Perdido

by Julen

FOG

De repente parecería que no soy capaz de entender a otras personas que ven lo que yo no veo. Lógicas discrepancias. Eso pensé siempre. Ahí reside parte de la gracia de los seres humanos. Si pensáramos todas de la misma forma la vida sería insufrible. Estupenda la discrepancia. Pero, ¿dónde está el límite? Parece existir un momento de no retorno. Me paro a pensar y reniego.

Mis circunstancias personales me han conducido por un camino plácido. Sujeto a demonios internos, como no puede ser de otra manera, pero nada que se me haya impuesto por la fuerza. Siempre me he visto con contradicciones. Siempre con defectos. Que levante la mano quien no se los encuentre. Eso sí que se podría transformar en un verdadero demonio. Mis experiencias vitales son limitadas.

Ahí fuera por supuesto que ha habido turbulencias. Esta parte del sur de Islandia ha vivido muchos años entre tinieblas. Más o menos espesas pero es fácil reconocerlas. Sin embargo ahora caigo en la cuenta de que no entiendo lo que buena parte de gente dice que entiende. ¿Será que ese momento de no retorno me ha alcanzado y que a partir de ahora quedo inhabilitado para hacer empatía?

Me lo tengo que hacer mirar. Espero que el tiempo tranquilice los demonios. Intentaré no darles de comer. Pero por primera vez en mucho tiempo podría decir que me he perdido. Confío en que sea capaz de retomar el camino. Me tengo por alguien que tiene buen sentido de la orientación. Por eso lo primero es reconocer que me he perdido.

La imagen es de DenSmith en Flickr.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.