encontrado? Según indica en su capítulo de introducción, entiende que son «precursoras que han comenzado a operar en el marco de un nuevo modelo de organización, consistente en el nuevo estadio de desarrollo humano». Este nuevo estadio lo denomina Teal-Evolutivo y lo describe en un capítulo específico, tras mostrar la evolución histórica de modelos. Lo de denominarlo «Teal» es, según nota del editor, «por haberse consolidado ya la palabra en el campo del management y de la empresa en los países de lengua española». Ahí lo dejo.

No os preocupéis, os lo explico. El autor maneja un código de color para la evolución de paradigmas y el teal es el que asigna a este «nuevo estado de desarrollo humano»: un verde azulado (o un azul verdoso, elige lo que prefieras). Te queda claro, ¿verdad?

Como decía, el libro recorre una serie de prácticas de gestión en esas 12 organizaciones de referencia. Lo hace a partir de una investigación en la que usó dos conjuntos de preguntas. El primero con «45 prácticas y procesos empresariales fundamentales y tiene como objetivo entender cómo operan diariamente estas empresas pioneras». Por su parte, el segundo conjunto de preguntas están relacionadas «con el pasado y el futuro: las condiciones que permitieron el surgimiento de un modelo organizativo nuevo y los factores críticos para seguir operando de acuerdo con estas líneas». Las preguntas están recogidas en un apéndice. Bueno, vamos al grano.

En positivo, en general este tipo de libros que nos trasladan prácticas reales son siempre inspiradores. Además, no hay duda de que las organizaciones seleccionadas son una mina para buscar alternativas a los modelos imperantes. Por otra parte, la investigación parece bastante rigurosa ya que incide en un amplio abanico de actividades. Además, el libro agrupa en dos grandes partes muy lógicas el contenido (además de una primera para explicar la perspectiva evolutiva): una que describe las estructuras, prácticas y culturas de este tipo de organizaciones y otra que habla sobre cómo ponerlas en marcha o cómo adoptar esas prácticas en empresas ya existentes.

Insisto, en mi caso, el libro me va a dar mucho juego porque está en línea con muchos de los postulados en torno al modelo de empresa abierta del que aquí hemos escrito en abundancia. Laloux agrupa en tres grandes ámbitos lo esencial de este nuevo tipo de organizaciones teal: autogestión, sentido de plenitud y propósito evolutivo. El primero nos es ya conocido. Las minifábricas y los equipos autogestionados siempre han estado en línea con una idea avanzada de gestión industrial. Si os apetece, podéis echar un vistazo a este incunable: un curso que impartí para la Diputación Foral de Bizkaia allá por 2007 😉

Los otros dos ámbitos, el del sentido de plenitud y el propósito evolutivo tampoco suenan extraños. El primero tiene que ver con el despliegue de las capacidades de las personas y el segundo hurga en el para qué de una organización. Claro que la plenitud pasa por un sentido trascendente que descoloca un poco y el propósito nos introduce en una especie de unidad de destino en lo universal, si se me permite la ironía. Y por aquí veo la parte que me deja un tanto desconcertado.

El autor recurre de forma constante a un supuesto estado evolutivo como seres humanos por el que nos proyectamos hacia una espiritualidad que a mí, al menos, me descoloca. Las alusiones al amor, a la belleza, al «re-encantamiento espiritual», a la meditación y cosas por el estilo son muy habituales en el libro. Hay momentos en que parece que las organizaciones teal son lugares donde, tras haber visto la luz, ocurre un tránsito incorpóreo. Y, ojo, que en los ejemplos que va desgranando el autor, son las organizaciones las que introducen en su lenguaje estos conceptos nada habituales. El sentido de plenitud y el propósito evolutivo sitúan a personas y organizaciones en un plano cuasi levitativo.

En fin, de momento, solo quería dejar constancia de una opinión general. Estoy seguro de que me va a servir para ahondar en un montón de prácticas de gestión. Como seguiré escribiendo de algunos temas que aparecen en el libro ya habrá tiempo de afinar el lápiz. Eso sí, ahora mismo estoy comenzando una reflexión estratégica y, desde luego, se me ocurren ciertos «juegos» con los que experimentar inspirados en prácticas que presenta Laloux en su selección de organizaciones teal. Seguimos leyéndonos.

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7 comentarios

amalio rey 21/01/2019 - 18:06

Te leo sobre este libro y me suena a déjà vu. Claro, es difícil en el mundo del Management inventarse algo que sea realmente original. Es verdad que una investigación que cuenta prácticas de gestión de una docena de organizaciones curiosas ya es, de por sí, interesante. Estoy seguro que sólo por eso puede valer la pena. En cuanto al modelo, me muerdo la lengua, como tú, que usas el amable verbo “descolocar”, para evitar pronunciarme sobre un “sentido de plenitud con sentido trascendente”. Leo términos como “Teal-evolutivo”, “nuevo estado de desarrollo humano” o “propósito evolutivo”, y no dejo de preguntarme qué hago yo retrasando mi libro por no encontrar palabras intuitivas para nombrar lo que quiero explicar. No digo más porque es poco serio comentar un libro sin haberlo leído. Gracias por las pistas, como siempre

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Julen 22/01/2019 - 13:25

El libro, de todas formas, tiene su parte interesante. Por supuesto están las prácticas de empresas referentes, pero además acaba por ponernos frente al espejo de qué lugar le asignamos al trabajo en nuestras vidas o incluso qué es en sí el trabajo. Escribiré de ello… ¡ya!

