10 claves para seguir la estrategia… o no

Ayer comenzamos las sesiones de trabajo en el programa KSI Berritzaile dirigido al sector de las industrias creativas y culturales. Dentro de un calendario con seis jornadas presenciales en aula y otras tantas de seguimiento de las implantaciones, comenzamos por la que tiene que ver con la estrategia. El marco de referencia es el modelo de gestión avanzada y, además de esta primera sesión sobre estrategia abordaremos otras sobre clientes, personas, resultados e innovación. En el programa están participando siete organizaciones que provienen de diferentes ámbitos: las artes escénicas, la publicidad, los servicios de consultoría, la cocreación, el diseño y la mediación, la comunicación o el desarrollo de serious games.

Como decía, comenzamos con una sesión para reflexionar sobre estrategia. Insistimos, entre otras cosas, en la importancia de centrarse no solo en el qué, sino también en el cómo. Jugamos con la doble perspectiva del consenso y la diferencia; del resultado y el proceso. Y en este escenario, reflexionamos sobre la importancia de seguir la estrategia, pero con algunos ingredientes que la flexibilicen cuando sea necesario. Así, aportamos estas diez claves para seguir la estrategia… o no 😉

1. Normalmente la estrategia, una vez queda formulada, supone una inyección emocional importante, pero…
2. Es muy habitual que los retos y objetivos se acaben diluyendo en la vorágine del día a día.
3. Hay que incorporar en la gestión cotidiana lo estratégico, con dos niveles: uno para llevar a cabo lo acordado y otro para revisar si sigue siendo pertinente o si hay que pivotar.
4. Lo lógico es repartir balones: la estrategia debe fluir a través de diferentes personas, involucradas cada cual en llevar a cabo lo acordado.
5. ¿Cada cuánto revisar la estrategia? Conviene establecer dos horizontes: uno por defecto (cada 3 meses, cada 6 meses) y otro por excepción (cuando pasa algo extraordinario).
6. Necesitamos alimento interno y externo: cómo vamos respecto a lo comprometido y qué está pasando ahí fuera que merezca la pena incorporarlo en la reflexión.
7. Lo estratégico y lo operativo (plan estratégico y plan de gestión) necesitan seguimiento planificado ¡en agenda!
8. Los objetivos estratégicos y las acciones no son inamovibles. El PDCA sirve para reajustarlos.
9. La estrategia aporta significado al trabajo: no hay que pensar que “solo la dirección” sabe de estrategia. Hay que socializar mediante canales formales e informales.
10. La gestión visual es importante: ¡la estrategia debe entrar por los ojos! Mejor la desplegamos para que no se nos olvide.

Todo esto porque, aunque parezca a veces difícil de entender, la estrategia en una organización acaba alejada de la realidad, recluida en un documento olvidado en algún lugar escondido 😉