my GADE: Alumnos como cohetes y la coasociación

by Julen

Bueno, ya hemos entrado de lleno en la dinámica de lanzamiento de myGADE en Bilbao. Será en el curso 2018-19 cuando este Grado en Administración y Dirección de Empresas aterrice en Bizkaia de la mano de Enpresagintza, la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea. Tendrá como sede las instalaciones de Bilbao Berrikuntza Faktoria. Por cierto, el día 8 de noviembre habrá jornada de puertas abiertas. Toma nota.

En pleno proceso de kick off de myGADE berria y habiendo contado con el apoyo de Xabier Aragay a través de Reimagine Education Lab, somos muchas las personas implicadas en la definición del nuevo grado. El jueves pasado se presentó el proyecto en la facultad y el viernes tuve ya la primera reunión con dos compañeras para trabajar en dos encargos que se unen:

  1. la forma en que conseguir que nuestras alumnas y alumnos produzcan parte de su camino de aprendizaje y, específicamente,
  2. el papel de lo online en ese camino.

Para homogeneizar el trabajo se han desarrollado una serie de fichas estándar que los diversos equipos a los que se nos han asignado tenemos que completar. Y ahí andamos, buscando la coherencia de un proyecto coral en el que somos muchas las personas que vamos a volcar nuestros puntos de vista. Hay ya un trabajo realizado que proporciona el marco y describe los encargos. Así, en el caso del relacionado con que los alumnos generen parte de su camino de aprendizaje, se aporta la necesidad de fomentar su autonomía y de que se hagan conscientes de que tienen en su mano buena parte de las herramientas para aprender.

A mí particularmente el doble encargo me conduce a un clásico: Enseñar a los nativos digitales, de Marc Prensky. Al margen de que ese concepto de «nativo digital» pueda ser sometido a crítica y relativizarlo, su metáfora de entender a los alumnos como cohetes y aplicar un método de coasociación con ellos va muy en línea con lo que se ha dibujado hasta la fecha.

En la pedagogía de la coasociación, usar la tecnología es tarea de los alumnos. El trabajo del profesor consiste en actuar como orientador y guía del uso de la tecnología para el aprendizaje efectivo. Para hacer esto, los profesores necesitan centrarse y volverse incluso más expertos en cosas que ya forman parte de su trabajo, incluido hacer buenas preguntas, proporcionar contexto, garantizar el rigor y evaluar la calidad del trabajo de los alumnos. (p.14)

¿Por qué deberíamos pensar en los chicos de hoy como en cohetes? A primera vista, por su velocidad: operan a mayor velocidad que ninguna generación previa. Aunque puede que haya cambiado poco la tasa de crecimiento emocional de los chicos, ha habido un cambio enorme en cuanto a lo que aprenden y saben en etapas tempranas, y, por tanto, muchos creen, en su tasa de crecimiento intelectual. Muchos niños empiezan a usar internet con dos o tres años. Recientemente me di cuenta de que una simulación lunar de la NASA, que yo usaba en un centro de posgrado, hoy funciona igual de bien con alumnos de nueve y diez años. Aunque los padres y educadores se esfuercen en conseguir que los niños aprendan con los métodos antiguos, el combustible que le ofrecen hoy a los chicos (es decir, el currículum y los materiales) está muy por detrás de lo que necesitan los chicos actuales. La expresión «Apropiado para su edad» nos ha dejado completamente atrás. Hasta los alumnos de Piaget sugieren que es momento para una nueva mirada. Mientras que algunos quieren que los niños se tranquilicen y «sean simplemente niños», como antes, está claro que la velocidad es una realidad para los jóvenes del siglo XXI. (págs. 23-24)

Por supuesto, detrás de todo esto, hay que acordarse de clásicos como John Dewey y todo su enfoque de acción y experimentación o los postulados de Jean Piaget sobre el aprendizaje mediante asimilación y acomodación. Nuestras alumnas y alumnos deben encontrar en el marco institucional un lugar que no les proporcione todo hecho. Las personas que nos dedicamos a la docencia solo compartimos un pequeño periodo de la vida de quienes hoy aprenden dentro y fuera de las aulas. Desapareceremos de sus vidas y tendrán que seguir aprendiendo. Por eso es fundamental conseguir que se apropien de su proceso de aprendizaje. Sí, son cohetes, pero necesitan nuestra guía. Debemos trabajar codo con codo. Todo un reto. En ello estamos trabajando. Pinta bonito, ¿verdad?

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6 comentarios

Venan 03/10/2018 - 15:39

Y, cómo hacen esos «apren-nautas» para cambiar el rumbo de sus cohetes sobre la marcha? Ha de ser difícil de controlar esa máquina.

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Julen 09/10/2018 - 19:37

Venan, quizá hay tomar algunos riesgos 😉

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amalio rey 03/10/2018 - 18:29

Pintaza brutal tiene ese proyecto. Mira, siento reparos hacia la idea de ver «como cohetes» al alumnado actual. Es peligroso. Yo creo que en el aprendizaje de ciertas «tecnicas y herramientas» van a una velocidad mucho mas alta que los de antes, pero llamame carca (se que no lo haras), pero hay un monton de competencias criticas (pensamiento critico, capacidad de sintesis, etica, trabajo en equipo,empatis, etc) que siguen necesitando un tempo mas asentado para que se asimilen bien, y donde el simil del cohete me parece contraproducente.Ese es precisamente el error que estan cometiendo muchos modelos educativos inspirados en «agile methodologies». Creo que hay cosas que no cambian tanto. Creo que en la mezcla esta la riqueza. Si a mi me preguntan cual es el modelo de educacion ideal para un reto asi, insistiria en usar metaforas distintas para competencias distintas. No me creo que el pensamiento o la empatia se desarrollen a la velocidad de cohetes, sean viejunos o sean millenials. Un saludo

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Deiane 04/10/2018 - 00:14

Suscribo

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Julen 09/10/2018 - 19:41

Cómo sois por Antzuola jejeje.

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Julen 09/10/2018 - 19:41

Desde luego que hay «tempos» distintos para diferentes competencias. Quizá haya que quedarse solo con la enorme capacidad que encierran esas mentes ágiles y plásticas que están todavía en busca de mejorar. A partir de esta confianza en que se pueden construir complicidades entre quienes aprenden y quienes enseñan (algo que se confunde hoy en día) seguro que hay camino por recorrer. A veces, es evidente, da miedo pensar en la velocidad a la que endiosamos hoy en día. No sé, a lo mejor es nuestra edad. O no. A lo mejor es que tenemos que insistir en un contrapunto de sosiego y calma que a esas edades quizá falta, ¿no?

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