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antonio angel perez ballester 23/01/2019 - 01:46

Hola Julen.
El libro lo leí a mi vuelta este verano de Mendoza, recomendado por mis amigas y amigos de allá. Me enganchó, y sigo extrayendo recursos e ideas para aplicar en mis relaciones con mis clientes. Tiene apéndices muy concretos sobre cómo esta 12 organizaciones trabajan la selección, los beneficios, presupuestos, reuniones, o la evaluación del desempeño. ¿No descubre nada nuevo? Hombre ponerte en bandeja estas empresas de sectores diferentes y que crecen y dan beneficios todos los años, ya es mucho. Pero lo novedoso para mí, no es tanto esto, sino que las personas ocupan el centro, y al parecer, son felices (o eso nos transmite) ¿Por qué? Porque les permiten llevarse su propósito de vida, porque confían en ellos y en su trabajo, porque no están para ganar dinero; sino que el beneficio es un síntoma o consecuencia de que las cosas se hacen bien. Lo que describes de espiritualidad, amor, belleza, r-encantamiento espiritual, y que estas organizaciones se encuentran en un estado cuasi levitativo…francamente yo no lo he visto Julen. Alusiones hay, pero que yo recuerde (estoy en un hotel y no tengo el libro conmigo) solo meditan los de la empresa de crecimiento personal que se dedica a ello. Me parece reducir un poco la mirada, y amplificar mucho, las referencias trascendentes que las hay, y ridiculizarlas un poquito. Creo Julen (y tengo el placer de conocerte un poco) que es fruto de tu pudor ante cualquier referencia a crecimiento personal, autoayuda, coaching, mindfulness, meditación, o espiritualidad. La clave de la mayoría de estas organizaciones es algo sencillamente profundo: no hay transformaciones de la empresa, de la comunidad o de la sociedad, sin que esa transformación comience por la persona: su manera de mirar, de sentir, de confiar, de arriesgarse. La autogestión no se impone ni baja en cascada desde arriba si las personas no cambian. Es mi mirada, y tú tienes la tuya. Esto es lo que nos permite querernos (si me lo permites) y discrepar. Por lo demás una síntesis y resumen acertados, como siempre. Gracias Julen y nos vemos si bajas a Santa Pola este verano.

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Julen 23/01/2019 - 13:56

Está muy bien que confrontemos puntos de vista porque seguro que sirve para conseguir una mejor visión de la propuesta de Laloux. Desde luego que es difícil decir que no a llevar una vida más plena. Mi duda (profunda) es que eso suceda en el ámbito de la empresa. Cuando dices «Creo Julen (y tengo el placer de conocerte un poco) que es fruto de tu pudor ante cualquier referencia a crecimiento personal, autoayuda, coaching, mindfulness, meditación, o espiritualidad», mi temor es que todo eso suceda a mayor gloria de empresas que han sido suficientemente hábiles como para darse cuenta de que su verdadera materia prima son las personas. Del libro de Laloux me sorprende por ejemplo que no haya ninguna mención a la economía del bien común, con el que, supongo, debería haber puntos en común. De hecho creo que la palabra «bien común» no aparece en ningún lado del libro.
Insisto, lo que me da respeto es que no seamos personas «libres» las que decidimos, sino que lo hagamos inducidas por un sistema que ya no sé si nos condiciona o si nos determina.
Voy a continuar escribiendo de más temas que aparecen en el libro. De hecho, hoy mismo he publicado otro artículo que indaga en el sentido del trabajo. Creo que escribir me hará bien para recibir críticas y confrontar argumentos. Me hace falta darle más vueltas a todo esto. Y está muy bien que tú lo veas desde otra óptica, mucho más optimista. Ya hablaremos tomando un café 🙂
Gracias por darte una vuelta por aquí.

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antonio angel perez ballester 24/01/2019 - 00:29

Tienes razón en la ausencia de referencias al Bien Común.
Leo tu siguiente articulo y te digo. Este tema me apasiona en este momento de mi vida., Mañana no lo sé.
Gracias por aceptar también mis opiniones; nunca criticas.
Un abrazo

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Julen 24/01/2019 - 13:34

La crítica siempre es bienvenida, Antonio Ángel. Nos alimenta y hace progresar. Auténtico alimento para el espíritu.

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¿Una vida reducida o ampliada por el trabajo? | Consultoría artesana en red 23/01/2019 - 05:31

[…] contestaba a Amalio Rey en un comentario al post anterior sobre el libro de Laloux que una pregunta que debemos hacernos hoy en día es qué […]

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