La pantalla

by Julen

El mundo vomitado a través de la pantalla. No hay marcha atrás, nada será como antes. Las chicas y chicos exigen su dosis. Parece la lógica consecuencia de la herencia que les entregamos. La realidad empobrecida y magnificada a la vez, plena de limitaciones y de posibilidades. Es el signo de los tiempos, la grandeza del plasma a lomos del progreso.

La pantalla como traductor universal, una tecnología unida a la humanidad. Todo cabe, da igual la dimensión. La verdad pasa por ella. Su luz ilumina el paso, moderna linterna de la contemporaneidad. Hay que producir para ella, emocionar con ella, imaginar con ella. La pantalla en tecnicolor: una oferta irrechazable.

Los museos albergan ahora en sus vitrinas las primeras promesas. Entonces todo era tecnología. Tubos, luces, carcasas, ¡acción! Fue una época para soñar. El tiempo terminó por modelar la mirada de los humanos. Allí convergería todo. El brillo del sol, el gris de la niebla, el azul del mar; el nivel de brillo, la batería. La transformación digital del aire y la luz en píxeles.

Una, dos, tres. El número crece, una más. Una familia que se arremolina junto a los enchufes. Esclavas del dios de la electricidad, sufren cada vez peor la abstinencia. Se saben condenadas por los programadores obsolescentes. Una vida corta, pero intensa. Cada vez más, cada vez más perecederas. Así es el poder de los tiempos modernos. Pantallas, mires donde mires.

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