La zona de confort

by Julen

La interpretes como la interpretes, tu zona de confort habla mal de ti. Sí, no vende. No representa los valores contemporáneos. Representa un símbolo del declive al que podrías enfrentarte. El mensaje martillea tu conciencia: sal de ahí. No eres digna de disfrutar de ese espacio. Ahí no hay sino el reconocimiento de un fracaso. Tú no eres, no puedes ser así.

Los libros de autoayuda agujerean tus convicciones. Las luces de neón sirven ahora a otros referentes. El mensaje poco a poco va minando tu resistencia y no hay opción alguna: debes progresar. Quedarte donde estás es tu muerte en vida. Serás un mal ejemplo para ti y los tuyos. No serás digna de ese mundo mejor y más justo que debes perseguir. Sí o sí.

Tu zona de confort es tu tumba. Ahí dentro no hay esperanza, no hay motivación ni ilusiones. Es un lugar falso, que te embaucará a menos que luches y te defiendas con todas tus fuerzas. Continúa la música épica, las trompetas apuntando al cielo, aires de transformación. La cosmética cumple con su función. A tu alrededor todo son exigencias de cambio. Todo cambia, nada permanece. La escena perfecta.

Sentada, leyendo sin prisa esa novela que te tiene atrapada. Ahí, rodeada de tus ensoñaciones y con una extraña alegría que no sabes de dónde viene. Ahí has decidido resistir. Merece la pena. Pelear, ahora sí, por permanecer allí. Sin esfuerzo alguno, con una media sonrisa. Vas contracorriente. Y qué a gusto, ¿verdad?

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